Balfegó engrosa su patrimonio antes de impagar a los pescadores
Los atuneros aumentaron los fondos invertidos en su sicav un 10% en 2019, meses antes de retrasar sin fecha las indemnizaciones en Tarragona
23 septiembre, 2020 00:00Grupo Balfegó vio cómo el patrimonio invertido de algunos de sus altos cargos crecía meses antes de impagar a los pescadores catalanes. La sicav de la familia propietaria de la atunera española aumentó patrimonio un 10% en 2019. Fue meses antes de que el temporal Gloria dañara las jaulas de engorde de la compañía, se contaminara la costa de Tarragona y los pescadores perdieran numerosas jornadas de faena que aún no han cobrado.
En efecto, altos directivos de Balfegó, la productora y comercializadora de atún rojo líder en España, participan en la sociedad de inversión de capital variable (Sicav) Tarracisa Sicav SA, que gestiona el banco suizo UBS [consultar ficha de la CNMV aquí]. ¿Qué ejecutivos? Montserrat Brull y Salomé Gaseni, propietarias y consejeras de la empresa catalana y, a la sazón, esposas de Manel Balfegó Brull, presidente del grupo, y Pere Vicent Balfegó, su primo y copresidente de la firma que produce atún rojo, un codiciado manjar.
Crecimiento en 2019
Las dos mujeres dirigen, junto al asesor fiscal Xavier Subirats Alcoverro, una sociedad cotizada con baja tributación en la que la familia tarraconense tiene guardada una modesta suma, apenas cuatro millones de euros. No obstante, la cifra, según el último informe de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV, consultar documento aquí), creció de 3,6 a 4,07 millones de euros de 2018 a 2019, un incremento superior al 10%.
Antes, el ejercicio precedente, la cotizada vio decrecer el patrimonio de 3,8 a 3,6 millones, una contracción del 3,7%. Siempre según el regulador del mercado, la sicav de los Balfegó fue registrada en 2014 en la sede de UBS en Madrid, en el número 4 de la calle María de Molina.
Estructura empresarial
El año en el que Balfegó --o las esposas del presidente y copresidente-- crearon la sicav en Madrid, la atunera no existía, al menos a nivel registral. Según el Registro Mercantil [consultar aquí] los libros de Balfegó Pesca SL fueron depositados por primera vez en octubre de 2014. El capital inicial alcanzaba los cuatro millones de euros.
La familia Balfegó sí tenía intereses en otros campos, como el de la industria aérea donde la saga tarraconense controla, según el Registro, la representación en el Grupo AirMed, con sede en el aeropuerto de Reus. Es también de los atuneros el hotel Dinamyc de Caldes d'Estrac (Barcelona); el restaurante Tunateca de Barcelona (Tunateca SL); la mercantil de agricultura y similares Grup Tuna Med SA; la firma de alimentación Quevimed SA; la pesquera BM Pesca SL, la consultora Atinum SL y la exportadora de alimentos World Food Import Export SL.
Pescadores "preocupados"
Esta pericia empresarial de la familia Balfegó y sus esposas, al menos en lo que se refiere a su patrimonio invertido en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), no se ha traducido a la hora de cumplir al sector con el que comparte espacio de trabajo: los pescadores. La catástrofe meteorológica que llevó a la liberación de centenares de ejemplares de sus granjas de engorde de L'Ametlla de Mar (Tarragona) en enero ha provocado la "preocupación" del sector pesquero y un "quebranto" en las cuentas de algunas cofradías, según Miquel Brull, patrón de la agrupación de esta localidad. La peor parte se la llevaron Sant Carles de la Ràpita y L'Ametlla de Mar. También sostuvieron pérdidas barcos faeneros de L'Ampolla, Cambrils y Cases d'Alcanar.
Precisamente, el secretario de la cofradía de este último municipio, Raül Ribot, confirmó ayer que Balfegó "aún no ha pagado" las indemnizaciones que prometió tras el desastre de los atunes rojos de enero. Ello pese a que el sector ha arrancado un acuerdo de Mapfre, aseguradora de la atunera. ¿Cuánto debe Balfegó? "Los días de trabajo perdidos. Pueden ser unos 1.000 o 1.200 euros por barco y día. Y cuenta los arrastreros afectados: en Sant Carles, de 40 barcos resultaron afectados casi todos", ha señalado Ribot. Balfegó debe pues dinero a los faenedores. A tenor del patrimonio familiar, los recursos disponibles no deberían ser un problema.