La pirotecnia se aferra a Sant Joan para salvar el año
El sector calcula que la facturación por la verbena caerá hasta un 25% en 2020 en comparación con el año anterior
20 junio, 2020 00:00La pirotecnia se aferra Sant Joan para salvar este año atípico (para sobrevivir, en muchos casos). En este escenario, los fabricantes y vendedores han impulsado la campaña “Sant Joan sí”, con el objetivo de celebrar una verbena segura. Con todo, prevén que la facturación en estas fechas caerá un 25% en comparación con el año anterior. De hecho, el sector abrirá 700 establecimientos temporales en Cataluña, un 30% menos.
La primera gran celebración tras el estado de alarma llega con muchas precauciones para evitar un posible rebrote del SARS-CoV-2. No obstante, el sector espera facturar al menos 12 millones de euros, el 75% de lo que recaudado en 2019. “La lluvia de estos días ha afectado a la venta, pero esperemos que ahora haya más movilidad y las familias se animen a comprar”, explica Joan Brau, portavoz del sector pirotécnico. La quincena de Sant Joan concentra al menos el 95% de las ventas anuales.
Alianza festivalera
La Asociación de Comerciantes de Fuegos Artificiales de España, la Associació de Fabricants i Majoristes de Catalunya y la Associació de Venedors de Pirotècnia en Caseta de Barcelona han hecho posible un Sant Joan en plena pandemia. “Es una fiesta muy familiar y sabíamos que se podría celebrar de manera diferente”, recuerda Brau, quien también asegura que lo llevan planificando desde la fase 0.
En general, los organizadores de este Sant Joan están satisfechos con la implicación de la Generalitat y con la respuesta de algunos ayuntamientos, a pesar de que hay consistorios que se han negado a poner puntos de venta en sus ciudades. “Pedimos una reducción de las tasas municipales, como han hecho con las terrazas de los bares, pero la respuesta positiva ha sido muy pobre”, lamenta el portavoz.
Un marzo fatídico
Con la declaración del estado de alarma, las previsiones de ventas para el sector pirotécnico chocaron con una inesperada realidad. “Se cancelaron muchos espectáculos, el 95% al menos lo sigue estando”, explica Brau, quien critica la falta de mención de este sector profesional en la nueva normalidad.
“Se pueden reunir hasta 800 personas al aire libre, pero la Administración no habla sobre qué pasará con nuestra situación”, añade. De momento, se alegran de que la Generalitat les haya ayudado con la difusión de Sant Joan, dado que, en otras comunidades autónomas, donde también han cerrado playas por estas fechas, no ha ocurrido de la misma manera.
3.000 puestos de trabajo
Según explica el portavoz, la celebración de Sant Joan garantiza la creación de 3.000 puestos de trabajo. Este año, han contratado al personal y lo van rotando entre ciudades, a la espera de que más municipios les dejen vender sus productos.
“Hay ayuntamientos que están pendientes de dejarnos vender petardos; cuando lo hagan, moveremos a los trabajadores. Ellos ya estaban contratados, tardamos meses en organizar estas fechas”, detalla Brau.
Críticas de los animalistas
Igual que sucede con los petardos y las hogueras, las críticas del sector animalista hacia el sector pirotécnico también son tradición en estas fechas. La venta y uso de petardos o cohetes ocasiona estrés, sustos y ansiedad a la mayoría de los animales. Durante Sant Joan, es normal ver a las perreras y casas de adopción pidiendo moderación para no dañar a los animales de compañía.
“Los vendedores no somos el problema, sino el uso que le dan los ciudadanos. La cuestión no es prohibir los petardos, sino educar a la población --apunta Brau--. Debemos conseguir una estabilidad social, yendo a escuelas, por ejemplo, a hacer talleres”.
Imagen antigua del sector
A pesar de todo, el portavoz asegura que la imagen de aquellos petardos ruidosos y molestos es antigua y errónea. Según explica Brau, hoy son mayoría aquellos productos “de ilusión”, es decir, con efectos de luz o de chispas.
La venta online también ha sido una revolución para los miembros del sector. Estos días, se ha intentado potenciar la compra telemática de productos pirotécnicos y su recogida en los establecimientos, siempre con cita previa. “Hemos pasado de tener una venta online del 1% al 5% o 6%, muchos compañeros se han esforzado promocionando sus páginas web”, explica Brau.