Pista de esquí de Andorra y la ruina fiscal por el coronavirus / CG

Pista de esquí de Andorra y la ruina fiscal por el coronavirus / CG

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El virus arruina el año fiscal a los superricos catalanes

Pánico entre los españoles con residencia en Andorra porque el confinamiento impide que pasen los 183 días en el Estado pirenaico que les permiten ahorrar impuestos

5 abril, 2020 00:00

Un fantasma recorre la Barcelona acomodada, y no son ni el comunismo ni la pandemia, que también preocupa. Es Hacienda. El virus SARS-CoV-2 y el confinamiento por el consiguiente estado de alarma en España han arruinado el año fiscal a los superricos catalanes. Los que tienen residencia en Andorra por motivos fiscales, que son muchos, están encerrados en casa como el resto de ciudadanos. Ellos, no obstante, no podrán cumplir los 183 días anuales que les pide el Estado pirenaico para mantener la vecindad y, así, proteger su patrimonio del voraz fisco nacional.

Lo pone negro sobre blanco una fuente cercana a una de las familias más granadas de la burguesía catalana. "Mi conocido es español, vive en Barcelona, pero tiene residencia andorrana por las ventajas fiscales. Es totalmente legal, pero el Gobierno del Principado le obliga a pasar 183 días cada año (seis meses) para beneficiarse de la menor presión fiscal", explican. Este vecino de Barcelona y otros muchos protegen así sus ingresos y su patrimonio. A cambio, deben entrar en Andorra durante la temporada de esquí y unos meses en verano y primavera. Hasta 183 días. "Cada año cumplen los 6 meses a rajatabla. Pero en 2020, con el confinamiento, no llegarán. Están muy, muy asustados", explican las mismas fuentes.

"Te ahorras un montón en impuestos"

Gabriel [nombre falso] es uno de estos catalanes. Pide hablar de su experiencia desde el anonimato. Él sopesó echar los papeles para obtener una residencia pasiva o fiscal [ver descripción aquí] en Andorra hace años. Pero se decantó por irse a vivir al Principado. "Tengas residencia pasiva o la vecindad completa, el país pirenaico es muy atractivo para las grandes fortunas. El impuesto máximo de sociedades es del 10%, 15 puntos menos que el tipo máximo en Cataluña. El IRPF también se queda en el 10% en su cota más alta", enumera. "Un tipo que en Barcelona cobra 1.500 euros ya paga un 10% de IRPF. Pues alguien que ingresa un millón es lo que pagará en Andorra: un 10%", agrega.

Inusual imagen de la avenida Diagonal de Barcelona semivacía por el confinamiento / EFE

Inusual imagen de la avenida Diagonal de Barcelona semivacía por el confinamiento / EFE

Hay más. "El impuesto sobre rendimientos de capital es, a todas luces, del 0% sobre los dividendos. Así, si eres accionista de una empresa, tus ganancias no se verán gravados por este impuesto. ¿El IVA (impuesto sobre valor añadido)? Antes ni existía. Ahora [desde 2010] es del 4,5%. Le llamamos impuesto general indirecto (IGI)", ilustra. ¿Cuánto se ahorran los superricos catalanes con residencia en Andorra? "Con ingresos equivalentes a los que corresponden al tipos máximo de IRPF en España, hasta 40 puntos de presión fiscal. Pagas un 10% en Andorra cuando en España abonarías un 50% o 55% al fisco", alerta. ¿Es Andorra un paraíso fiscal? "No, no te equivoques. Es un país con ventajas fiscales", corrige.

"No somos un paraíso fiscal"

La misma tesis la suscribe otro empresario andorrano con intereses en la comunicación y la seguridad. "Andorra no es un paraíso fiscal desde hace tiempo. Comparte información con España y Francia, ha suscrito los convenios con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y levantó el secreto bancario en 2018", recuerda el alto directivo. ¿Por qué atrae a las grandes fortunas? "Es algo que ni el Gobierno ni la Generalitat de Cataluña entienden. Hay que tener ventajas fiscales, siempre desde la legalidad, igual que las tienen países dentro de la Unión Europea (UE), para atraer a las grandes fortunas", prescribe. "Es lo que hace Andorra: tener una fiscalidad amigable".

Eric Jover, ministro de Finanzas y portavoz del Gobierno de Andorra, presentando un paquete de medidas contra la crisis del coronavirus esta semana / GA

Eric Jover, ministro de Finanzas y portavoz del Gobierno de Andorra, presentando un paquete de medidas contra la crisis del coronavirus esta semana / GA

Es esta fiscalidad amable la que ha atraído a algunos superricos catalanes al estado pirenaico. Viven en Barcelona u otras poblaciones, pero son vecinos de Andorra. ¿Los requisitos? Pasar 183 días al año en el país, tener un "centro de interés económico" (una empresa, por ejemplo) y el "interés vivencial" allí. La pareja legal e hijos menores, si los hubiere, deben residir en el país e ir al colegio e instituto en el microestado. "No es tan fácil. La barra libre de evasión se acabó", alerta el alto empresario.

"¿Coronavirus? Andorra dará soluciones"

En este escenario ha llegado el virus. Con la pandemia del SARS-CoV-2, la preocupación. Sanitaria, sí, pero también fiscal. "El año fiscal llega a su fin y los catalanes con grandes sueldos y fortunas, encerrados en sus casas, no están llegando a los 183 días de rigor. Temen un hachazo de Hacienda o que les quiten la residencia pasiva", alertan desde la llamada Upper Diagonal de Barcelona. Desde Andorra la Vella, capital del país, tranquilizan a la burguesía catalana. "El viernes el Gobierno andorrano anunció en rueda de prensa que los pagos a la Seguridad Social, los pagos a Andorra Telecom o Andorra Banking con el tema de hipotecas quedan aplazados hasta finales de junio. Con las residencias pasivas, creemos, pasará lo mismo", explican.

"El fisco andorrano considerará que los españoles con residencia fiscal han estado confinados en Andorra aunque no hayan podido entrar. Encontrará una solución. Bastará con un certificado que atestigüe que regía el estado de alarma o cuarentena en España o Francia", aventuran. "Ya no es el descontrol que había antes. Los ejecutivos andorrano y español tienen comunicación fluida, así como las dos haciendas. El confinamiento se podrá regularizar", añaden. ¿Y subir ahora, rompiendo el confinamiento? "No es recomendable. La frontera no está cerrada --entran los bienes de primera necesidad y otros--, pero sí controlada. Te expones a riesgo de multa o problemas cuando el Estado pirenaico no te penalizará. Estoy seguro", apostillan.