El interior de una planta del productor porcino Vall Companys / VALL COMPANYS

El interior de una planta del productor porcino Vall Companys / VALL COMPANYS

Business

Los centros de Vall Companys paran por la huelga contra las falsas cooperativas

Los centros de trabajo de Lleida, Cuenca y Ciudad Real han estado inactivos por la huelga convocada por CCOO, mientras que en Aragón la protesta ha sido testimonial

6 noviembre, 2018 18:24

La primera huelga del sector cárnico del país, la que ha tenido lugar este lunes en varios mataderos del grupo Vall Companys, ha sido un “éxito”, según el sindicato organizador. CCOO indica en un comunicado que los paros han sido prácticamente unánimes en los centros de trabajo de Lleida, las firmas Avidell y Serese; en Cuenca, donde opera la filial Frivall; y en Ciudad Real, donde la firma catalana trabaja mediante la empresa Frimacha.

En el mismo comunicado se reconoce que la protesta en Cinco Villas, en Zaragoza, ha sido prácticamente testimonial. “A las amenazas de la empresa se sumaron las piedras en el camino que puso UGT, sindicato que tiene la mayoría de la representación y que no apoyó la convocatoria de la huelga”, indican los convocantes.

Negociación con el Gobierno

La división sindical era conocida. Hacía días que la organización liderada por Pepe Álvarez se había desmarcado de la protesta en el grupo Vall Companys al considerar que se daba en un momento poco oportuno. Pedía proseguir con la negociación del convenio sectorial de las cárnicas, donde ellos ya han firmado un principio de acuerdo que también les separa de CCOO, y con la mesa tripartita que tiene lugar entre los sindicatos, las patronales del sector y el Gobierno.

El Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, encabezado por Magdalena Valerio, ha decidido tomar cartas en el asunto que ha promovido la huelga. Lidera el debate entre las partes para buscar una alternativa laboral a los falsos cooperativistas que trabajan en mataderos y salas de despiece. La legislación actual de las cárnicas permite subcontratar estos trabajos, los de menor valor añadido de la cadena productiva, desde principios de los años 90. Eso propició la eclosión de cooperativas que se ha detectado que trabajan sin cumplir con los beneficios para los trabajadores que implican este tipo de compañías.

Falsas cooperativas

De hecho, los paros en Vall Companys han reivindicado la incorporación en la plantilla del gigante del sector de “2.500 falsos autónomos que trabajan para ella y que proceden de Servicarne”. Esta cooperativa, que se constituyó en 1993, está en el centro de las demandas sindicales.

Para CCOO la protesta laboral de este martes ha servido para “dar un toque de atención a una empresa que debe reconsiderar su modelo de negocio basado en la precariedad”. Asegura que han participado en la huelga “tanto el personal que la empresa tiene en nómina como los trabajadores de contratas y las personas asociadas a las falsas cooperativas como Servicarne”.

Fuentes próximas a la organización muestran su optimismo en que le rechazo de los trabajadores tenga impacto en las negociaciones que se mantienen para dar un giro en las cárnicas del país. Aseguran que es necesario dignificar las condiciones laborales de un sector que equivale al 2% del PIB del país y ocupa a unas 85.000 personas.