El 'hackatron' de la MSchools, uno de los últimos grandes eventos impulsados desde la Mobile World Capital de Barcelona, que muestra su 'hartazgo' al convertirse en escenario de pugna política en Cataluña / MWC

El 'hackatron' de la MSchools, uno de los últimos grandes eventos impulsados desde la Mobile World Capital de Barcelona, que muestra su 'hartazgo' al convertirse en escenario de pugna política en Cataluña / MWC

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Hartazgo en la Mobile World Capital por estar en el foco del ‘postureo’ político catalán

La colaboración en el patronato de la organización entre Administraciones es máxima, hecho que se demuestra con el impulso de nuevas iniciativas

9 octubre, 2018 00:00

El Mobile World Congress (MWC) y la Mobile World Capital de Barcelona (MWC BCN) están de nuevo en el foco del conflicto político en Cataluña, cuestión que genera cierto “hartazgo” desde las dos organizaciones que las impulsan. En esta ocasión, serán las invitadas de piedra de una resolución en el Debate de Política General que se retoma este martes en el Parlament sobre la conveniencia o no de reforzar la presencia institucional en los actos que tendrán lugar en el evento que se celebrará el próximo febrero. El PSC solicita que así sea, mientras que el Gobierno catalán apuesta por lo contrario para evitar fotografías de políticos independentistas junto al Rey.

Los verdaderos afectados contemplan la iniciativa con mucho recelo. Aseguran que la escenificación de la distancia entre Generalitat y Estado se da “de puertas afuera”. Fuentes de la fundación que rige la MWC BCN aseguran que tanto en los encuentros del patronato como en la puesta en marcha de nuevas iniciativas la buena sintonía entre ambas Administraciones es total.

Pactos en el patronato

Aseguran que convergen intereses en identificar e impulsar nuevas iniciativas. Las más recientes que se han llevado a cabo son posicionar a la capital catalana como uno de los primeros laboratorios internacionales del 5G o intentar ser pioneros en el debate internacional sobre los efectos de la innovación tecnológica en la sociedad del futuro, “los buenos y los malos”, apuntan los mismos interlocutores.

Este fue el gran objetivo que se fijó en el encuentro del patronato de la fundación de antes de verano. La Secretaría de Estado de para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital, encabezada ahora por Francisco Polo; la Generalitat de Cataluña; el Ayuntamiento de Barcelona; las tres grandes operadoras (Telefónica, Vodafone y Orange); Damm y GSMA, la todopoderosa patronal del móvil que organiza el congreso, repasaron y actualizaron los grandes retos que se deben abordar los próximos meses. Carlos Grau, máximo ejecutivo de la Capital, trabaja ahora en dar forma a eventos concretos que canalicen estos objetivos.  

Cambios respecto hace un año

¿Hubo alguna distensión derivada del procés en el encuentro? La respuesta de los implicados es rotunda: No. Se atribuye más a un postureo público que a los efectos de una ruptura real, cuestión que sí implicaría encender las alarmas. Señalan, asimismo, que el escenario actual es muy diferente al de hace un año. No se han repetido los nervios que había entonces en la fundación ni en GSMA, cuando el conflicto político en Cataluña estaba en sus niveles máximos.

Se reconoce que en ese momento la continuidad del congreso del móvil en Barcelona estuvo en el aire. La entidad que lo impulsa dejó muy claro su malestar por convertirse en el telón de fondo de una pugna política y los mensajes que se mandaron al respecto hacían prever que el conflicto aterrizaría en este escenario. Pero los desplantes tanto de la Generalitat como del Ayuntamiento --la alcaldesa, Ada Colau, declinó participar en las fotografías oficiales junto al Rey-- no fueron a mayores.

El espaldarazo empresarial fue total, el Ayuntamiento reivindicó los buenos resultados de la colaboración público-privada y GSMA dejó claro que cumpliría el compromiso de quedarse en la ciudad hasta 2023. De hecho, desde la fundación se trabaja en iniciativas más allá de esta fecha.

Aportaciones presupuestarias

También hay colaboración en las aportaciones económicas que financian la MWC BCN. Estado, Generalitat y Ayuntamiento aportan cada año 15 millones de euros entre todos para el día a día de la fundación. Es la principal partida de ingresos, ya que la las promociones propiciarán en el ejercicio en curso otros 4,33 millones y las donaciones y legados se quedarán en tan sólo los 174.000 euros, tal y como consta en los presupuestos aprobados.

Las cuentas de la organización prevén unos ingresos de 19,512 millones frente a unos gastos de 19,313 millones (la partida que más sube es la de personal). Las inversiones contempladas disminuyen este año en tan sólo 18.000 euros, hecho que permite llegar a los 185.000 euros de excedente que se acumularán en los fondos. El remanente alcanza los 3,52 millones, según las cuentas publicadas.

Papel de Puigneró

“La pugna política no llega realmente aquí”, afirman fuentes del entorno de Grau. Lamentan que la tranquilidad interna no se refleje de forma fidedigna fuera de la organización y que de forma reiterada se vean arrastrados a la arena del procés. Aún se recuerda que el actual consejero de Políticas Digitales, Jordi Puigneró, aprovechara la presentación de la candidatura de Barcelona como laboratorio del 5G a nivel europeo para reivindicar por primera vez la “estado digital en forma de república”. La innovación tecnológica se ha llevado a cabo y ya se da forma a los primeros programas pilotos, pero molesta que se robara protagonismo.

Aunque los efectos sean más efectistas de forma mediática que reales, se reitera que tanto la MWC BCN como el MWC están al margen de cualquier debate político. Piden que nadie intente arrastrarles a ello.