El mandamás de Dia fulmina a su CEO por su escaso apego al 'e-commerce'

“No me planteo la dimisión”, decía hace justo seis meses Ricardo Currás, el entonces consejero delegado de Dia, ante la insistencia de los periodistas tras dar cuenta de una reducción del beneficio del 38% en 2017, hasta 110 millones de euros. Y no, no ha dimitido. Ha sido cesado de manera fulgurante.

Este viernes, el consejo todavía presidido por Ana María Llopis --también en modo salida desde que anunciara en la pasada junta su intención de dejar el puesto-- decidía poner fin a más de tres décadas de presencia de Currás en la cadena de supermercados, los últimos siete como consejero delegado.

La decisión se tomaba de manera unánime, ya que, aunque LetterOne --la empresa a través de la que el ruso Mikhail Fridman suma, de facto, casi el 30% de Dia-- solo cuenta con dos representantes en el consejo, Stephan DuCharme y Heinz Holland, desde el pasado mes de enero ambos hacen y deshacen en el grupo de supermercados, dejando a Currás y su equipo en un segundo plano.

Despido cantado

Por eso, su despido estaba cantado. “No tenía acomodo alguno en el nuevo proyecto que el ruso Fridman está poniendo en marcha”, aseguran analistas consultados por Crónica Global.

El inversor de origen ucranio no contó en ningún momento con la continuidad de Currás en el engranaje de la nueva etapa de Dia, en buena medida por su escaso apego a los nuevos mercados digitales, con la implantación imparable del e-commerce a la que Dia se había quedado un tanto rezagada respecto a sus competidores, sobre todo en España.

Supervisión de Fridman desde enero

Tenía asumido Fridman que serían hombres de su confianza --Karl-Heinz Holland, ex consejero delegado de Lidl, y, sobre todo, Stephan DuCharme-- quienes estarían al frente de la gestión del nuevo proyecto. Ambos llevan ‘supervisando’ Dia desde semanas antes de que, el pasado 20 de abril, la junta de accionistas ratificara sus nombramientos como consejeros.

Se había barajado la posibilidad de que, ante la salida de Currás, o bien DuCharme o bien Holland ocuparan ya el máximo cargo ejecutivo en Dia. Pero, finalmente, se ha optado por aupar a Antonio Coto, dando un voto de confianza a un directivo que conoce el grupo como la palma de su mano.

Voto de confianza a Antonio Coto

Un ingeniero de Caminos de 58 años que, como Currás, lleva en Dia más de tres décadas, pero que, a diferencia del ya exconsejero delegado, sí ha sabido adaptarse a los retos que, en el sector de la distribución, están suponiendo los avances tecnológicos.

Iniciaba Coto su camino en Dia, en 1986, como director de Planeamiento Estratégico y Control de Gestión, antes de ser nombrado director general adjunto, ayudando a desarrollar una estrategia de crecimiento a través de adquisiciones y la entrada en mercados exteriores.

Expansión en Argentina y Brasil

En 1997 se hizo cargo del Grupo en Argentina y dos años después ascendió a director ejecutivo de Dia en Latinoamérica. Argentina y Brasil suman el 33% de las ventas del Grupo Dia, dos franquicias que, aunque en los últimos meses han visto deteriorados sus resultados por la depreciación, tanto del peso argentino como del real brasileño, llevan años creciendo en cuota de mercado.

Un crecimiento en el que se ha fijado Fridman para confiar en Antonio Coto, que ha proyectado la apertura en Brasil de 450 establecimientos hasta 2020, para alcanzar la cifra redonda de los 1.500. Y lo mismo en Argentina. En este caso, para estrenar 250 supermercados y llegar a los 1.100.

Puesta de largo de Coto

La puesta de largo de Antonio Coto como consejero delegado de Dia se producirá dentro de dos o tres meses, cuando presente a los inversores el nuevo plan estratégico, coincidiendo prácticamente con esa fecha del 2 de noviembre, en la que vence el plazo para que Fridman haga efectivo el compromiso de compra de acciones que le permitirá llegar, como mínimo, al 25% del capital.

Actualmente, en virtud del acuerdo que mantiene con Goldman Sachs, la participación que realmente ostenta es del 29,53%, a un tris de superar ese umbral del 30% que le obligaría a lanzar al OPA.

Agitado mes de agosto, entre 'fake news' y despidos

A nivel bursátil, el sorprendente, aunque esperado cese de Currás, provocaba que los pequeños inversores de Dia se volvieran otro vez locos durante este agitado mes de agosto, confiando que la OPA fuera a lanzarse de manera inminente, y la cadena volvió a dispararse un 11%.

Finalmente, el férreo control que lleva a cabo Goldman Sachs, de la mano de los inversores bajistas, dejaba la subida en un 4,82% y la cotización en 2,13 euros, en esa horquilla en torno a los 2 euros.