Los dueños de Iberia cortan las alas a Norwegian. El grupo International Airlines Group (IAG) ha embridado a su rival en los vuelos internacionales de bajo coste con la compra del 4,6% del capital y con el estudio de una oferta pública de adquisición (OPA) por el 100% de la compañía aérea.
Preguntada por la cuestión, la portavocía de prensa de IAG en Londres no quiso ayer jueves, 12 de abril, arrojar más luz sobre las intenciones del grupo tras el inesperado hecho relevante publicado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a las 11:35 horas hora española. Sí lo hicieron expertos en aviación. "Si no puedes con tu enemigo, únete a él. Esa es la explicación a la operación de IAG contra Norwegian. Aunque la posición adquirida es pequeña, a corto plazo le da el derecho a ser escuchada en la aerolínea rival --Level, marca de IAG, compite con Norwegian en los vuelos transatlánticos de bajo coste---, mientras que a largo plazo abre la puerta a una futura adquisición total", ha explicado Federico Soto, profesor de Estrategia y Gestión Empresarial en la Universidad Europea de Madrid.
"Golpe de efecto"
El académico ha agregado que el anuncio de la operación supone "un golpe de efecto" de un "coloso" de la aviación como IAG. "Recuerda al inicio del ciclo Vueling, Clickair y Spanair. La segunda, impulsada por Iberia, acabó fusionándose con la primera en un movimiento de mercado del 'grande contra el pequeño'. La operadora resultante hundió finalmente a Spanair en 2012 y se quedó con el mercado desde Barcelona porque era más eficiente", ha indicado Soto.
Trazando un paralelo, el investigador ha apuntado que IAG se aseguró ayer un puesto --pequeño, de momento-- en el "rápido crecimiento" de Norwegian. También ha recordado que la operación significa dar un paso hacia la integración de la aviación comercial. "Es inasumible que Europa tenga mercados troceados y una compañía aérea por país. Estados Unidos ya superó esa etapa, las aerolíneas se fusionaron y se generó una eficiencia de costes por las economías de escala. En el Viejo Continente aún imperan los intereses nacionales, pero la tendencia del mercado es a acabar con la fragmentación", ha agregado.
Reunión con la empresa
Tras conocerse la noticia, fuentes sindicales avisaron a este medio de que la parte social ha pedido una reunión con la empresa para conocer los "objetivos" de la toma de posición de IAG en Norwegian. "Es evidente que las dos compañías pueden ser complementarias, pero ello nunca se sabe en aviación. Los dueños de Iberia compiten cuerpo a cuerpo con Level en los vuelos sin escalas entre Barcelona y Los Ángeles y San Francisco (Estados Unidos). A partir de 2019 harán lo propio con los enlaces entre la Ciudad Condal y Buenos Aires (Argentina). Desde el aeropuerto de París-Orly, ambas operadoras bregarán por los pasajeros a Nueva York a partir de este verano.
"En el corto radio, el solapamiento es menos claro. IAG opera con Vueling en, mayoritariamente, España, Francia e Italia. Norwegian tiene más bases en otros destinos. Y el europeo es un mercado maduro: hay más demanda. Por ello, su complementariedad puede ser mayor", han añadido las mismas fuentes. ¿Hay peligro de ajustes laborales si hay fusión? "Es muy pronto. Primero debe haber una opa. Y luego se discutirían las posibles duplicidades. Entendemos que los primeros cambios tras una fusión exitosa sería recortar conexiones de largo alcance: no tiene sentido que compitan entre sí si son del mismo grupo", han remachado.
"Los accionistas quieren fusiones; los pasajeros, no"
Cualquiera que sea el calendario de las "conversaciones" anunciadas ayer por IAG, la compra del 4,6% de Norwegian por parte de IAG, ¿es buena noticia para el pasajero? "Es evidente que no. Los viajeros quieren siempre poder elegir entre cuantas más aerolíneas mejor: ello rebaja el precio del billete", ha explicado el representante de una gran intermediaria. Los efectos, son sin embargo beneficiosos para los accionistas. "Norwegian tiene una estructura accionarial muy particular: el consejero delegado y el presidente del consejo de administración controlan una porción muy grande de la compañía: el 26,8%", ha indicado otro directivo del sector.
"Esos accionistas --el segundo es el fondo de pensiones del estado noruego, con el 6,1%-- es lógico que tengan incentivos para estar satisfechos con una opa. Primero, porque sacarían una tajada mayor de la que ya tienen. Segundo, porque los que entren y los que se queden --si la adquisición no es hostil-- estarán encantados en tener posiciones en un conglomerado que puede subir tarifas. Los beneficios de los grandes grupos son mayores, y esos excedentes salen de algún sitio: de los precios que pagan los pasajeros", ha concluido la misma fuente.