Suresa Cit se hunde por la quiebra de Unipost
La empresa se declara en suspensión de pagos, arrastrada por el desplome y liquidación de su matriz
26 marzo, 2018 20:30Suresa Cit SLU, con sede en Barcelona, ha instado un concurso de acreedores en Barcelona, que se sustancia en el Juzgado Mercantil número 8. Con anterioridad, promovió el preconcurso, pero no logró la suscripción del convenio anticipado.
El fiasco de Suresa es consecuencia de la quiebra, que deriva en liquidación, de su matriz Unipost, la mayor empresa privada del país de reparto de correspondencia y paquetería.
Liquidación concursal
Suresa es la sigla de la predecesora Servicios Urbanos de Reparto. La compañía se constituyó en 1972 para distribuir correspondencia. Con el tiempo, se hizo con un negocio opíparo: el transporte de las valijas de casi todos los bancos y entidades aseguradoras. Actualmente cuenta con un centenar de empleados, aunque años atrás había llegado a rebasar los 600.
El patrimonio de Suresa arroja cifras negativas. Dado su estado comatoso y el no más feliz de su accionista Unipost, el desenlace del expediente será previsiblemente la liquidación por derribo.
Los problemas de Unipost
Hace mucho tiempo que las tensiones de tesorería estaban a la orden del día en Unipost. Los impagos de nóminas eran recurrentes. También las huelgas de trabajadores.
La situación se tornó inaguantable el pasado verano. En julio, a Unipost no le quedó otro remedio que llevar sus estados contables al juzgado, con unas deudas de casi 50 millones.
Más de 2.000 empleados
Durante el proceso siguiente no ha aparecido ningún comprador de la unidad productiva, por lo que hace pocas semanas el juez mercantil ordenó la liquidación.
El cierre definitivo acarrea dejar en la calle a 2.200 personas. Además de los problemas de gestión, en Unipost han tenido que hacer frente a un asunto no menor. La Guardia Civil registró las instalaciones de la empresa. Encontró sobres y papeletas electorales para el referéndum ilegal del pasado 1 de octubre. Al parecer, Unipost habría cobrado cerca de un millón de euros de la Generalitat. El hallazgo de tales papeles desencadenó la detención del director general de la compañía, Pablo Raventós.