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¿Qué hacer cuando el moroso es el administrador?

Los vecinos están obligados a pagar las facturas pendientes, pese a estar al día de sus cuotas comunitarias

26 julio, 2015 08:40

Lo más habitual es que sean los vecinos quienes dejen de pagar las cuotas trimestrales o las derramas  para obras en la comunidad. Pero, ¿qué ocurre cuando el moroso no es el inquilino de cuarto, sino el administrador de la finca?

Cuando eso ocurre siempre obedece a un problema de mala gestión, aunque no sólo porque el administrador se haya apropiado de las cuotas de los propietarios. La morosidad de unos vecinos también puede llegar a contaminar las cuentas de otros propietarios con los que lo único que tienen en común es un gestor poco o nada riguroso.

Recuperar lo extraviado

Los mecanismos para recuperar las cantidades adeudadas por un inquilino son conocidos y, aunque dilatados, efectivos. Hacerlo con el administrador es más complicado, pero no imposible.

De hecho, los gestores afiliados a un colegio de administradores de fincas tienen la obligación de suscribir un seguro de caución y de responsabilidad civil diseñado justamente para hacer frente a este tipo de incidencias.

Las compañías que suministran servicios a las escaleras de vecinos –mantenimiento de ascensores, limpieza, seguros, electricidad- pueden reclamar a éstos el pago de las facturas a las que el administrador no ha hecho frente, pese a estar al día de las cuotas comunitarias.

Declaración de un sinistro 

Si el gestor no devuelve las cantidades ingresadas y no gastadas de una comunidad, ésta puede apelar al colegio de administradores para que abra un expediente sobre el caso y dictamine si procede hacer un parte de siniestro para que la aseguradora se haga cargo del agujero provocado por el administrador, que puede acabar siendo expulsado del colectivo.

La póliza, que se contrata a través del colegio, responde de parte o de toda la deuda en función de su volumen. Los vecinos recuperan así las cantidades que han pagado dos veces o bien son los proveedores quienes finalmente cobran sus facturas, si es que sus clientes han conseguido pactar con ellos una moratoria.