Útiles consejos que debemos tener en cuenta en la póliza del seguro de hogar

Lo más normal es que al contratar un seguro de hogar se acaben nuestros quebraderos con la casa, pues todas las posibles eventualidades –como robo o incendio– quedarán correctamente cubiertas por la póliza. Lo cierto es que esta clase de seguros suelen darnos mucho más de lo que imaginamos pero no siempre nos paramos a leer la documentación. Así, nos cubren en caso de robo fuera del hogar, proporcionan defensa jurídica, asumen la reparación de electrodomésticos (siempre que concurran ciertos requisitos) y se ocupan de arreglar cualquier desperfecto en la vivienda, tales como una rotura de persianas. En definitiva, todo un mundo insospechado de garantías que convierte en lectura obligada esa póliza que nos suele dar pereza de leer.

No obstante, no siempre un seguro proporciona felicidad, pues es posible que, sin pretenderlo, hayamos contratado un infraseguro. ¿Y qué significa esto? Pues que en el caso –por ejemplo– de robo recibiremos una indemnización inferior a lo sustraído. 

Parece claro que una póliza de estas características no resuelve nuestros problemas en caso de que surja un contratiempo en el hogar. Pero ¿por qué sucede esto? Al parecer estaríamos pagando de menos en nuestra póliza y eso tendría consecuencias en caso de que se produjera un siniestro, ya que la cuantía que recibiremos no estará a la altura de lo perdido.

¿Qué sucedería entonces en caso de infraseguro?

En concreto, hablaríamos de una situación en la que por desconocimiento, descuido o con intención por nuestra parte existe un claro contraste entre el valor del bien asegurado y su valor real.

Nos percataríamos del problema en cuanto surgiese un siniestro pues la indemnización –como decíamos– no nos compensaría por la pérdida sufrida. Así, es posible que el cliente cuente con una antigüedad en su casa de considerable valor, pero no la haya hecho constar en la póliza o la haya tasado en la mitad. En estas situaciones, el seguro abonará ese primer importe y no más. Por este motivo, y para evitar disgustos, siempre conviene tomar nota de estos buenos consejos: 

•           Al formalizar la póliza, debemos consignar en ella todo lo que en la casa resulte de especial valor. No hablamos de una estimación personal, sino económica: obras de arte, joyas, incunables, cuadros, muebles, equipos informáticos, electrodomésticos…

•           Guardar las facturas de estos bienes e incluso documentar todo con fotografías que podremos presentar a la compañía en caso de ser necesario.

•           No hay que olvidar ir actualizando esta información en la póliza en caso de adquirir nuevos objetos de valor.

Pero tampoco hay que pagar de más

Sí, porque tan contraproducente es pagar de menos por el seguro del hogar como pagar excesivamente por él. En este caso, nos hallaríamos en una situación de sobreseguro.

Por lo tanto, conviene declarar en la póliza fielmente todo lo valioso de la vivienda. De hecho, pagar un precio superior no significa que la indemnización sea mejor llegado el caso. Debemos tener presente que el perito evaluará el valor de lo perdido y abonará exactamente ese precio y no más.

 --

 Contenido patrocinado