Sanidad pública catalana: tras una señora en una sala de espera, un paciente en espera en el pasillo / CG

Sanidad pública catalana: tras una señora en una sala de espera, un paciente en espera en el pasillo / CG

Vida

La sanidad pública catalana se afianza a la cola de las peores de España

Las esperas quirúrgicas no urgentes para un paciente catalán son de más de 120 días de media, frente a los 56 de un riojano, los 58 de un vasco o los 59 de un madrileño

9 septiembre, 2017 00:00

El sistema que gestiona Toni Comín lidera listas de espera de 5,7 meses para operarse y sólo cita para antes de 24 horas al 3,6% de peticiones en atención primaria.

De mal en peor. Utilizando similitudes deportivas, de jugar en Champions en 2008 a ocupar plaza de descenso directo en 2016. Esta ha sido la evolución de la sanidad pública catalana, según la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP). Su estudio anual sitúa al sistema que gestiona el político nacionalista como líder indiscutible en espera quirúrgica, hasta 173 días. También en consulta para especialistas, 138 días, y en atención primaria, sólo el 3,6% logra una cita antes de 24 horas.

Los datos de la entidad, próxima a sindicatos y partidos de izquierda (no independentista, claro), son demoledores en la mayoría de los 29 parámetros de una investigación que incluye valoración de los usuarios, gasto per cápita y farmacéutico, quirófanos, camas y profesionales (médicos y enfermeras) por 1.000 habitantes, la privatización de los servicios sanitarios y los gastos del usuario.

Sala de espera de un hospital de Barcelona / CG

Sala de espera de un hospital de Barcelona / CG

Sala de espera de un hospital de Barcelona / CG

DETERIORO INJUSTIFICABLE

Los expertos consideran que la demora en la atención es el indicador clave del Sistema Nacional de Salud y de la satisfacción de los ciudadanos. Estos índices superan con creces en Cataluña la media de casi cuatro meses que deben aguardar los 614.101 pacientes españoles (44.000 más que en 2016) para someterse a una operación programada no urgente en la sanidad pública.

Estos datos, oficialmente reconocidos y maquillados por las propias comunidades, muestran que las velocidades y diferencias entre ellas son abismales. Las más virtuosas son La Rioja (56 días), País Vasco (58) y Madrid (59), una de las comunidades que más presión ha sufrido por sus listas en el Parlamento regional por parte de Ciudadanos, que sostiene el ejecutivo de Cifuentes, y del PSOE.

En cualquier caso, hay en España un 18% de pacientes que deben esperar más de seis meses. El año pasado el porcentaje era del 8%. “Esto supone un deterioro de la salud y calidad de vida difícilmente justificable”, asegura Marciano Sánchez Bayle, presidente de FADSP.

Una pantalla en la sala de espera muestra el orden de atención al cliente / CG

Una pantalla en la sala de espera muestra el orden de atención al cliente / CG

Una pantalla en la sala de espera muestra el orden de atención al cliente / CG

PRIORIDADES DE GASTO

Otros especialistas observan que el incremento de los presupuestos sanitarios en los últimos tres años no se ha visto reflejado en mejoras, lo que indicaría que las prioridades de gasto se han dirigido a otros capítulos.

También rechazan el argumento de algunas comunidades de que reciben poca financiación del Estado, ya que el porcentaje destinado a salud varía mucho: desde el 61% de Aragón al 46% de Andalucía. “Esa es la base que explica tanta diferencia entre ellas. Por ello seguimos defendiendo que haya una financiación finalista”, subrayan las asociaciones médicas

A LA COLA EN PRESUPUESTO

Cataluña también ocupa el furgón de cola, junto a Extremadura, Galicia y Andalucía, en gasto per cápita. Destina 1.180 euros frente a los 1.633 de Navarra y País Vasco o los 1.557 de Asturias y 1.442 de Aragón. En el 2012 invertía 1.298 euros por habitante y el entonces conseller Boi Ruiz consideraba que lo ideal serían 1.500. 

“Hay una correlación clara entre lo que cada comunidad invierte con la calidad del servicio sanitario que reciben los ciudadanos”, sostiene Sánchez Bayle. 

Como consecuencia del deterioro de la sanidad pública, la comunidad catalana sigue siendo cada vez más líder en el porcentaje de gasto destinado a contratación con centros privados. Nada menos que el 25%, casi 2.500 millones de euros. La siguiente comunidad, Madrid, se sitúa en el 11,7%, con 713 millones.

Los expertos consideran que el desfase obedece en parte al déficit histórico de centros públicos, ya que hasta la década de los 80 Cataluña contaba con menos afiliados a la Seguridad Social y se construyeron menos. Hoy los hospitales privados casi triplican a los públicos y, a pesar de la "desprivatización" anunciada por Comín, mantiene conciertos con 31.

Pacientes en el pasillo en un hospital de Barcelona / CG

Pacientes en el pasillo en un hospital de Barcelona / CG

Pacientes en el pasillo en un hospital de Barcelona / CG

MÁS GASTO DE BOLSILLO

No es casualidad que, en busca de una atención sobre todo sin tantas demoras, aumenten cada día los pacientes que acuden a la privada. El informe asegura que cada catalán gasta al año de su bolsillo en este capítulo una media de 489 euros.

Le supera muy ligeramente el País Vasco, Navarra y Madrid. Pero los análisis de mercado apuntan que se debe a una mayor población extranjera (no necesariamente inmigrante) que carece de sanidad pública. O que hay más “señoritos” y con esta prioridad en el gasto familiar.

CONTRASTE ASISTENCIAL

Aunque, como dijo el sabio, las comparaciones son odiosas, sobre todo para el que pierde, la espera media quirúrgica en la atención sanitaria privada es de 29 días y el 90% es intervenido antes de un mes, según datos del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS). Y el tiempo medio de citación no llega a dos semanas en las cuatro especialidades más frecuentas: oftalmología, dermatología, traumatología y ginecología y obstetricia.

La privada tiene más reflejos, flexibilidad y menos presión asistencial a la hora de atender a sus pacientes. Se refleja también en este dato: las esperas para pruebas complementarias, como mamografías resonancias magnéticas o TAC, oscilan entre seis y 11 días.

El presidente de la Federación de Asociaciones, que lucha desde su creación en 1981 para defender la sanidad pública, subraya que la diferencia entre comunidades e s“claramente excesiva” y que “en lugar de acortarse ha ido en aumento”. “Esta diferencia, pone en peligro la cohesión y la equidad entre los distintos territorios”, advierte.

El propio Comín aseguró  al inicio de su gestión que la independencia de Cataluña sería decisiva para acabar con las listas de espera y otras deficiencias. Sin comentarios.