Los Mossos rinden armas al paso de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, junto a su antecesora, Núria de Gispert / EFE

Los Mossos rinden armas al paso de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, junto a su antecesora, Núria de Gispert / EFE

Vida

¿Por qué los Mossos no pueden entrar armados al ‘Parlament’?

El hemiciclo dispone de un armero para los agentes, que deben depositar su pistola antes de entrar

22 agosto, 2016 19:57

Las medidas de seguridad para entrar al Parlament de Cataluña son evidentes. Todo el que quiera acceder ha de pasar por un arco de seguridad situado a medio metro de la puerta principal custodiado por uno o dos agentes de los Mossos d’Esquadra.

Tras él, un mostrador en el que identificarse, entregar el DNI, recoger la tarjeta de visitante y al que volver tras la visita parlamentaria, entregar la tarjeta de visitante y recuperar el DNI. Un protocolo que los ujieres del Parlamento cumplen al pie de la letra y que los habituales se conocen a la perfección.

Policías desarmados

Sin embargo, llama la atención que, una vez en el interior del edificio gubernamental, no hay ni un solo agente de los Mossos d’Esquadra que vaya armado. El motivo, según ha explicado un portavoz del cuerpo a Crónica Global, es que "hace muchos años, la Mesa del Parlament decidió que no se puede entrar armado ni dentro del hemiciclo, ni en zona parlamentaria. Ni siquiera cuando los compañeros van de paisano”.

De hecho, la misma fuente informa de que en el interior hay un armero a disposición no solo de los agentes de policía, sino también para los diputados: “Alguno puede tener licencia de armas”. La seguridad allí, por lo tanto, depende de los ujieres.

La sombra del 23F

El motivo por el que ningún policía puede entrar con el arma reglamentaria parece ser la sombra que todavía permanece del 23F. Fuentes policiales que han patrullado en la zona aseguran a este medio que “Desde el 23F, los parlamentarios se sienten más seguros si las fuerzas de seguridad van sin arma en el Parlament”.

Una medida que, para muchos, debería replantearse ante una situación de alerta terrorista de 4 sobre 5 en la que se encuentra Cataluña. Sobre todo si se tiene en cuenta que, en abril de 2015, la policía catalana detuvo a un grupo de yihaditas que planeaban atentar en varios puntos de Barcelona y uno de ellos era el Parlament.