El juicio paralelo de la tragedia de las gemelas de Sallent
El caso de Leila y Alana ha consternado a la sociedad, que busca explicaciones sobre los motivos que hay detrás de este desgraciado suceso; desde entonces, no dejan de trascender detalles de las niñas
24 febrero, 2023 00:00Si hay algo seguro en el caso de las gemelas de Sallent (Barcelona) es la conmoción que ha generado en Cataluña. El hecho de que dos niñas de 12 años se precipitasen por el balcón de su casa evidencia lo que los expertos ya venían advirtiendo: los problemas de salud mental entre los jóvenes van in crescendo a raíz de la pandemia. Pero más allá de eso, el trato que se le está dando al caso es cuestionable éticamente hablando. Y es que, de forma simultánea a la investigación judicial, se está celebrando un juicio paralelo que no ayuda a nadie. Mucho menos a la joven que sigue ingresada; su hermana murió en el acto.
Los hechos se remontan al pasado martes, cuando dos hermanas se precipitaron desde un tercer piso de la calle Estació de la pequeña localidad del Bages. Una de ellas resultó fallecida en el acto, y la otra se encuentra herida de gravedad --pero estable-- en el Hospital Parc Taulí de Sabadell.
Todas las hipótesis están abiertas
El caso de Leila y Alana ha consternado a la sociedad catalana, que busca explicaciones a este trágico suceso. Desde entonces, no dejan de trascender detalles del día a día de las víctimas --algunos íntimos--, además de diferentes teorías, que buscan explicar el porqué del suicidio. Entre ellas, el acoso escolar o los problemas familiares.
Las propias Administraciones alimentan las diferentes hipótesis. Los primeros en hacerlo fueron la Consejería de Educación de la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Sallent, que de forma tajante --y tras la presión mediática-- descartaron que las hermanas sufriesen acoso escolar. “No contemplamos, hoy por hoy, la hipótesis del bullying”, expresaron, escudándose en que las alumnas recibían atención psicológica por parte del Instituto Llobregat, un seguimiento especial de una orientadora por su situación familiar y social, a la vez que una de ellas había sido derivada a los servicios de salud mental.
Sin embargo, desde los Mossos d’Esquadra mantienen todas las hipótesis abiertas, también la del acoso escolar. Hoy por hoy siguen analizando los teléfonos móviles y las redes sociales de las pequeñas. Por eso, los expertos consultados por Crónica Global consideran “imprudente” que las Administraciones se mojen cuando el proceso sigue abierto. Pero este jueves, Generalitat y ayuntamiento han suavizado su reacción tras las declaraciones del entorno de las víctimas, que apuntan en la dirección contraria. “El caso está bajo investigación y no confirma de momento ninguna hipótesis”, expresan a este medio fuentes del Departamento de Educación, que ha activado la Unidad de Apoyo al Alumnado en situación de Violencia (USAV) para “abordar el caso a fondo”.
El juez decidirá si hubo acoso escolar
No obstante, hay que tener en cuenta que el hecho de que las niñas recibiesen ayuda de la Administración no es incompatible con que sufriesen también acoso, alerta la profesora del grado de psicología de la Universidad Abat Oliba CEU, Paloma Alonso, quien insiste en que una cosa no necesariamente excluye a la otra. Sin embargo, tanto el ámbito escolar como el familiar son, de momento, los lugares donde se desarrollan "todas sus relaciones sociales". Por tanto, hay que hacer un llamamiento a la prudencia y evitar ejercer sobre la menor una presión contraproducente porque, "si se repone, tendrá que seguir viviendo".
Sea como sea, será el Juzgado de Instrucción número 5 de Manresa el que lleve el caso, al margen de lo que digan las instituciones. “El juez decidirá si tiene que investigar a personas concretas”, avisa el profesor de Derecho Penal de la Universidad Abat Oliba CEU, Arturo González, que recuerda que, más allá de la cuestión política, lo que diga la conselleria “no tiene ningún valor a efectos de la investigación”.
Desorden informativo
Por otro lado, el caso de las gemelas de Sallent hace patente lo que ocurre en todos los procesos judiciales: la desinformación. Según la profesora del grado de Periodismo de la misma universidad, María Victoria-Mas, el desorden informativo lleva a la “confusión” de la sociedad y a la superficialidad de unos temas que están a la orden del día, como el suicidio o el acoso escolar. Además, la docente considera que las Administraciones caen en la trampa de la inmediatez, como ha ocurrido en este caso, descartando en un primer momento que las chicas sufriesen bullying.
Cabe recordar que, detrás de este caso que ha conmocionado a todo el país, hay una familia que está pasando un duelo, independientemente de si había o no algún tipo de problema en el hogar. Y también una menor que sigue ingresada en estado grave y deberá hacer frente a un momento delicado, acaparando, además, la atención mediática.
Multicausalidad
Coinciden los expertos en que no siempre la desinformación viene dada con una intencionalidad. En ocasiones, es la necesidad de dar respuesta a preguntas complejas lo que lleva a aventurarse sin pensar en la repercusión de según qué informaciones. "Las variables en los humanos son muchas, y solo cuando hay conocimiento del caso se puede decir algo", explica Silvia García, psicóloga especialista en psicología clínica que durante años trabajó en escuelas. "Hay una parte externa o facial que tiene que ver con tener problemas económicos, familiares o dificultad en la adaptación al venir de otro país, por ejemplo. Y esto es muy presionante en algunos casos".
Por otra parte, "también pudo haber bullying, siempre lo ha habido, y no todo el mundo reacciona igual al bullying, ni tiene la misma respuesta, o es vulnerable al bullying o a la presión". Así, hay veces que sin nada más, sin patología previa, si el bullying es muy sostenido en el tiempo, "es difícil aguantar, por solo con esto podría darse un suicidio en un momento de desesperación", expone. Por el contrario, tal como insiste el también psicólogo clínico experto en conductas suicidas Miguel Guerrero, el suicidio es multicausal, y es un grave error no tener esto en cuenta a la hora de informar. "No siempre hay un problema mental tras una conducta suicida" y también pueden darse varias situaciones que confluyan hasta llevar al peor de los desenlaces.
Así, se debe dejar a los investigadores seguir con su labor y mientras, pensar que "todos somos partícipes de la difusión del caso", nos retroalimentamos y debemos buscar la forma más empática de abordar un suceso tan dramático como este para no "victimizar, culpabilizar ni estigmatizar" a la menor, que deberá enfrentarse ahora a una doble experiencia sumamente dolorosa y traumática: perder a una hermana por suicidio (superviviente) y su propia experiencia en primera persona de sobreviviente (a un intento), con todo lo que esto conlleva", concluye Guerrero.