Imagen del robo a dos turistas japoneses en Barcelona / CG

Imagen del robo a dos turistas japoneses en Barcelona / CG

Vida

El expolicía rumano que ofrece seguridad a los turistas de Barcelona

Por unos 50 euros la hora, Toni protege a grupos turísticos formados por hasta 40 personas del riesgo de sufrir hurtos mientras visitan los monumentos de la ciudad

11 julio, 2019 00:00

La inseguridad en las calles de Barcelona está abriendo nichos de mercado curiosos, como es el de los servicios de seguridad privada para grupos de turistas que aterrizan en la capital catalana. Estos días han aparecido por las calles de la ciudad unos anuncios de un tal Gaina Ioan Toni, que se presenta como exagente de la Policía en Rumanía y que se presta a supervisar a grupos turísticos para garantizar que no les roben.

Este medio ha contactado con él para conocer su historia y qué le ha motivado a dedicarse a ello. En un primer momento se muestra reticente a hablar --dice que ha recibido llamadas anónimas que le han hecho sospechar--, pero finalmente accede a explicar que es un servicio que ha visto en otras ciudades, como en Praga y Roma, y que ha decidido probar suerte en España: “Me dedico a este trabajo para, primero, ganar un poco de dinero y, segundo, ofrecer seguridad a las personas que lo requieren”.

Los carteles ofreciendo sus servicios

Los carteles ofreciendo sus servicios

Grupos turísticos

Para blindarse ante cualquier crítica de la Administración dice que él no entra a cuestionar el grado de seguridad o inseguridad de Barcelona; que se gana la vida como persona con experiencia en este ámbito. “Puedo garantizar al 100% que el grupo que va conmigo en Barcelona no sufrirá ningún hurto, porque conozco cómo funciona el sistema y los movimientos que hacen esta gente que se dedica a robar”, remacha a este respecto.

Toni lleva solo un mes en la región, tiene 47 años y ha dejado a su familia en Rumanía, a la espera de que se puedan trasladar si el negocio tiene proyección. Dice que dejó su profesión de agente de policía por un “problema médico” y la situación económica en España está mejor que la de su país de origen.

Unos 50 euros la hora

De momento no cuenta con la ayuda de colaboradores. Dice que él solo puede garantizar la seguridad de “un grupo de hasta 40 personas”. El precio aproximado por una hora de servicio es de unos 50 euros. Añade que se trata de un precio razonable si se compara con las gestiones que se deben hacer si a un turista le han robado sus pertenencias, como es ir a la policía o hacer de nuevo los documentos de identidad para poder realizar el viaje de vuelta.

Todos los grupos con los que trabaja disponen de un guía turístico y su función es mantenerse atrás, un poco apartado del colectivo, para ver si hay movimientos extraños de ladrones que intentan perpetrar un hurto. Asegura que, de momento, los grupos interesados han sido básicamente europeos, en concreto, italianos y alemanes. “Con los asiáticos es muy difícil acceder y que confíen”, apostilla.

Regular su servicio

Toni lleva solo un mes viviendo en Barcelona y solamente habla italiano más allá de su lengua materna. Él no se dirige al grupo, solo se mantiene en un segundo plano para protegerlo. Si ve algo sospechoso, dice que él mismo acude a la policía para advertir de que hay ladrones por una zona o barrio concreto de la ciudad.

En la actualidad está hablando con sus abogados para regularizar su servicio ya que es consciente de que puede “tener problemas” si no declara las ganancias. “Quiero tener un negocio parecido al de la seguridad privada. Si me va bien en Barcelona, voy a intentarlo también en Madrid”, concluye.

Hurtos en Barcelona

Según diversas estadísticas, tanto del ayuntamiento como de la Generalitat, la Ciudad Condal es la metrópolis más insegura del país.

Los últimos datos de 2018 hechos públicos por la Secretaría de Estado de Seguridad (Ministerio del Interior), de acuerdo con los recogidos por los cuerpos policiales, dicen que los hurtos representan el 56,5% de todas las infracciones penales registradas en el municipio. Entre enero y junio del año pasado esta categoría delictiva creció en Barcelona el 22,7%.