Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo metropolitano de Barcelona / EFE

Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo metropolitano de Barcelona / EFE

Vida

Omella interviene tras el doble ataque a una iglesia de Barcelona

El presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de la Ciudad Condal se solidariza con la parroquia vandalizada durante dos oraciones por las víctimas del Covid

7 agosto, 2020 12:57

El cardenal Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo metropolitano de Barcelona, ha intervenido tras el doble ataque a una iglesia de Barcelona mientras se celebraban en ésta oraciones por las víctimas del Covid-19.

El obispo se ha solidarizado en privado con la parroquia de Sant Francesc de Paola, situada en el distrito de Sant Martí de Barcelona, después de que el lunes sufriera dos asaltos por parte del mismo grupo de chicas. Durante uno de ellos resultó lastimado un feligrés de avanzada edad, que ha interpuesto denuncia que ya investigan los Mossos d'Esquadra.

Solidaridad del arzobispo

En conversación con este medio, el padre Santiago Galán, padre de esta parroquia barcelonesa, ha confirmado que recibió un mensaje del arzobispo metropolitano el jueves tras avanzar Crónica Global la noticia del doble ataque al templo. Omella se solidarizó con el párroco y se puso a su disposición por su precisaba ayuda.

En paralelo a ello y tal y como informaron a este medio, los Mossos d'Esquadra contactaron también con el religioso local por si éste quiere interponer denuncia tras los actos vandálicos de lunes y martes. "Me alegra que la policía catalana nos arrope, pero me entristece un poco que sea tras la presión mediática", ha valorado el padre Galán.

Acto de "desagravio"

En el terreno vecinal, los asiduos a esta parroquia y la asociación de vecinos de Diagonal Mar apoyan un "acto de desagravio" que se celebrará el domingo en el templo atacado.

Tendrá lugar después de la eucaristía, y consistirá en la exposición del Santísimo y una oración por las personas que entraron violentamente en la pequeña iglesia.