De Lleida a Barcelona: el pueblo de Cataluña que se cambia de provincia CANVA
De Lleida a Barcelona: el pueblo de Cataluña que se cambia de provincia
Un referéndum con una participación masiva ha dictado sentencia
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Ya está decidido. Y había ganas. Tanto daba que fuera domingo 7 de diciembre y que el lunes fuese festivo. Gósol se muda.
Este pequeño municipio del Prepirineo catalán y de menos de 200 habitantes ha dado un paso histórico. Ha determinado iniciar los trámites para abandonar la provincia de Lleida y pasar a formar parte de la de Barcelona.
No hay duda que valga: el pueblo votó de forma clara a favor del cambio administrativo en una consulta popular no vinculante organizada por el ayuntamiento.
Con una participación de algo más del 50%, el 88% de los votos emitidos fueron favorables al “sí”, a formar parte de Barcelona. Una decisión que parecía dividir a sus vecinos, pero que las urnas han demostrado que tenían más clara de lo que parecía.
Quién votó
En total, se recogieron alrededor de un centenar de papeletas: 88 para el cambio de provincia y 12 en contra. No hubo votos en blanco.
La consulta estaba abierta a los mayores de 16 años empadronados, en un municipio que apenas supera los 200 habitantes. La rotundidad se impuso.
Un caso único en Cataluña
En un nuevo referéndum en Cataluña, esta vez legal, Gósol afrontó una excepcionalidad histórica que muchos de sus vecinos no entendían.
Por ahora, y hasta que se activen todos los procedimientos necesarios, este es el único municipio del Berguedà que pertenece a la provincia de Lleida, una anomalía administrativa que arrastra desde hace décadas.
Referéndum en Gòsol EFE
Esta particularidad histórica se explica por la ubicación del pueblo: un enclave de alta montaña situado al final de una carretera que muere en el mismo núcleo, a los pies del Pedraforca.
Su aislamiento geográfico ha marcado su relación con el territorio y ha generado situaciones que el alcalde, Rafel López, define como “agravios constantes”.
Por qué mudarse
El mandatario asegura que pertenecer a Lleida complica gestiones, acceso a ayudas y participación en programas comarcales diseñados para el Berguedà, que depende de la Diputación de Barcelona.
Según López, la actual adscripción provincial ha provocado casos “surrealistas”. Entre ellos, que Gósol quede excluido de planes comarcales financiados por la Diputación de Barcelona, pese a compartir comarca y necesidades con los municipios vecinos del Berguedà.
Mejoras para Gòsol
El alcalde pone un ejemplo claro: “Puede haber un plan para evitar incendios en toda la comarca y que Gósol quede fuera. Si hay un incendio, el fuego no entenderá de divisiones provinciales”.
Para el consistorio, pasar a la provincia de Barcelona permitirá mejorar el acceso a recursos, coordinarse administrativamente con el resto del Berguedà y garantizar una mayor estabilidad en la prestación de servicios.
Vista aérea de Gòsol VISIT PEDRAFORCA
No todos estaban de acuerdo. El exalcalde de Gósol, Josep Tomàs, expresaba sus dudas sobre los beneficios que puede conllevar el cambio. “Costará muchos esfuerzos y, al final, no sé si valdrá la pena”, señalaba a TV3.
Pero López se encargó en los días previos de resolver dudas e incluso de desmentir los bulos que circulaban sobre una posible subida de impuestos: “No es cierto. Las diputaciones no gestionan ningún impuesto directo: ni el IBI ni el IRPF cambiarán”.
Cuándo se cambian de provincia
Con la victoria del “sí”, el ayuntamiento empezará ahora a redactar un informe con los resultados de la consulta y con las firmas de los vecinos no empadronados que apoyan el cambio. Este documento se enviará a las diputaciones implicadas, a la Generalitat y al Consell Comarcal del Berguedà para obtener los informes favorables necesarios.
Según explicó el alcalde a 3CatInfo, el proceso administrativo podría alargarse dos años, ya que requiere validación de la Generalitat y aprobación del Congreso de los Diputados. Una vez aprobado, el traspaso efectivo podría tardar todavía dos años más.
Decisión tomada
Aun así, López está convencido de que los vecinos han tomado la decisión correcta. “Es la única manera de que Gósol siga teniendo vida. Con más recursos y un encaje administrativo coherente, podremos mantener los servicios, hacer inversiones y evitar un deterioro progresivo del pueblo”, señala.
Si el proceso culmina con éxito, Gósol se convertirá en uno de los pocos municipios de España que cambian de provincia en pleno siglo XXI. Mientras tanto, Gósol espera.
Escultura en Gòsol VISIT BERGUEDÀ
Tras décadas entre dos aguas, el pueblo ha decidido con claridad hacia dónde quiere mirar. Mientras, seguirá donde siempre y como siempre: mostrando esos encantos que lograron enamorar al mismísimo Picasso.
Sí, el artista malagueño no solo pasó por esta pequeña localidad pirenaica: también residió aquí y la pintó. Era 1906. Picasso encontró en sus paisajes y en su aislamiento creativo parte del impulso para su transición hacia el cubismo.
El pueblo que enamoró a Picasso
Hoy, el pueblo continúa siendo uno de los rincones más remotos del Prepirineo, con un entorno natural excepcional y un patrimonio cultural que incluye iglesia, castillo y legado artístico. ¡Hasta un museo Picasso!
En pleno centro de Gósol se encuentra el Centre Picasso, un espacio que busca ofrecer al visitante una visión de lo que el pintor experimentó durante aquellos días, intentando desvelar por qué fue un momento tan crucial en su vida y obra.
Qué ver
También se pueden visitar otros rincones frecuentados por el pintor. La Cal Tampanada, la única taberna que existía entonces en el pueblo, fue el lugar donde se hospedó y sigue en pie.
Pero Gósol es más que Picasso. Las ruinas del castillo de Gósol aún conservan parte de sus murallas. También la ermita del Roser y la iglesia de Sant Francesc de Sorribes merecen una visita.
Gósol pintado por Picasso
Si se desea prolongar la estancia, el entorno natural que rodea la zona, a los pies del Pedraforca, es una opción inmejorable. De este modo, Gósol se convierte en un destino perfecto tanto para los amantes del turismo cultural como del senderismo.
Cómo llegar
Quien quiera saber más de Gósol, el pueblo que cambia de provincia, debe optar por el vehículo privado, y el camino es largo: se encuentra a aproximadamente dos horas y media de Barcelona y a unas dos horas de Lleida.
Desde Barcelona, se puede tomar la C-16 en dirección a Berga y luego seguir las indicaciones hacia Saldes y Gósol por la B-400. Desde Lleida, la ruta recomendada es por la C-14 en dirección a Organyà, para luego tomar la LV-4241 y la B-400 hasta Gósol.
