Una operación conjunta de Guardia Civil y Mossos d’Esquadra con la colaboración de la Policía Judiciária de Portugal desarticula una red transnacional de trata de seres humanos con fines de explotación sexual
Caen en Portugal los líderes de una red de trata sexual con víctimas explotadas en Cataluña
Guardia Civil y Mossos d’Esquadra desmantelan una organización transnacional que captaba a mujeres sudamericanas para prostituirlas en distintas provincias españolas
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Barcelona vuelve a situarse en el centro de una operación contra la esclavitud del siglo XXI. La Guardia Civil y los Mossos d’Esquadra han desarticulado una organización transnacional dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, en una investigación que ha permitido liberar a ocho mujeres.
La actuación, desarrollada el pasado 7 de octubre bajo el nombre de 'Operación Aurelia-Belona', se ha saldado con tres detenidos —dos de ellos en Portugal y uno en Lleida— y cuatro registros en las provincias de Lleida, Navarra, Guipúzcoa y Faro (Portugal).
Según informó este martes la Guardia Civil, los líderes del entramado, una pareja de nacionalidad española y colombiana, residían en Portugal, desde donde coordinaban la captación y explotación de las víctimas en territorio español. La investigación ha contado con la colaboración de la Policía Judiciaria portuguesa y ha sido coordinada por el Juzgado de Instrucción nº 32 de Barcelona, que ha decretado prisión provisional para los tres arrestados.
Alcance transnacional
Las pesquisas comenzaron en 2024, cuando los agentes detectaron movimientos sospechosos de mujeres trasladadas desde Sudamérica con falsas promesas de empleo. Una de las víctimas, según la investigación, fue reclutada por una estructura paramilitar latinoamericana, trasladada a varios países asiáticos y finalmente explotada sexualmente en España.
La colaboración entre la Unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil en Cataluña y el Área de Investigación Criminal de los Mossos d’Esquadra permitió identificar a los miembros de la red, su estructura jerárquica y los puntos de control de las víctimas.
Una detención durante la operación para desarticular una red transnacional de trata de seres humanos con fines de explotación sexual
Durante los registros, los agentes intervinieron 3.800 euros en efectivo, documentación, dispositivos electrónicos, munición y marihuana. En el domicilio portugués, las autoridades también imputaron a los detenidos delitos de tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas, de acuerdo con la legislación local.
Ocho mujeres liberadas y bajo protección
Las ocho mujeres liberadas han sido reconocidas como potenciales víctimas de trata con fines de explotación sexual y recibieron atención psicológica, legal y sanitaria, según los protocolos de protección establecidos.
Fuentes policiales subrayan que las víctimas eran captadas mediante engaños y trasladadas bajo control constante hasta prostíbulos y pisos en distintas provincias españolas. La red ejercía presión económica y amenazas para mantenerlas sometidas y obtener beneficios.
Cataluña, territorio de destino y tránsito
La operación refuerza una tendencia que preocupa a los investigadores: Cataluña sigue siendo uno de los principales destinos del crimen de trata en España. Según datos de la Unidad contra Redes de Inmigración y Falsedad Documental (UCRIF), en 2024 se detuvo a 87 personas por delitos relacionados con la trata, y se identificaron 22 víctimas de trata y más de 580 de explotación sexual o laboral, la mayoría mujeres atrapadas en redes de prostitución.
Pese a los avances policiales, la línea entre trata y explotación sigue siendo "tan fina como peligrosa", advierten los agentes. Las organizaciones criminales se adaptan, cambian de país y usan la frontera ibérica para eludir controles, como demuestra esta operación con ramificaciones en Portugal y Latinoamérica.
Fuentes policiales recuerdan que el verdadero reto comienza después de liberar a las víctimas. Organizaciones como la Fundación Amaranta gestionan viviendas seguras en Cataluña y facilitan su acceso a atención psicológica y legal. Muchas de estas mujeres se convierten en testigos protegidos en procesos judiciales largos y complejos.