Imagen de archivo del Centro Penitenciario de Quatre Camins en La Roca del Vallès
Las cárceles catalanas declaran la guerra a los drones y crecerán para evitar su saturación
El nuevo plan de la Generalitat contempla inhibidores también contra teléfonos clandestinos y escáneres para detectar droga y objetos prohibidos
Su despliegue no dependerá de la aprobación de los presupuestos de 2026, aún pendientes de negociar con los socios de investidura
Entrevista: Ramon Espadaler: "Votases a quien votases, la percepción era de colapso en la justicia catalana"
Noticias relacionadas
Cataluña da el primer paso para introducir sus cárceles en la seguridad del siglo XXI. El Departamento de Justicia y Calidad Democrática ha presentado en el Comité Nacional de Seguridad y Justicia celebrado este lunes en la Generalitat su nuevo plan integral, con el que pretende desplegar nueva tecnología contra drones y teléfonos clandestinos; también escáneres para detectar droga y objetos prohibidos.
El president Salvador Illa ha escuchado por boca del conseller Ramon Espadaler sus planes para actualizar la red de centros penitenciarios de la región, que ampliará con dos nuevos módulos para evitar su saturación; hoy, cuentan con 9.098 internos. En consecuencia, también ampliará el cuerpo de funcionarios en una cifra todavía por determinar, mientras el reconocimiento de los mismos como agentes de la autoridad sigue su camino en el Parlament.
Inhibidores y escáneres
La conselleria ya ha detectado vuelos de drones en torno a varias prisiones. Con ellos "podría acabar entrando droga, elementos peligrosos o teléfonos móviles, o tomar imágenes del interior", ha explicado Espadaler, quien se ha referido a la cuestión como "un reto creciente y compartido con España, Francia y Alemania", por poner tres ejemplos. Es por ello que ha defendido pasar de "una seguridad física perimetral a una más integral y con un componente tecnológico importante".
De esta manera, el plan contempla la instalación de inhibidores de este tipo de dispositivos para evitar su aproximación a los centros penitenciarios, un sistema ya puesto en marcha en Brians 1 y Brians 2. También inhibidores de telefonía, con el uso de codificadores sobre números de teléfonos para tumbar las comunicaciones indeseadas y permitir las del personal, después de que el anterior Govern de Pere Aragonès ya hiciera una prueba piloto.
El objetivo es arrancar el despliegue el próximo año para que todas las cárceles cuenten con ambas tecnologías en 2028. El mismo calendario seguirán los futuros escáneres corporales que evitarán una gran parte de los cacheos manuales, más invasivos y que generan "tensiones" con los internos; éstos serán sustituidos por arcos detectores. Todo ello comportará una inversión de 7,3 millones de euros.
El 'president' Salvador Illa preside el Comité Nacional de Seguridad y Justicia en su reunión del 20 de octubre, con los 'consellers' Ramon Espadaler y Núria Parlon
Dos nuevos módulos
La segunda gran necesidad del sistema penitenciario pasa por aumentar su capacidad para atajar el crecimiento de la población reclusa, que no deja de subir desde 2021. Las cárceles acogen a un 3,2% más de internos cada año hasta situarse por encima de los 9.000 a fecha del pasado 30 de septiembre --como resultado de "la Cataluña de los ocho millones"--. También incluye un mayor despliegue de agentes de policía y la lucha contra la multirreincidencia desde las calles y los nuevos juzgados, sostienen fuentes de Justicia.
Las previsiones sitúan un escenario de saturación en las prisiones de hombres adultos en régimen ordinario a finales del próximo año 2026. Y, para evitar celdas con más de dos reos, Espadaler ha anunciado que levantará dos nuevos módulos en Mas d'Enric (El Catllar, Tarragona). Se construirán fuera del recinto en un campo de fútbol en desuso --cosa que reduce los plazos-- para colocarse después en su interior. Y permitirán crear 256 nuevas plazas.
En paralelo, prosiguen los trabajos en el nuevo centro penitenciario abierto en la Zona Franca de Barcelona para que entre en funcionamiento en 2026 tras una inversión de 43,79 millones de euros. Más tarde, la misma zona acogerá otra cárcel, esta de mujeres; la conselleria adjudicará la redacción del proyecto para que ésta arranque en 2026. También está haciendo obras de rehabilitación en los centros de Ponent y Brians 1.
Ramón Espadaler, 'conseller' de Justicia y Calidad Democrática, en la redacción de Crónica Global Barcelona
Más formación
El aumento de plazas irá acompañado, naturalmente, de un aumento en el cuerpo de funcionarios, ha aseverado el conseller, sin detallar ninguna cifra, aun aseverando que en los últimos 12 meses Justicia ha incorporado a más de 400 empleados de prisiones.
El equipo de Espadaler reconoce, asimismo, carencias en la formación de los funcionarios, que tratará de poner remedio con un nuevo centro de formación práctica penitenciaria en un edificio anexo a la cárcel de Quatre Camins (La Roca del Vallès, Barcelona). Tendrá 2.852 metros cuadrados, tres plantas y 14 aulas de formación y otros espacios en los que los trabajadores podrán recibir formación inicial o continua; traerá aparejada una inversión de 12,6 millones.
No depende de las cuentas
Todo este despliegue no dependerá de que Cataluña tenga Presupuestos aunque, evidentemente, que los hubiera, ayudaría. El departamento ha acordado con la conselleria de Economía de Alícia Romero --que mantiene el proyecto de actualización de las cuentas en su despacho, a la espera de que ERC y Comuns se avengan a negociarlo-- la "imperiosa necesidad" de introducir las mejoras tecnológicas mencionadas, así como levantar los dos nuevos módulos y el futuro centro de formación, y ampliar la plantilla.
Justicia también trabaja codo con codo con Interior, la conselleria de Núria Parlon, en el combate contra los drones, y con Salud, de Olga Pané, en los programas contra la drogodependencia y el suicidio; los casos relativos a esta última cuestión han descendido de 11 en todo 2024 a cuatro en los diez meses que llevamos de año.