María Lapiedra en el estreno del Fantasma de la Ópera

María Lapiedra en el estreno del Fantasma de la Ópera Luis Miguel Añón Barcelona

Vida

Qué fue de María Lapiedra, del cine para adultos a 'supermami' y escritora: "Estoy muy contenta en casa"

La famosa predica los beneficios de la llamada "educación real" tras estudiar un máster

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Hubo un tiempo en que el nombre de María Lapiedra era sinónimo de diversión. Su carrera empezó en el mundo del cine para adultos, pero poco a poco, se supo reinventar en cantante y showgirl que frecuentaba los platós de Telecinco

Eran tiempos de escándalo, titulares de impacto y tertulias televisivas encendidas. Unos tiempos que quedaron atrás, especialmente, cuando se convirtió en madre. Desde entonces, poco se sabe de ella. En la tele. Su nueva vida está en las redes sociales y en las librerías.

Aunque muchos no lo crean, la que fuera una de las actrices porno españolas más conocidas ha cambiado de vida. Atrás quedan las polémicas con Laporta, sus canciones picantes y las escenas subidas de todas. “María Lapiedra murió, ya sólo quedo yo como mami”, confiesa entre risas a Crónica Global.

¿Quien es ahora? Ahora es María Pasqual García, el nombre con el que nació en Mollerussa hace 41 años. Aunque en sus redes sociales sigue con su nombre artístico. Sin embargo, en su descripción no pone actriz, sino “trimami de Martina, Carlota y Mia. Filóloga e instructora de Educación Real”.

Regreso a los orígenes

¿Qué significa eso? Que Lapiedra ha decidido dar un giro radical a su vida. La maternidad la ha cambiado o, más bien, la ha devuelto a sus orígenes. 

Cuando muchos se metían con ella por sus bromas, aspecto físico y profesión, la catalana recordaba que ella estudió Filología Catalana en la universidad y siempre sacaba buenas notas. Pocos la creían, pero poco a poco María Pasqual se impuso a María Lapiedra.

El 'affaire' Laporta y la independencia

Sus raíces más catalanas le llegaron con su relación con Joan Laporta. El presidente del FC Barcelona decidió dar el salto a la política y fundar el partido Solidaritat Catalana per la Indepèndencia.

Fue entonces, cuando la leridana no sólo se declaró indepe, lo que provocó que le llovieran críticas por todos lados. Por un lado, Laporta negó su relación con ella; por el otro, la tachaban de radical por su ideología secesionista.

Lapiedra tiró entonces de una arma más poderosa, el humor. Así, haciendo de las piedras su pared, publicó dos vídeos erótico-humorísticos en el que apoyaba la candidatura de Laporta a presidente del Govern y otro en el que defendía la independencia de Cataluña. Siemper con ironía y provocación. 

Aquella faceta sorprendió, sobre todo porque mezclaba su imagen mediática con un debate político de máxima actualidad. Televisiones y radios la llamaban para que actuara y hablara de su relación con Laporta y el independentismo.

Un pasado para olvidar

Había nacido una nueva María Lapiedra. Desmarcándose de su pasado en el cine para adultos, llegó a afirmar que esa industria y esa experiencia fue “asquerosa”.

La catalana relató a quien quería oír lo que había sufrido mucho en ese mundo. Recordaba que su paso fue breve, fruto de su relación con director de cine erótico Ramiro Lapiedra, de quien tomó el apellido artístico. Pero ya se acabó.

Lapiedra, cantante

María conservó el apellido artístico, pero ahora apostaba por la política y, un poco después, por la canción. Los vídeos para Laporta y su partido político se viralizaron e igual que le propició apariciones en platós de televisión, también la llevó a recorrer los escenarios de diversas fiestas y discotecas de España.

Lapiedra era, por la década de 2010, una showgirl en toda regla. Sacó más canciones de tono erótico y picante como No me subas el IVA bájame las bragas o Hace un calor que tetorras. Sus temas causaron risas, bolos y dinero.

Y llegó el amor. Con tantas visitas a los platós de televisión, la catalana empezó a salir con el paparazzi y colaborador de la prensa rosa Gustavo González. Una relación no exenta de polémicas.

Por aquella época, el fotógrafo tenía pareja y se divorció. Ambos se convirtieron en protagonistas de tertulias, rumores de separación y reconciliación. Hasta que formaron una familia.

María, la madre

Si 2010 fue el salto del porno a la música, con 2020 llegó la María Lapiedra mamá. Ese año nacía la primera hija que tuvo con González, Mia.

Con ella llegó la calma. La leridana ya tenía otras dos hijas, Martina y Carlota, fruto de su relación con el arquitecto Mark Hamilton. Pero la llegada de Mia y su relación con el fotógrafo de la prensa rosa, la cambió.

Educación Real

Poco a poco empezó a desaparecer de la televisión. Se centró en su familia y sobre todo, en educar a sus hijas. De hecho, hizo un Máster en Educación Real, un título no oficial, pero de la que ella hace gala.

En palabras de Lapiedra, se trata “de un modo de educar muy distinto al que nos educaron a nosotros”. Sin concretar mucho, defiende que “es educar con mucho amor y naturalidad”.

Así ha educado a sus hijos, asegura. Ahora sólo va a los actos que la invitan, pero "estoy muy contenta en casa”, rodeada de su familia, asevera.

La verdad que estoy feliz con mis tres hijas. Ya tienen cinco, 10 y 11 años. Es lo mejor que me ha pasado en la vida y espero poder seguir así mucho tiempo, hasta que sean mayores. Hay que disfrutar de ellas que el tiempo vuela”, detalla a Crónica Global.

Escritora e influencer

Pero eso no significa que se quede quieta. Ha sacado un libro llamado Alimentar con amor, basado en las enseñanzas de esta formación recibida. “Porque normalmente siempre cuando nacen los bebés se tira de papillas, purés y no es solo eso”, afirma.

Unos consejos que también comparte en sus redes sociales, donde exhibe su nueva vida doméstica y tranquila como “trimami”. Los focos del cine para adultos y la televisión han pasado a la historia.