Carla Conejo está especializada en divulgación y diplomacia científica
Carla Conejo, bióloga humana: "Los equipos más exitosos serán mixtos, con hombres, mujeres y minorías"
La científica catalana preside Hypatia Mars, una organización dirigida por mujeres que promueve la investigación espacial desde una perspectiva inclusiva, intergeneracional y multidisciplinar
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A veces los grandes proyectos nacen de forma casual. Basta un reencuentro, una charla informal y un propósito común para impulsar un sueño. Así nació Hypatia Mars, un proyecto científico liderado por las científicas catalanas Carla Conejo y Mariona Badenas cuyo propósito es acercar la investigación y exploración espacial a la sociedad; fomentar vocaciones científicas particularmente entre niñas y mujeres; y visibilizar referentes femeninos de las carreras STEAM.
La idea surgió en una fecha muy significativa, el 11 de febrero de 2021, Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Deseaban además crear algo duradero, intergeneracional, multidisciplinar y plural.
“Queríamos visibilizar el espacio como un lugar que tiene que incluir a toda la sociedad porque si en algún momento abandonamos nuestro planeta para ir a otro, la sociedad que construyamos allá tiene que ser representativa, plural, no solamente científica, tiene que haber poetas, escritoras, músicos”, cuenta Carla Conejo, cofundadora y colíder de la primera misión Hypatia en la Mars Desert Research Station de Utah, a Mujeres en Crónica.
La suya fue la primera y en 2025, dos años después, se llevó a cabo una segunda misión centrada en estudiar cómo impactaría en el cuerpo femenino la vida en Marte.
La falta de datos alimenta demasiadas incógnitas en una narrativa sobre la exploración espacial protagonizada hasta ahora por hombres. Pero lo cierto es que las misiones Hypatia van más allá de lo puramente científico. Plantean dilemas éticos y sociales que deberían ser inherentes a cualquier avance científico. Un ambicioso proyecto en busca de una sociedad más justa y paritaria.
Carla Conejo reside actualmente en Toronto donde trabaja en la universidad
- Sus investigaciones se centran en Marte, en la vida en ambientes hostiles, pero también desarrollan otros proyectos.
- La investigación se ha centrado en Marte, pero no necesariamente en la vida en Marte. Es decir, algunos proyectos se han centrado en encontrar vida en Marte o en cómo vive allí el ser humano. Cómo se adapta su salud en condiciones de microgravedad, con una atmósfera muy hostil, con radiación y todas estas cuestiones científicas. Pero después hay preguntas que no tienen nada que ver con la vida. Por ejemplo, cómo es el planeta a nivel geológico o cómo podríamos tener energía y crear un modelo de economía circular en el que nada es residuo y todo se utiliza.
- Hemos desarrollado proyectos de ramas tan distintas como la ingeniería, la astrofísica, la biología, la medicina, lo que llamamos factores humanos dentro del campo espacial, pero también hemos tenido proyectos artísticos. Hemos tenido artistas en residencia y ahora saldrá en septiembre un libro ilustrado sobre la experiencia Hypatia II. Nuestro objetivo es reflexionar, investigar sobre Marte desde diferentes disciplinas científicas y no científicas.
- Marte siempre ha despertado mucho interés, no solo en el ámbito científico sino entre el público en general. Ha inspirado literatura, arte, música, cine, ha estimulado nuestra imaginación… ¿A qué cree que se debe esto cuando no es el planeta más cercano ni siquiera el más accesible?
- Es cierto, pero también lo es que es el planeta más parecido a la Tierra. Gracias a numerosos estudios, existe la teoría de que Marte hubiera podido ser muy similar a la Tierra en el pasado. Por eso la eterna pregunta de si hay agua en Marte. Hay agua congelada, pero la cuestión es: ¿hubo agua que permitió la vida? El agua congelada permite la vida, lo sabemos por el permagel de los casquetes polares, pero no hemos encontrado vida en Marte ni agua líquida. Sí que a nivel geológico es interesante porque la información de la que disponemos nos hace pensar que, seguramente, hubo vida. Y si esto es así, aunque el planeta ha evolucionado durante millones de años y ahora sea muy hostil, cabría la posibilidad de que volviera a albergar vida de forma artificial instaurada por la mano humana. Quizás el interés y la fascinación viene de eso.
- Pero en cualquier caso, el universo siempre ha generado mucha fascinación desde diferentes disciplinas, también desde la filosofía, porque su proceso de creación es tan perfecto que ha permitido crear nuestra especie y un planeta que la alberga. Una especie como la nuestra que no solo piensa sobre el mundo exterior, sino que nos pensamos a nosotros mismos, sobre qué hacemos aquí y por qué somos tan especiales. Y es precisamente desde ahí, partiendo de este marco tan poético y romántico, donde nace nuestro proyecto porque pensamos que Marte se podía imaginar desde más allá de la ciencia y la ingeniería. Se podía pensar desde múltiples disciplinas que puedan seducir a un público que generalmente no se siente atraído por la ciencia.
- El poder de la imaginación para generar interés.
- Sí, y para llegar a más público. La divulgación consiste en esto, en encontrar maneras creativas de llegar a más audiencia, para que aprenda, que se empodere con información, pero de manera sutil, creativa, que entretenga también. Y el tema de nuestras misiones es muy entretenido porque generan mucho contenido. Además, pensamos que el hecho de que sean siempre mujeres quienes expliquen todo lo que hacemos es relevante porque, al final, es una información que la audiencia recibe desde una voz femenina cuando lo habitual es que sea masculina.
- En este sentido, creo que esto contribuye a generar referentes, sobre todo en niñas, y a que este inconsciente colectivo vaya haciendo mella.
- La clave es generar conciencia en edades tempranas.
- Sabemos, por ejemplo, que a la edad de seis años ya se empiezan a desencantar con algunas asignaturas científicas, como podrían ser las matemáticas, porque las niñas escuchan cosas como que a los niños se les dan bien las matemáticas mientras que ellas son más creativas. Lo escuchan muy pronto en casa y en otros entornos. Por eso nosotras, sobre todo con temas de divulgación, más allá del público general, si hacemos proyectos educativos los generamos específicamente para primaria.
- Usted es especialista en divulgación y diplomacia científica, ¿en qué consiste exactamente esto último?
- La diplomacia es el arte de la negociación entre naciones. Este tipo de diplomacia la conocemos muy bien. Pero también es verdad que en la historia de la humanidad en el momento en que la ciencia empieza a tener un papel relevante, ya sea en las antiguas expediciones o en la carrera espacial en los años 60, igualmente se requería un esfuerzo internacional grandioso. Podríamos entonces decir que la diplomacia científica es la disciplina que engloba los esfuerzos de negociación internacional relacionados con la ciencia.
- A mí me interesa porque nos da un ejemplo muy bonito de cómo las naciones, en ciertos temas, sí se pueden poner de acuerdo cuando hay un interés común por el progreso y el conocimiento. Y el espacio es, justamente, uno de los ejemplos más exitosos de diplomacia científica. Una estación espacial internacional no tiene país, no tiene bandera, es un proyecto colectivo.
- ¿Se comunica mal la ciencia?, ¿se hace de forma demasiado técnica como para que atraiga al público en general?
- Creo que hemos progresado muchísimo en los últimos 20 años. En España hay divulgadores buenísimos capaces de hacer llegar su conocimiento a la sociedad. Pero la ciencia avanza muy rápido, es importante mantener la actualidad y pienso que aún ocupa pocas portadas. En el telediario tenemos una sección de deportes que ocupa casi la mitad del informativo; a veces tenemos una sección de cultura. Pero, ¿por qué no consideramos cultura la ciencia cuando sí lo es? ¿Por qué la ciencia se piensa como algo inaccesible y la literatura o el arte no? Yo creo que esto es un error (...) Y creo que la mejoría tendría que venir de los medios tradicionales. Deberían dedicarle más atención y contar con profesionales especializados que puedan filtrar, elaborar una buena estrategia de comunicación para llegar al público.
- Ahora mismo hay un gran esfuerzo a nivel digital por tanto pienso que a los jóvenes ya les empieza a llegar todo ese conocimiento mucho más rápido porque no consumen medios tradicionales. Pero olvidar todo ese volumen de población que sí se dirige a los medios tradicionales es un gran error. La divulgación en nuestro país está muy infrafinanciada. Casi todos los divulgadores lo hacemos, en gran medida, por “amor al arte”. Y esto no es forma de avanzar.
La científica catalana participó en la primera misión Hypatia en el desierto de Utah_Cedida
- Tenemos un serio problema porque tampoco se financian proyectos o investigaciones y tampoco cuidamos a nuestros científicos.
- Es muy complicado porque además es una inversión a largo plazo, pero que revertiría positivamente. Yo soy optimista. Llevo muchos años dedicándome a esto y no ha hecho más que crecer pero, aún así, sigue siendo precario. Si cada año la financiación se multiplicara por dos, haríamos infinidad de cosas.
- ¿Reciben algún tipo de ayuda por parte de la Generalitat u otra institución para Hypatia?
- Hemos tenido apoyo de diferentes instituciones, sobre todo de Cataluña porque el proyecto nació allí. Pero la verdad es que, a día de hoy, no hay ninguna institución que nos financie de forma basal. Tenemos chutes. Ahora, por ejemplo, hemos recibido una subvención de la Generalitat; en su momento recibimos también su ayuda y de otras instituciones como la Fundación Catalunya la Pedrera, la Fundación Banc Sabadell, de la Fundación la Caixa a través de CosmoCaixa, pero ninguna se ha fidelizado. Y sin un flujo constante de ingresos es muy difícil ser estratégico, tener objetivos propios.
- En otros países, por ejemplo Canadá donde reside actualmente, ¿es similar o tienen más interés?
- Existe la visión errónea de que Canadá funciona como Estados Unidos y no es así. Funciona más como un sistema europeo de financiación central del gobierno y ayudas públicas. Hay instituciones, como un CSIC, con convocatorias ambiciosas y por tanto con bastante dinero a las que puedes aplicar. Pero proyectos como el de Hypatia no son tan frecuentes. Los proyectos aquí salen más de las instituciones que son las que tienen el respaldo legal y fiscal para poder desarrollarse.
- Además, yo diría que en Canadá no son muy fuertes en comunicación científica. Estoy en contacto con la comunidad que se encarga de la divulgación espacial y es relativamente pequeña. Muchas instituciones españolas y catalanas con menos presupuesto hacen muchísimo más. Creo que es un tema cultural.
- Un punto a nuestro favor. Quizás sea porque en España se invierten tan pocos recursos que hay que optimizarlos.
- Exacto, te organizas porque no te queda otra. Somos bastante buenos haciendo muchas cosas con poco dinero. Valemos un potosí.
- ¿Cómo se pueden fomentar vocaciones STEM en las niñas y cómo derribar los obstáculos que impiden a las mujeres romper el techo de cristal?
- Cuando se trata de fomentar vocaciones y estimular la curiosidad por la ciencia, nosotras tenemos bastante claro que ha de ser mediante referentes. Tener en tu libro de texto mujeres en vez de hombres y que además esos referentes sean cercanos es fundamental. Es decir, que pueda ser tu vecina, tu tía, una compañera o una amiga, mujeres cercanas que hagan cosas geniales y espectaculares.
- Luego, una vez ya entramos en las carreras científicas y quieres acceder a puestos de poder y te encuentras el techo de cristal y el de cemento, que es el que nos ponemos nosotras mismas, se trata de generar políticas y crear una legislación que permita a las mujeres acceder a sitios que hasta ahora no podían. Creo que es importante institucionalizar las decisiones porque si depende solo de la fuerza de voluntad de las mujeres, de que sean ellas las que no quieren dormir por la noche para avanzar en su carrera profesional, no lo vamos a conseguir. No se trata solo de inspirar. Entonces, discriminación positiva ¿sí o no? Si hubiera una buena regulación de base no haría falta, pero como no la hay quizá haya que seguir tirando de la discriminación positiva para llegar a un punto óptimo.
- ¿En cuanto al techo de cemento que comentabas?
- Es el que tiene que ver con el síndrome de la impostora, con las renuncias, con el pensar que no puedes acceder porque no lo harás lo suficientemente bien. Luego te das cuenta que en realidad tienes idealizada la manera en que otras personas, hombre y mujeres, cumplen ese rol. Pensamos que un directivo es una especie de superman y no es así. Todo el mundo tiene fallos, comete errores y tiene cosas que aprender. Y esta humildad en el aprendizaje del trabajo es una cosa muy femenina y muy poco masculina.
- Nosotros pensamos que siempre hay algo que aprender, sea cual sea mi posición. A un hombre le cuesta mucho asumir esto. Es un tema simplemente cultural y social. Seguro que si lo reflexionan son perfectamente conscientes de que han tenido que aprender cosas nuevas para hacer su trabajo pero no lo van a expresar, a visibilizar.
Hypatia Mars promueve la investigación especial desde una persperctiva multidisdiplinar, inclusiva y de género
- Ellos tienen menos reparos a la hora de optar a un determinado puesto. Sencillamente se lanzan.
- Esto es muy interesante. Hay un estudio científico de ciencias sociales que analizaba a nivel de application, de solicitud a un trabajo, cuáles eran los factores que motivaban a un señor o a una señora y se veía como el proceso de razonamiento llevaba al hombre a aplicar aunque cumpliera solo con el 70%, el 80% de los criterios de selección. En cambio la mujer si no cumplía el 100% de requisitos no se presentaba. Además, luego se seleccionaba más el mismo currículum encabezado por un hombre que por una mujer.
- Hay un sesgo clarísimo y no tiene por qué ser necesariamente consciente, es inconsciente. Viene del background cultural y social del que nadie tiene la culpa más que los condicionantes sociales y culturales que han caracterizado tu educación y tu contexto familiar. Precisamente por eso es importante generar los referentes que hemos mencionado, ir generando ideas, una plasticidad a nivel cerebral en los niños y niñas que verán el mundo de forma diferente a como tú lo ves.
- Eso es cierto, pero la excusa de que es algo inconsciente ahora ya no es válida. La mayoría de nosotras somos conscientes y hemos evolucionado mucho en ese aspecto. En cambio los hombres no.
- Sí. Creo que nosotras somos mucho más conscientes pero pienso que sigue haciendo falta un trabajo colectivo, no solo de las mujeres, sobre todo hay trabajo por hacer de los hombres. Y ojo que pienso que tenemos que aprender mutuamente. Nosotras tenemos un proyecto con un marcado liderazgo femenino y seguramente estamos anteponiendo el objetivo a los medios porque estamos haciendo una discriminación positiva. Pero los equipos más exitosos del futuro serán mixtos 100%, pero de todo el mundo: mujeres, hombres, minorías de las que no estamos hablando porque estamos generando simplemente esta dicotomía de hombres y mujeres cuando la sociedad es mucho más diversa.
- Se trata de que todo el mundo pueda acceder a estas oportunidades para que los equipos sean paritarios, para que sean los mejores, porque solo teniendo en cuenta todas las perspectivas y todas las visiones serán los mejores equipos de investigación o cualquier otra disciplina.
- ¿El mundo sería mejor si fuera más equitativo en este aspecto?
- Cien por cien sí. Y no solo a nivel de hombres y mujeres sino de diversidad. Que escuche todas las voces que existen en nuestra sociedad. Por eso nosotras, muy humildemente pero de la forma más profesional posible, intentamos que el proyecto tenga esta representación de diversidad disciplinar e intergeneracional. Es verdad que somos un proyecto muy pequeñito pero siempre decimos que nuestro objetivo es empoderar el colectivo femenino pero también de otras minorías. Supongo que poco a poco encontraremos la fórmula y los medios para poderlo hacer y tener tripulaciones más diversas, no tan blancas, más inclusivas. Esto es algo que tenemos muy presente a nivel estratégico. Pero, bueno, es lento. Al final es una carrera de fondo, pero, sin duda, el mundo sería mejor si fuera más equitativo.