La visita secreta de Felipe VI a un parque de atracciones catalán: "Fue el primero en inaugurarla"

A pesar de que la monarquía no es bien recibida en Cataluña por los nacionalistas catalanes, Felipe VI siempre ha tenido una vinculación especial con esta comunidad autónoma. Cabe recordar que en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona ‘92, cuando todavía era príncipe, él fue el abanderado de la delegación española.

Ha habido muchas ocasiones en que ha regresado. Y es que como príncipe y como rey, al monarca le encanta participar en actividades culturales y disfrutar como una más. Lo que no todos sabían, hasta ahora, es que vino de incógnito a un famoso parque de atracciones catalán.

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Como muchos pueden deducir, todavía no era rey. No fue el Tibidabo, que ya estaba inaugurado, sino uno de los parques temáticos más conocidos y de mayor prestigio del país y de Europa, Port Aventura. Además inauguró, de alguna manera, una de sus atracciones más icónicas, el Dragon Khan.

Así lo revelan Toni Villaró y Alberto Rey en un documental que se estrena este 21 de agosto y que habla de este conocido parque de diversiones y de esta espectacular montaña rusa que, en su día, causó gran sensación.

Un secreto muy bien guardado

La revelación llega a través de los testimonios recogidos en esta pieza que se estrena en el canal Parque a Parque. Allí se explica que, antes de la apertura al público. “Apareció con una comitiva muy pequeña, a escondidas”, avanzaron en una entrevista con Rac1.

Todo indica que fue por la tarde o de noche, en un momento en que el parque estaba cerrado. De este modo, el futuro monarca pudo experimentar en primera persona la que en aquel momento se consideraba la atracción más extrema del país.

Otras atracciones

Ahora, la atracción tiene otros duros rivales en el mismo parque. Huracán Cóndor, Shambala o Furious Baco, son solo algunos de los nombres de otras instalaciones que hacen subir la adrenalina a sus visitantes.

Aun así, para los catalanes, el Dragon Khan ocupa un lugar especial en su imaginario. Inaugurado en 1995, se convirtió de inmediato en uno de los símbolos de PortAventura y en una de las montañas rusas más espectaculares del mundo. 

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Una gran inversión

Con ocho inversiones y un diseño que desafiaba todos los récords europeos de la época, era el principal reclamo de un parque que nacía con la ambición de situar a Cataluña y a España en el mapa del ocio internacional.

Su silueta se empezó a vislumbrar en el horizonte cuando ya se daban los últimos retoques al parte antes de que abriera sus puertas por primera vez el 1 de mayo de 1995. Una estructura metálica de color rojo, desafiaba las leyes de la gravedad entre Vila-seca y Salou, anunciando las emociones que uno podría encontrar en Port Aventura.

Cómo es el parque

El Dragon Khan era la atracción estrella de un parque que prometía y promete viajar por el mundo sin salir de Cataluña. Desde su inauguración, y hasta hoy, el parque se estructuró en áreas temáticas inspiradas en diferentes culturas y lugares del mundo: Mediterránea, Far West, México, Polinesia y China. Y es en esta última donde se ubica la montaña rusa inaugurada por Flipe VI.

El complejo experimentó un crecimiento continuo, ampliando su oferta y convirtiéndose en PortAventura World, un resort que integra tres parques: PortAventura Park, el Caribe Aquatic Park y Ferrari Land, inaugurado en 2017. Este último alberga el Red Force, la montaña rusa más alta y rápida de Europa, capaz de alcanzar los 180 km/h en solo cinco segundos.

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El parque también ha desarrollado una amplia oferta hotelera tematizada, espectáculos en directo y campañas estacionales como Halloween o Navidad, al más puro estilo parque estadounidense. Con ello, PortAventura se ha consolidado como uno de los destinos de ocio más importantes de Europa.

30 años, mismo éxito

Tres décadas después de su inauguración, PortAventura mantiene su popularidad, igual que el Dragon Khan. Según los responsables del parque, ésta sigue siendo una de las atracciones más visitadas y un símbolo para generaciones que lo han convertido en parte de su memoria.

La anécdota de la primera visita de Felipe VI al Dragon Khan le da ahora un nuevo halo, un nuevo detalle a esta montaña rusa que hizo olvidar a los catalanes que, en su día, perdieron la oportunidad de ubicar EuroDisney. Con PortAventura en marcha, eso ya importa a muy pocos.