Estos son los nuevos radares de Cataluña: dónde están

Los radares son unas de las medidas preventivas más odiadas de la seguridad vial. Sancionan a los conductores imprudentes y, en muchos casos, nunca se sabe dónde están y cazan a casi cualquiera.

Cataluña es famosa por algunos de sus radares que multan mucho o que son los que más infractores cazan por su particular ubicación. Los responsables de Interior del Estado y de las diferentes comunidades autónomas defienden su función, pero los conductores los siguen odiando. Mucho. Por eso, cada vez que hay uno nuevo, se teme lo peor. Y ha sucedido.

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En pleno verano, el Servei Català de Trànsit ha anunciado que refuerza la vigilancia en las carreteras catalanas y hay una provincia que se teme lo peor: Lleida.

Esta zona del interior de Cataluña ha visto como en poco tiempo aparecían res nuevos radares. ¿Por qué? La Administración alga que, lamentablemente, la medida llega después de un repunte de la siniestralidad en la demarcación.

Muertes en la carretera

Los últimos datos indican que, desde principios de año, un total de 15 personas han perdido la vida en las tierras de Lleida, ocho de ellas solo en el mes de julio. Las principales causas de estos accidentes han sido distracciones al volante, episodios de somnolencia y exceso de velocidad. 

No son las únicas, también hay siniestros causados por no llevar puesto el cinturón de seguridad en algunos conductores y por circular en sentido contrario en uno de los casos más graves. 

Nuevos radares móviles

Como no se puede intervenir en todo, uno de las herramientas que se han visto más efectivas son los radares y hay tres nuevos. Tres.

Los dispositivos que ya están en funcionamiento son los llamados carros radar, equipos móviles de control de velocidad que funcionan de manera autónoma y están diseñados para resistir posibles actos vandálicos. 

Dónde están

Se han colocado en puntos estratégicos de las carreteras más transitadas de la provincia de Lleida. En la autovía A-2, a la altura de Cervera, ya está activo uno de los nuevos radares. 

Otro se encuentra operativo en la C-12, en Balaguer, y un tercero se instala en Vilagrassa (Urgell). A estos se suma un cuarto dispositivo situado en Jorba (Anoia), que refuerza el control en la conexión por autovía entre Lleida y Barcelona.

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Estos radares estarán en servicio como mínimo durante todo el mes de agosto, aunque Trànsit no descarta ampliar su permanencia en función de los resultados que se obtengan en materia de seguridad vial.

Refuerzo de los controles policiales

Paralelamente a la instalación de radares, los Mossos d’Esquadra han incrementado la intensidad de los controles de velocidad en la zona. Según datos de la policía catalana, durante una semana se produjo un aumento del 30% en los operativos, que se realizan de día y de noche de manera ininterrumpida.

El objetivo de este despliegue es detectar conductas de riesgo en cualquier franja horaria, especialmente en trayectos cortos o cotidianos, que son los que suelen registrar un mayor número de siniestros.

Cómo actúan los Mossos

El jefe del Área Regional de Trànsit de Ponent, Damià Larriba, admite que son “inasumibles” las cifras actuales de víctimas mortales. Larriba recordaba a la prensa de Lleida que la mayoría de personas fallecidas eran vecinos de la zona que realizaban desplazamientos habituales, como ir a trabajar o volver a casa, y que en algunos de los casos no llevaban el cinturón de seguridad o conducían demasiado rápido.

Otro de los elementos a tener en cuenta en las carreteras de Lleida durante el verano es la presencia de animales. Según Trànsit, un 28% de los accidentes estivales en esta provincia se deben a la irrupción de fauna en la vía. Ciervos, jabalíes y otros animales cruzan con frecuencia carreteras secundarias y autovías, aumentando el riesgo de colisiones.