El barrio residencial de Vilanova i la Geltrú donde vive Sergi López: “Me encanta sentarme en una terraza y esperar a que pase alguien para charlar”

El barrio residencial de Vilanova i la Geltrú donde vive Sergi López: “Me encanta sentarme en una terraza y esperar a que pase alguien para charlar” CRÓNICA GLOBAL

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El barrio residencial de Vilanova i la Geltrú donde vive Sergi López: “Me encanta sentarme en una terraza y esperar a que pase alguien para charlar”

El protagonista de 'Sirât' reside en una zona cargada de arte urbano y de gente humilde, alejada de los focos

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El actor Sergi López, uno de los nombres más reconocidos del cine en Cataluña. Ha desarrollado una carrera internacional sólida con películas como Pa Negre, El laberinto del fauno o Sirât, premiada en Cannes. Además, durante años se convirtió en estrella del cine francés con Harry, un amigo que os quiere o Sólo los niños van al cielo.

A pesar de este reconocimiento, el catalán es una persona humilde, que recuerda de donde viene y mantiene una relación firme con sus orígenes. Siempre ha tenido muy claro su relación con el circo, arte con el que empezó a actuar, y sobre todo, con su lugar de nacimiento, Vilanova y la Geltrú.

Son pocas las entrevistas en que el protagonista de Sirât no menciona a esta localidad costera de Cataluña que le ha visto crecer. Poco importa que su actividad profesional lo haya llevado a escenarios muy diversos, su vida personal se ha mantenido anclada a un entorno muy concreto, el de la capital del Garraf y, más concretamente, su barrio, Sant Joan, también conocido como L’Aiguacuit.

Este núcleo urbano se consolidó entre finales de los años 50 y principios de los 60, en torno a una promoción de viviendas sociales. De origen humilde, la zona fue creciendo con familias procedentes de diferentes partes de España

Un barrio con raíces y comunidad

La mezcla de orígenes y el sentido comunitario llevaron a la creación de la primera asociación de vecinos de la ciudad, una estructura que todavía hoy sigue activa. Toda esta historia ha convertido a Sant Joan en un barrio tan humilde como residencial. Como López, internacional, pero humilde.

El barrio no se distingue por una arquitectura monumental ni por la presencia de puntos turísticos, pero sí por una urbanización pensada para los residentes. Las calles amplias, los bloques de vivienda media, las zonas ajardinadas y los servicios básicos de proximidad hacen de este lugar una zona práctica y funcional. 

Arte urbana en el barrio de Sant Joan de Vilanova

Arte urbana en el barrio de Sant Joan de Vilanova AYUNTAMIENTO DE VILANOVA I LA GELTRÚ

Ideal para un restaurante

Aquí se encuentran escuelas, institutos, supermercados, farmacias y espacios deportivos, todo en un radio que se puede recorrer a pie. Y, en su día, el restaurante que abrió Sergi López, junto a Jordi Trillas i Joan Pujol, el Negre Fum.

Y es que Sant Joan ha sabido construir una identidad propia dentro de la ciudad que enamora y retiene a Sergi López y a muchos de sus vecinos. Su gente es un valor y prueba de ella es que se ha convertido en un espacio donde el arte urbano refleja la vida del barrio. Los edificios antiguos cobran vida con retratos del pasado y presente de Sant Joan y sus gentes.

Una vida discreta y cercana

La manera de ser de Sergi López refleja esa actitud sencilla y poco mediática del barrio y del propio actor. Su vida no está rodeada de flashes ni de titulares, y eso se traslada a su elección de residencia. 

De hecho, él está encantado de vivir allí. “Me encanta sentarme en una terraza de mi pueblo y esperar a que pase alguien para charlar”, ha declarado en más de una ocasión. Asegura que allí tiene su gente, aquella que lo mantiene en contacto con la realidad y alejado de los flashes.

“Tengo la suerte de vivir en un pueblo donde ya no soy noticia, me siento en el bar y me tomo un café y la gente me dice... ¡eh!, sin más”, reconocía hace poco en Time Out. Afirma incluso que la gente de su entorno “no está en ese mundo de ostentación y repercusión mediática, está muy lejos de todo eso”. López y Sant Joan pacen mantener una actitud y espíritu común.

El barrio de Sant Joan no presume de ser un lugar exclusivo. No está entre las zonas más cotizadas ni aparece en guías de arquitectura urbana, le basta con mantener su valor por razones que no tienen que ver con la espectacularidad. Lo más espectacular son sus murales llenos de arte. 

Un lugar de calma y cercanía

Es un lugar de vida ordinaria, de repetición diaria, de rutinas conocidas. Precisamente en esa repetición es donde encuentra sentido quien, como López, busca una conexión tangible con lo cotidiano.

En más de una ocasión, Sergi López ha manifestado que no siente la necesidad de mudarse. Tiene en Vilanova y en su barro, Sant Joan, su lugar en el mundo. Un barrio residencial de clase trabajadora, bien conectado, alejado del centro turístico, con una comunidad estable, espacios públicos aprovechables y un ritmo tranquilo. Nada parece excesivo ni diseñado para deslumbrar. Y, sin embargo, ahí es donde ha decidido estar, conversar, vivir.