No es Barcelona: una plaga obliga a fumigar 50 zonas de esta ciudad catalana

No son mosquitos tigre, ni cucarachas, ni esos chinches llamados escuditos que se colaban en las casas de los catalanes hace unos años. Una nueva plaga está afectando a una importante ciudad de Cataluña hasta el punto que su ayuntamiento ha tenido que tomar medidas.

No es Barcelona ni ninguna de sus ciudades colindantes, el municipio afectado es Terrassa, que ha visto como en las últimas semanas proliferaban las Galeruca del Olmo (Xanthogaleruca luteola) en su arbolado urbano, unos bichos pequeños, pero cuya presencia empieza a ser problemática.

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La plaga se extiende ya por unas 50 zonas distintas repartidas por toda la ciudad, aunque una de las áreas más afectadas es el parque de Vallparadís. De hecho, este es uno de los focos más recientes donde se han realizado múltiples actuaciones por parte del consistorio. 

El Ayuntamiento de Terrassa ha desplegado este julio una campaña de tratamientos fitosanitarios para contener la proliferación acelerada de este animal que, pese a ser inofensivo para el hombre, cada vez resulta más molesto.

Zonas afectadas

Las zonas donde hay más afectación y se realizan intervenciones incluyen barrios como La Maurina, Pla del Bon Aire, Can Boada del Pi, Ca n’Aurell, Can Jofresa, Ca n’Anglada, Cementiri Vell, Grups de Montserrat, Poble Nou‑Zona Esportiva, Sant Llorenç, Segle XX, Sant Pere Nord, Can Petit, Xúquer, y Els Bellots. En cada caso se localizaron ejemplares con daños visibles: hojas esqueletizadas, presencia masiva de larvas y adultos, indicativos de infestación avanzada.

Galeruca del Olmo WIKIPEDIA

Actuación del Ayuntamiento

El plan municipal sigue una estrategia de lucha integrada basada en múltiples técnicas. Se combinan tratamientos fitosanitarios específicos con bajo grado de toxicidad y la endoterapia (inyección directa de insecticida en el sistema vascular del árbol).

Asimismo, se ha activado un programa de control biológico que incluye cajas nido para aves insectívoras (herrerillos, ruiseñores) distribuidas por toda la ciudad. También se aplican liberaciones de fauna auxiliar, cortes selectivos de césped para fomentar sus hábitats y sustitución progresiva de especies vulnerables. Todo para contener esta plaga.

Mecanismos de control

El control biológico se apoya en una infraestructura consolidada de casi 300 cajas nido, entre aves insectívoras y rapaces, distribuidas en parques y áreas verdes. La presencia de estos depredadores naturales contribuye a mantener las poblaciones de galeruca dentro de niveles tolerables, actuando como barrera biológica complementaria a las medidas químicas.

Por el momento, en el parque Vallparadís, epicentro de las intervenciones recientes, se han pulverizado directamente las copas y follajes afectados, actuando en los olmos con defoliación destacada. Esta intervención está acompañada del regreso paulatino a zonas residenciales colindantes, donde también se ha detectado actividad intensa de la plaga.

Qué tipo de bicho es

La Galeruca del Olmo es un insecto pequeño, que mide entre seis a ocho milímetros, de color amarillo verdoso con franjas oscuras en los élitros. El problema es que se reproduce rápidamente, ya que las hembras depositan cientos de huevos en el envés de las hojas. Las larvas se alimentan de tejido foliar, provocando una defoliación tipo “esqueleto” que, si se repite varias veces al año, debilita el árbol y puede comprometer su vitalidad en temporadas sucesivas.

Los vecinos de Terrassa pueden estar tranquilos, la Galeruca no transmite enfermedades como la grafiosis, responsable de la devastación de olmos en otras regiones, pero su acción corrosiva puede debilitar seriamente los árboles, dejándolos expuestos a enfermedades secundarias. Por eso, la intervención temprana se considera indispensable incluso en ausencia del hongo patógeno.

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El ciclo biológico del insecto comienza con los adultos que hibernan durante el invierno en hendiduras de corteza y reaparecen en primavera para depositar huevos y reproducirse. Las larvas actúan durante semanas y después se meten en el suelo o en hendiduras del tronco. En verano, pueden darse hasta dos generaciones, lo que explica la necesidad de vigilancia constante en los meses cálidos.

Las inspecciones visuales periódicas durante primavera y verano permiten detectar los primeros racimos de huevos o larvas, clave para planificar intervenciones a tiempo. En otros países se utilizan trampas o tiras insecticidas en tronco, aunque en Terrassa esas técnicas no forman parte de la estrategia prioritaria, que da preferencia a métodos biológicos y endoterapia.

Cómo controlar la invasión

El Ayuntamiento indica que las fumigaciones se han ejecutado solo en zonas con infestación elevada, y que la mayoría de áreas no han requerido más que el mantenimiento biológico y vegetal. El objetivo declarado es mantener la salud del arbolado urbano sin comprometer el ecosistema ni la exposición de la población a químicos.

La campaña incluye además la sustitución progresiva de especies arbóreas vulnerables por otras menos proclives a plagas. Esta renovación forma parte de una visión de sostenibilidad a largo plazo que busca proteger los espacios verdes de Terrassa frente a nuevas amenazas fitosanitarias.

El plan se extiende hasta el control y seguimiento de zonas residenciales y parques menores. En barrios densos como Ca n’Anglada o Can Jofresa se escalona el calendario de actuaciones según el grado de infestación detectado, de manera que los recursos se asignan de forma eficiente.