Este es el singular barrio de Barcelona donde vive Joan Manuel Serrat: con un espíritu alternativo y aire de pueblo

El 22 de diciembre de 2022 se despidió de la que había sido su "casa" durante muchos años. Toda una vida dedicada a la música y a su público (casi 60 años) que dio lugar a una carrera dorada, repleta de éxitos.

El Palau Sant Jordi de Barcelona acogió agradecido la que fue su última actuación antes de bajarse de manera oficial de los escenarios. Aun así, sus ganas de seguir en activo a sus casi 82 años le hicieron reivindicar su derecho a no jubilarse todavía. Porque Serrat aún tiene mucho por dar.

Siendo uno de los artistas de este país con mayor reconocimiento y creador de las bandas sonoras de mucha gente, siempre ha valorado mucho el gran cariño que ha recibido, algo por lo que ha asegurado sentirse muy agradecido.

Un gran reconomicento externo que se materializó el pasado año, cuando fue galardonado con el Premio Princesa de Asturias de las Artes, mediante el que se le reconocía su dilatada trayectoria musical, al ser “mucho más que un referente artístico para varias generaciones a las que ha hecho felices”.

Y en esas cerca de seis décadas consagradas a su gran pasión, Serrat ha adquirido diversas propiedades en las que poder desconectar y cambiar de aires. Si bien vive en una vivienda de Barcelona, situada más concretamente en una de sus zonas más antiguas.

El singular barrio en el que reside Serrat

A pesar del peso de su fama, cuentan de Serrat que es un hombre muy natural y discreto. Puede que su estilo nada ostentoso y su vida tranquila hayan influenciado en la elección de este barrio de la Ciudad Condal, el cual posee características propias que lo diferencian de otros más conocidos.

Se trata del barrio de Vallcarca, en el que el cantautor catalán tiene una casa unifamiliar con jardín. La vivienda cuenta con una posición privilegiada: al estar en una zona elevada proporciona grandes vistas a la ciudad.

Lo cierto es que Vallcarca i els Penitents es uno de los barrios más singulares del distrito de Gràcia, en Barcelona. Situado entre el Park Güell y la sierra de Collserola, su historia refleja la transformación de un paisaje rural en una zona urbana con fuerte personalidad.

La historia que alberga

Originalmente, este territorio estaba compuesto por masías y cultivos, atravesado por los torrentes de Vallcarca y el Farigola.

A lo largo del siglo XIX, la llegada de nuevas infraestructuras como la carretera de la Rabassada y el crecimiento de la población propiciaron la aparición de pequeños núcleos residenciales, especialmente alrededor de los caminos naturales que conectaban con la ciudad.

Barrio de Vallcarca antiguamente Ayuntamiento de Barcelona

Uno de los elementos históricos más relevantes del barrio es el santuario del reclusorio de los Penitentes, construido en el siglo XIX y que dio nombre a parte del barrio.

A lo largo del siglo XX, con la llegada del metro y el crecimiento urbano, Vallcarca i els Penitents vivió una evolución desigual, combinando espacios verdes y zonas densamente urbanizadas.

Barrio de Vallcarca antiguamente Ayuntamiento de Barcelona

Así es el barrio actualmente

Hoy en día, el barrio conserva ese carácter mixto: entre lo natural y lo urbano, lo moderno y lo tradicional. A pesar de los cambios urbanísticos y los retos que ha afrontado, su comunidad mantiene un fuerte sentimiento de pertenencia y una identidad propia, reflejada en sus fiestas, asociaciones vecinales y proyectos ciudadanos.

Un barrio con cierto encanto bohemio, de espíritu alternativo, donde las calles empinadas y las casas antiguas evocan la tranquilidad de lo que podría ser un pueblo dentro de la ciudad.

Vallcarca Ayuntamiento de Barcelona

Con todo, se podría decir que Vallcarca i els Penitents representa una Barcelona distinta: lejos del bullicio turístico, con una identidad vecinal fuerte y espacios por redescubrir. Aquí la cultura adquiere un gran peso y hay un destacado ambiente de comunidad.

Su valor paisajístico, su legado histórico —como el antiguo reclusorio que dio nombre a los Penitents— y la vitalidad de sus vecinos lo convierten en un lugar ideal para quienes buscan calidad de vida, conexión con la naturaleza y una comunidad activa.

Vallcarca Ayuntamiento de Barcelona

Así, este barrio ubicado en la parte alta del distrito barcelones de Gràcia ofrece un entorno más tranquilo, pero sin renunciar a la accesibilidad que proporciona el hecho de tener el centro a pocos minutos.

En cuanto al precio por metro cuadrado en Vallcarca alcanza los 4.720 euros para la compra de una vivienda (según los últimos datos de junio de este año emitidos por Idealista). Un coste inferior a la media del distrito de Gràcia, aunque próximo al precio general que presenta Barcelona.

Con un plan urbanístico pendiente

Hay otra cara que define al barrio desde hace décadas y es que tiene pendiente la puesta en marcha de dos planes urbanísticos desde su aprobación en 2019 y 2022.

El primero responde a la contrucción de una "rambla verde", para la cual es necesario echar abajo bloques de viviendas y locales comerciales; mientras que el segundo tenía por objetivo consturir un parque, además de cerca de 522 nuevos pisos (205 de protección oficial y 322 destinados a la venta libre). Dos proyectos que han dividido al barrio, de manera que el consistorio de Barcelona se ha encontrado con la posición contraria de parte de los vecinos, a la vez que la otra parte pide que se lleven a a cabo.

La avenida objeto de estos planes, la de Vallcarca, cuenta con residentes que viven situaciones muy dispares. Por una parte, puedes encontrar desde residentes, tanto de alquiler como con vivienda propia, que presentan un derecho a expropiación o realojo. Por otra, también hay vecinos que no disponen de la antigüedad necesaria para recibir una recompensa ecónomica en el momento de dejar al vivienda.

Y luego están los inmuebles que han sido ocupados, los locales que tienen contratos precarios e incluso zonas chabolistas, con asentamientos en naves después de derruir una comunidad de barracas formado en la calle.

Un barrio que presenta muchas realidades en el conjunto de habitantes que alberga y unos vecinos divididos, que no dudan en alzar la voz y movilizarse en favor del barrio que aspiran tener.