Un neuroncólogo durante una intervención
La importancia del abordaje multidisciplinar en el tratamiento neurológico
Cerebro, columna, nervios… el sistema nervioso es un complejo laberinto. Cuando algo falla, encontrar el diagnóstico y tratamiento adecuados es un reto. Por eso, la colaboración entre neurólogos y neurocirujanos resulta clave para iniciar un procedimiento completo y eficaz
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¿Acudo a un neurólogo? ¿A un neurocirujano? A menudo, frente a patologías relacionadas con el sistema nervioso surge la duda sobre qué profesional médico debe llevar el tratamiento. Sin embargo, cuando se habla de patologías complejas -como pueden ser los tumores, las epilepsias refractarias, malformaciones vasculares o la hidrocefalia, entre otras- la respuesta también es compleja y hay mayores posibilidades de éxito si cada caso es abordado por un equipo multidisciplinar que aporte diferentes conocimientos y habilidades.
La complejidad de estas afecciones requiere una comprensión profunda de la fisiopatología subyacente (tarea primordial del neurólogo) y la destreza técnica para realizar procedimientos quirúrgicos precisos y seguros en caso de ser necesarios (competencia esencial del neurocirujano).
Pero independientemente de la especialidad, el objetivo común para ambos tipos de profesionales es lograr que el paciente mejore o llegue a curarse con la menor pérdida de calidad de vida posible. Y, por eso, cada vez son más los centros médicos y hospitales que cuentan con equipos multidisciplinares que difuminan las tradicionales barreras entre equipos en beneficio del paciente.
Las patologías del sistema nervioso requieren de un equipo multidisciplinar que incorpore todas las especialidades
Abordaje integral de los tumores cerebrales
Un buen ejemplo es la pionera Unidad de Neurooncología Compleja del nuevo Hospital Quironsalud de Zaragoza, que abrió sus puertas a primeros de año. "Haber conseguido poner en marcha un equipo multidisciplinar que incorpore todas las especialidades que intervienen en el tratamiento del cáncer cerebral y la radiocirugía intracraneal representa un hito para todo el equipo de Quironsalud Zaragoza", asegura el doctor Ricardo Escó, jefe de la Unidad de oncología radioterápico de Quirónsalud Zaragoza.
Así, la Unidad de Neurooncología Compleja está compuesta por un equipo de diez profesionales entre neurocirujanos y neurólogos, a los que se suman además oncólogos médicos, oncólogos radioterápicos y físicos. Como explica el doctor Escó, "es en la coordinación de todo el equipo donde reside su principal valor. Esta integración entre oncología y neurooncología permite un enfoque completo de la patología y no solo aproximaciones parcelarias de cirugía, radioterapia o quimioterapia".
Epilepsia refractaria, cuando la cirugía da esperanzas
En España, se calcula que hay en torno a 350.000 casos de epilepsia y, de ellos, el 25% sufre un tipo que no mejora con los fármacos, conocida como refractaria. En estos casos, la colaboración entre neurólogos especializados en epilepsia (epileptólogos) y neurocirujanos es determinante.
El doctor Antonio Gil-Nagel Rein, referente internacional en la materia, es director de la Unidad de Epilepsia del Hospital Ruber Internacional, una unidad formada por neurólogos y neurocirujanos que trabajan codo con codo para ofrecer una alternativa a ese 25% de pacientes que no mejora solo con la farmacología.
En estos casos, explica que "en los últimos años se han desarrollado dos técnicas, la estéreo-electroencefalografía o E-EEG y la termocoagulación, que, utilizadas de forma conjunta, permiten localizar y tratar el foco epiléptico cuando la resonancia magnética o RM es normal".
¿Cómo es el procedimiento? El doctor Gil-Nagel especifica que “mediante el análisis de fuentes utilizando doble número de electrodos de superficie podemos obtener señales que mediante herramientas informáticas avanzadas localizan la señal eléctrica anormal y la correlacionamos con la resonancia magnética. Así detectamos mucho mejor el foco epiléptico”. Ocurre en 9 de cada 10 ocasiones.
Y una vez se ha detectado el foco por el neurólogo, es la hora del neurocirujano: “Podemos realizar cirugías mínimamente invasivas, como la termo coagulación y el láser, que sustituyen a menudo las cirugías convencionales”, señala.
Malformaciones vasculares, ¿observar o intervenir?
Las malformaciones vasculares cerebrales, como los aneurismas y las malformaciones arteriovenosas (MAVs), representan un riesgo claro de hemorragia cerebral. Evaluar correctamente este riesgo es clave para determinar el tratamiento adecuado.
Esta evaluación, la decisión de intervenir quirúrgicamente o mantener una actitud expectante, requiere necesariamente del trabajo conjunto de distintos profesionales que estimen el riesgo de ruptura, el tamaño y la localización de la malformación, así como del estado general del paciente. Mientras los neurocirujanos pueden emplear técnicas microquirúrgicas o endovasculares para tratar estas lesiones, la colaboración con el neurólogo es esencial para el seguimiento a largo plazo y la prevención de posibles complicaciones.
Parkinson o hidrocefalia, la colaboración es necesaria
El Parkinson es una enfermedad que en España suma 10.000 nuevos casos al año. Se trata de la segunda enfermedad neurodegenerativa con mayor prevalencia, solo por detrás del Alzhéimer, la cual se ha duplicado en los últimos 25 años debido, en gran parte, al envejecimiento de la población.
Hasta hace poco se mantenía una cierta visión rígida de ella, pero cada vez más se entiende como un trastorno diverso y complejo que afecta a múltiples sistemas y no siempre afecta de la misma manera a los pacientes. De hecho, el temblor, uno de los síntomas más asociados a esta enfermedad sólo se da en 6 de cada 10 pacientes.
La Unidad de Párkinson avanzado del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón es una de las unidades funcionales del servicio de Neurología que trabajan por resolver casos desde un enfoque integral, multidisciplinar (con la colaboración de neurólogos, neurocirujanos, enfermeros, fisioterapeutas, psicólogos y otros profesionales) y personalizado. Esta unidad está especializada en el manejo de los pacientes con Parkinson avanzado y otros trastornos del movimiento con procesos hiperquinéticos (disfonía, tics, corea, temblores, etc.) de difícil diagnóstico y que tienen complicaciones para responder favorablemente a otros tratamientos de su enfermedad.
El parkinson es una enfermedad neurodegenerativa muy común en las personas mayores
"Tener una unidad especializada garantiza un mejor manejo de pacientes con enfermedad de Párkinson que por evolución o complejidad requieran un tratamiento más específico o el desarrollo de técnicas más complejas para su uso en la consulta de neurología general de una forma integral y multidisciplinar, la cual se refuerza con el uso de la última tecnología y la implicación médica por la investigación", concluye Juan Manuel Oropesa, neurólogo y coordinador de la Unidad de Parkinson avanzado del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón.
Algo similar ocurre con la hidrocefalia, una patología caracterizada por una acumulación anormal de líquido cefalorraquídeo en los ventrículos cerebrales. El neurólogo es quien suele dictar el diagnóstico a través de la evaluación clínica y las pruebas de imagen. Sin embargo, el tratamiento a menudo requiere de la colocación quirúrgica de una derivación ventriculoperitoneal por parte del neurocirujano para drenar el exceso de líquido.
Así que, en definitiva, quizá no es tan importante como pacientes preguntarse si se debe acudir a un neurólogo o a un neurocirujano, sino si los profesionales a los que se acude trabajan desde un enfoque multidisciplinar donde la experiencia complementaria de neurólogos y neurocirujanos ofrezca una atención integral desde el diagnóstico preciso hasta el tratamiento quirúrgico avanzado y el seguimiento a largo plazo.
Esta colaboración no solo optimiza los resultados clínicos, sino que también mejora la calidad de vida de quienes enfrentan estos desafíos neurológicos.