La red de embalses catalanes arroja una buena noticia: las reservas de agua han aumentado por primera vez en cuatro meses. Lo han hecho gracias a las lluvias caídas en los últimos días en Cataluña, más certeras que las anteriores, al haber regado las correspondientes cabeceras. Y es el icónico pantano de Sau (Barcelona) el que lidera esta pequeña remontada, aunque insuficiente para dejar atrás la amenaza de la sequía.
La masa de agua que inunda el antiguo pueblo de Sant Romà de Sau no ha dejado de aumentar en los últimos 11 días. A fecha de 19 de octubre, han entrado 3,6 hectómetros cúbicos (hm3) de recursos hídricos hasta los 33,4 al tiempo que el pantano ha crecido del 18 al 20,20%. En verano, había perdido la mitad de sus reservas por lo pobre de las lluvias y la gestión de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA), que redirige el agua a otros puntos para garantizar la calidad de la red.
La red de pantanos resiste
El embalse de Osona (comarca en la que se han registrado hasta 50 litros de precipitación en un solo día) ha empujado al sistema Ter-Llobregat a mejorar sus registros a fuerza de recibir agua desde el 9 de octubre. De esta forma, la red, a la baja hasta el día 15, ha ganado 2 hm3 y tres décimas porcentuales en los últimos cinco días, y se encuentra al 29,2% con 179 hm3.
Además, Sau aporta cerca de una quinta parte de las reservas que abastecen a 6 millones de vecinos de 202 municipios de Barcelona y Girona.
Lo mismo sucede con respecto a las cuencas internas, en las que también se integran los embalses de parte del territorio de las provincias de Tarragona y de Lleida. Aunque aquí, la única aportación significativa ha sido la del sistema Ter-Llobregat, ya mencionada. Ahora, la totalidad de los recursos hídricos que dependen de la Generalitat suponen 192 hm3, un 27,6% de la capacidad total.
Cabe recordar que los catalanes consumen 1 hectómetro cúbico al día, es decir, mil millones de litros de agua diarios. De estos, la mitad procede de procesos no convencionales como la desalinización o la potabilización. Es por ello que las actuales reservas permitirían abastecer a la población aproximadamente un año aunque no lloviera nada.
Estado de los embalses en Cataluña
La mejoría del pantano de Sau es la más destacable, pero también merece mención la de La Baells, con 1,57 hm3 más de agua. Los siguientes enclaves han visto aumentar sus registros en los últimos cinco días, coincidiendo con el incremento de las cuencas internas:
- La Baells (el Berguedà, Barcelona) al 41,6% (+0,4%) y 45,52 hm3 (+1,57).
- El Foix (Alt Penedès, Barcelona) al 2,6% (+3,3) y 69,6 hm3 (+0,12).
- La Llosa del Cavall (el Solsonès, Lleida) al 24,4% (+5,39) y 19,53 hm3 (+0,52).
- Sant Ponç (el Solsonès, Lleida) al 35,5% (+1,3) y 8,65 hm3 (+0,3).
Hay dos embalses que se mantienen impasibles ante las lluvias. Se trata del de Riudecanyes y el de Siurana, totalmente secos e inservibles desde inicios de año, hoy por debajo del 1 y 2% respectivamente. Se sitúan en el Priorat y Baix Camp respectivamente, ambos en Tarragona.
¿Y qué pantanos empeoran a pesar de las precipitaciones? Son dos los que retroceden un par de puntos porcentuales en la última semana:
- Susqueda (La Selva, Girona) al 30,7% (-1,1) y 71,49 hm3 (-2,57)
- Darnius Boadella (Alt Empordà, Girona) al 16,9% (-0,2) y 10,36 hm3 (-0,06).
La excepcionalidad por sequía aún acecha
Los documentos de la Generalitat y la ACA contemplan la declaración de la fase de excepcionalidad por sequía cuando las reservas del sistema caigan por debajo del 25%. Una cifra que queda algo más lejos hoy respecto a inicios de octubre, pero no mucho más:
- Sistema Ter-Llobregat: 29,2%
- Cuencas internas (la totalidad de las reservas): 27,6%
Cuando Cataluña vuelva a la excepcionalidad por sequía, se establecerán restricciones. El consumo máximo permitido por habitante y día será de 230 litros y deberán cumplirlo ciudadanos, servicios, fábricas y comercios, entre otras limitaciones.