Las discotecas catalanas proponen que los porteros también requisen armas blancas

Una nueva normativa de espectáculos, más mediación con los vecinos y el foco puesto en la seguridad. En especial, ante el auge de armas blancas en la vía pública. Estos son los pilares en los que se sustenta la nueva hoja de ruta para que las discotecas, las salas de espectáculos y la Generalitat puedan empezar a resolver los deberes pendientes del sector de ocio nocturno en Cataluña. 

En un encuentro mantenido ayer entre varios representantes de la noche catalana con la nueva directora general de Administración de Seguridad, Joana Ricardo, y el subdirector general de Espectáculos Públicos, Joan Camps, la administración reconoció que se está trabajando con una normativa de espectáculos obsoleta, la ley 11/2009. 

Más competencias para los controladores 

Esta norma, que regula los espectáculos públicos y las actividades recreativas, está vigente desde 2009, y para los representantes del ocio nocturno catalán, el sector ha evolucionado de forma radical en los últimos años, exigiendo un nuevo reglamento adaptado a los retos actuales. En especial, en materia de seguridad y convivencia con los vecinos. 

Las discotecas del Frente Marítimo y Barcelona 'sellan' su paz: el CSIC convivirá con Opium, Pachá y Shoko

Es por ello por lo que el sector -representado por la Federación Catalana de Locales de Ocio Nocturno (Fecalon), la Asociación de Salas de Conciertos de Cataluña (ASACC) y el Gremio de empresarios de discotecas de Barcelona y provincia- solicitaron que se impulse la tramitación de una nueva ley de espectáculos, actualizada a los retos y demandas actuales. 

Asimismo, desde Fecalon van un paso más allá y, aunque se trata de una demanda de ámbito estatal, también abogan por una reforma de la ley de seguridad privada, que otorgue mayores competencias a los controladores de acceso. En la actualidad, estos controladores (o porteros) no tienen autorización ni para hacer cacheos, ni para revisar bolsos o mochilas. Su labor debe limitarse a la detección visual de sospechosos o de armas blancas, y no pueden intervenir en su decomiso. 

Imagen de la discoteca Shoko, en el Frente Marítimo de Barcelona Cedida

Sin embargo, para Fernando Martínez, secretario general de Fecalon, "los controladores de accesos juegan un papel crucial en la seguridad de los locales, salas de espectáculos y eventos públicos, y deberían tener sus facultades ampliadas para gestionar mejor situaciones de riesgo". En este sentido, desde Fecalon consideran que los porteros de las discotecas también deberían de tener la potestad para cachear a los individuos sospechosos, así como de requisar armas blancas. 

La seguridad como prioridad

En línea con la demanda anterior, ante la dirección general de Administración de Seguridad, el sector planteó la importancia de hacer un seguimiento más riguroso del nuevo plan "Espacio Público Libre de Armas", impulsado por la nueva conselleria de Interior y Seguridad Pública. 

Este nuevo plan, que busca erradicar la presencia de estas armas de la vía pública, reforzará la seguridad en las zonas de ocio mediante controles preventivos y vigilancias por parte de los Mossos d'Esquadra en los aledaños de las discotecas y salas de espectáculos.  

Luis Miguel Añón

Los Mossos registran peluquerías, bazares y carnicerías en busca de armas blancas

Esta iniciativa, que se ha puesto en marcha con la colaboración de la policía catalana y las policías locales, no sólo busca mejorar la prevención de delitos, sino también disuadir posibles conflictos y mantener un ambiente más seguro tanto para los usuarios como para los trabajadores.

La mayor presencia de controles por los aledaños de las discotecas y el transporte público se verá complementada con mayores medidas de coordinación entre las autoridades y el sector privado, en aras de garantizar un ocio nocturno más seguro y regulado. En este sentido, se está trabajando para mejorar los canales de comunicación.

Agente de la ARRO en un control nocturno Mossos d'Esquadra

"El problema está en el exterior"

No obstante, en la reunión de este miércoles, desde la Dirección General de Administración de Seguridad, que pertenece al departamento de Interior, se dejó claro que "el problema con las armas blancas sucede en la calle, y no en el interior de los locales". "Aunque el problema está en el exterior, no podemos permitir que la gente salga de fiesta con miedo", insistía Fernando Martínez, de Fecalon. 

Los Mossos d'Esquadra, por su lado, confirman a este medio que el nuevo plan prevé, entre otros escenarios, poner el foco en las zonas de ocio, pero no de forma exclusiva. "Se seguirán haciendo controles e inspecciones, como se han hecho hasta ahora", matizan. Ahora, sin embargo, con el amparo y bajo la fórmula del nuevo plan "Espacio Público Libre de Armas". 

"Siempre que no se criminalice al ocio nocturno, creemos que estos controles en las zonas de fiesta pueden frenar el auge de incidentes", aseguran las fuentes del sector. 

Equilibrar ocio y descanso

En la reunión también se celebró la creación de un convenio entre Fecalon, ASACC y el gremio de empresarios de discotecas de Barcelona y la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB). Dicho pacto busca mejorar la convivencia entre los locales de ocio nocturno y los residentes en la capital catalana y su área metropolitana.

Se reconoce que la situación actual del ocio nocturno no satisface ni a los jóvenes que desean disfrutar del sector ni a los vecinos que sufren molestias. Las entidades involucradas acordaron trabajar desde el diálogo y el respeto para encontrar soluciones que equilibren el derecho al ocio y el descanso, garantizando la seguridad y la convivencia.

Asimismo, los empresarios del sector se comprometen a responder a las quejas vecinales, colaborar en reuniones conjuntas y buscar soluciones tecnológicas para reducir el ruido y las molestias. El acuerdo tiene una duración inicial de un año, con posibilidad de renovación.

Más dispersión 

En la reunión de este miércoles, también se propuso estudiar la oferta de ocio nocturno en las diferentes ciudades del área metropolitana y las costumbres de la juventud actual para conocer en qué zonas se concentra toda la oferta y dispersarla.

Del mismo modo, el sector solicita a las administraciones que revisen el modelo de ocio nocturno, incluyendo la búsqueda de ubicaciones más adecuadas para estos locales, así como un mayor control sobre el impacto acústico.