Este 4 de octubre llega a los cines Los destellos, la última película de Pilar Palomero. Premiada con la Concha de Plata del Festival de San Sebastián a la mejor interpretación protagonista, Patricia López Arnáiz, esta cinta narra la historia de dos mujeres, madre e hija, que se enfrentan a la muerte de un ser querido, la expareja de la primera y el padre de la segunda.

A pesar de esta premisa, la cinta es todo un canto a disfrutar la vida a cada momento, pero enfrentando la realidad de que el ser humano está destinado a un final. Además, aborda la importancia de unos buenos cuidados paliativos para afrontar la enfermedad y los últimos días de vida de forma menos angustiante. Todo ello, con vitalidad y en medio de unos paisajes increíbles.

Dónde se rodó

Los destellos ha sido rodada en tres pueblos de Cataluña, la mayoría poco conocidos, pero con un encanto especial. Uno de ellos capturado por la paleta de Picasso que lo dibujó tras dos viajes a la zona.

Al ver la película, el espectador deduce que la acción trascurre en Cataluña, pero puede costar ubicar dónde transcurre. Los responsables del film han encontrado tres lugares que no sólo se ajustan a la perfección a la historia que quería contar la cineasta maña, sino a la trama que cuenta, Y es que los tres municipios son de una belleza fuera de lo común.

El pueblo que enamoró a Picasso

La mayor parte de la acción transcurre en Horta de Sant Joan, el pueblo que fascinó al pintor malagueño a finales del siglo XIX y principios del XX. Allí es donde tiene la masía Isabel, el personaje que interpreta Patricia López Arnáiz. Una construcción que ya da pistas de dónde sucede la acción.

En realidad este pequeño municipio de la Terra Alta (Tarragona) es un atractivo lugar que ha sabido preservar su encanto medieval y su rica historia. Su casco antiguo, conserva la esencia de su pasado, que queda patente en la plaza porticada de la Iglesia, en el centro mismo de la localidad. 

Merece la pena también detenerse ante su Ayuntamiento, que en su tiempo fue una prisión; recorrer la calle que lleva el nombre del pintor Pablo Picasso; seguir la ruta por estas callejuelas contemplando algunas de las casas nobles de la villa como es la del Delme, del siglo XVI, y subir a la parte más alta del municipio. Claro que nada de eso aparece en la película.

Sí lo hacen las rocas de Sant Benet que dan la bienvenida al Parque Natural de Els Ports, lugares conocidos por los amantes del senderismo y de la pintura de Picasso, que los retrató en diversas ocasiones. 

Paisaje inspirador

El célebre pintor pasó por el pueblo en varias ocasiones, primero en 1898, buscando recuperación tras una enfermedad, y luego, en 1909, durante una de las etapas más importantes de su carrera. El paisaje y la vida rural de Horta influyeron profundamente en su arte, marcando un antes y un después en su exploración del cubismo, algo que puede verse en El Centro Picasso, situado en el pueblo. 

No es de extrañar, pues, que el pueblo sea el lugar elegido donde transcurre la cinta. El entorno de Horta de Sant Joan, al lado del Parque Natural de Els Ports, se convierte en un escenario perfecto para hablar del contacto con los elementos naturales y aquello que hace conectarse con la vida.

Gandesa

Pasa lo mismo por los campos de Gandesa, lugar clave en un momento del film que es mejor no desvelar. Por sus campos de olivos y árboles de diferentes especies, pasean los dos personajes protagonistas.

A pesar de que en el film no los muestra, en esta ciudad se alzan edificios como la Iglesia de la Asunción, una imponente construcción gótica del siglo XIII, declarada Bien de Interés Cultural. El Centro de Estudios de la Batalla del Ebro es otro de los puntos de interés de la localidad, ofreciendo una mirada a uno de los episodios más importantes de la Guerra Civil Española. Un pasado que no se cuela en la cinta.

Tortosa

Por último, destacar las calles de Tortosa. Se ven poco, pero allí es donde vive Ramón, personaje que interpreta Antonio de la Torre. La capital de la comarca del Baix Ebre es una ciudad con una fascinante mezcla de culturas. 

Su historia milenaria se refleja en sus monumentos y edificaciones. El Castillo de la Suda, una fortaleza árabe del siglo X, se erige en lo alto de la ciudad y ofrece vistas espectaculares sobre el río Ebro. Su casco histórico, declarado conjunto artístico monumental, está lleno de joyas como la Catedral de Santa María, un majestuoso edificio gótico con detalles barrocos que invita a un viaje por la historia medieval y renacentista de Cataluña.

Tres lugares de películas

Ahora todos estos municipios tienen un nuevo atractivo, recorrer los escenarios de Los destellos. Y es que la cinta de Pilar Palomero, directora de La maternal y Las niñas, tiene todos los ingredientes para convertirse en la nueva película de la temporada del cine español.

La historia que relata emociona sin caer en la sensiblería, poniéndose ante la realidad evidente de la vida, que es la muerte, pero también lanzando un mensaje claro al espectador: enfrentarla no quiere decir deprimirse, al contrario, sino a vivir cada momento, cada elemento como único. También la tierra en la que uno vive.

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