La Garrotxa es una tierra de contrastes. Conocida por ser una zona volcánica, por allí hay multitud de leyendas escondidas en parajes naturales extraordinarios. Así, uno puede disfrutar de un inmenso hayedo, hasta encontrarse con piscinas naturales y deslumbrantes cascadas cuando pasea por sus innumberables senderos. Eso sin contar con el legado modernista que conserva Olot o los pueblos medievales de sus alrededores.

Todo esto puede parecer posible en cualquier rincón de España. Lo que no pueden decir en otros tantos puntos del territorio es que esconden una iglesia medieval erigida justo en el centro de un cráter, característica que la ha convertido en Patrimonio Arquitectónico de Cataluña.

Dónde está 

Sí, aprovechando que la mayoría de los 400 cráteres del lugar están dormidos o sin actividad alguna desde hace milenios, la naturaleza ha hecho de las suyas. Y, como no, la mano del ser humano también ha intervenido. Aunque en este caso se puede decir que fue para bien.

Así, dentro del volcán de Santa Margarida del Cot, uno se puede encontrar, precisamente con la ermita de Santa Margarita de Sacot. Y si se preguntan que qué fue antes, el volcán estuvo primero, pero si fue bautizado de esta manera fue gracias a esta particular construcción eclesiástica.

Cuándo se construyó

El concepto particular le va a esta iglesia como anillo al dedo. Aunque no se sabe con certeza quién ordenó la construcción de esta iglesia, la arquitectura del lugar indica que data del siglo XII. El primer registro oficial de la capilla proviene de un testamento del 16 de mayo de 1403, cuando Bernat de Ça Terrada donó 10 sueldos para su mantenimiento. Sin embargo, en 1427, un terremoto devastó la zona, dejando la capilla en un estado de ruina parcial.

Los vestigios que quedan de la capilla muestran elementos típicos del románico catalán: un ábside semicircular, una ventana en arco de medio punto y una gran puerta rectangular. Sin embargo, la iglesia no está abierta al público por motivos de seguridad, aunque los visitantes pueden asomarse a través de una pequeña ventana con cristales en la puerta de madera.

Ermita de Santa Margarida de Sacot

Cómo es el cráter 

Se sabe que el templo está dedicado a Santa Margarida y que, en tiempos, también fue un sitio de culto pagano. La imagen de la santa, originalmente de alabastro, resistió los terremotos del siglo XV, y hoy en día lo que se venera en la ermita es una réplica. La imagen original se encuentra en el Museo Diocesano de Girona.

Una peculiaridad del lugar es una chimenea volcánica frente a la entrada, que se asemeja a un monolito. Este rincón lleno de misterio tiene su origen, según los Goigs a llaor de la Santa, en el hallazgo de la imagen de Santa Margarida dentro del cráter. Con más de 11.000 años de historia, este volcán ha visto erigirse iglesias y aldeas a su alrededor, siendo testigo de diversos cultos y rituales.

Qué ver alrededor 

Llegar a la capilla de Santa Margarida implica recorrer un sendero de piedra volcánica negra, que sube hasta los 682 metros de altura. Al llegar a la cima, se puede admirar el impresionante cráter cubierto de vegetación, con un diámetro de unos dos kilómetros. Desde allí, existen dos opciones para descender: un camino directo hacia el fondo del cráter o una ruta más larga que permite rodearlo antes de llegar a la iglesia.

Muy cerca, el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa invita a seguir explorando, con más de 40 conos volcánicos y una vasta red de senderos que cruzan paisajes únicos. Uno de los lugares más emblemáticos es la Fageda d’en Jordà, un bosque de hayas con un ambiente casi mágico que inspiró al poeta Joan Maragall. Este paisaje cambia con las estaciones, ofreciendo siempre una imagen inolvidable.

Cómo llegar

El trayecto en coche desde el centro de Barcelona hasta la Ermita de Santa Margarida, toma aproximadamente una hora y 45 minutos a dos horas. Lo ideal es ir por autopista AP-7 en dirección a Girona, y luego tomar la salida 6B hacia la C-66, que conduce hacia Olot. Desde allí, se sigue por la C-153 en dirección a Santa Pau, hasta encontrar indicaciones hacia el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa.

Una vez en el parque, el acceso a la ermita se realiza a través de la carretera GI-524, que lleva al aparcamiento de Can Serra, el punto de inicio del sendero que conduce al cráter del volcán de Santa Margarida. El aparcamiento está señalizado y desde allí, el camino hasta la ermita es a pie, con una duración de aproximadamente 30 minutos.

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