Cada uno pide la cuenta como quiere, pero no todo el mundo lo hace igual. Incluso el gesto de firmar en el aire en un bar para reclamar que traigan la dolorosa no se entiende fuera de las fronteras españolas. Pero esa que dentro de ellas hay mil métodos más que tampoco son compartidos en todos lados.
Los españoles, en general, cuando se acerca el camarero, tienden a preguntar "¿cuánto es?". Sin embargo, en Euskadi no la piden así, obviamente lo hacen en vasco que, como bien indican en Crónica Vasca, es "zenbat da?". En catalán, por eso, hay variaciones.
Cómo pedir la cuenta en catalán
"Quant és?", que sería el equivalente en catalán, es poco común. La pregunta que se le suele hacer al camarero en cuestión es "quant costa?", es decir, cuánto cuesta. Es una pequeña variación, pero hay muchas más.
Otra posibilidad es ser más esquemático. Siguiendo el estereotipo de que los catalanes son más secos, en los bares y restaurantes cumplen con lo que se piensa de ello. Les basta dos palabras, "el compte", para saber qué la pregunta va implícita.
Sí, suena a orden. "El compte" es, directamente, la cuenta, que en catalán es en masculino, aunque algunos lo usan en femenino. Pero más allá de eso, suena más a estar exigiendo la cuenta que otra cosa.
Otra posibilidad más amable es usar la pregunta "em cobres?" o "et cobres?". La primera es la más común, ¿me cobras?, y la segunda, ¿te cobras?, parece más amigable, porque queda implícito que el camarero ha prestado un servicio y merece que se le pague por ello.
Cómo llaman al camarero los catalanes
De todas formas, nunca mejor dicho, cada uno encuentra su camino a la hora de pedir la cuenta. Pero es que en Cataluña incluso hay variedad de llamar al camarero con el dedo, nombrándolo de forma particular.
Una versión es llamarlo "mosso". En este caso no tiene nada que ver con la policía autonómica, sino con la versión castellana de mozo, que también está extendida por el resto de España.
Por último, destacar otra particularidad a la hora de hacer referencia al camarero. Aunque cueste de creer, a los camareros también se los puede considerar profesores. Bueno, en realidad, maestros.
Dirigirte al camarero como "mestre", como se dice en catalán, es más que normal. Luego ya vendrá la cuenta, la orden de pedido o lo que sea. Formas curiosas que no hacen otra cosa que reforzar y confirmar que España es un país diverso y muy rico en costumbres.