Antoni Gaudí, el célebre arquitecto del modernismo catalán, es conocido mundialmente por sus icónicas obras en Barcelona, como la Sagrada Familia y la Pedrera, que cada año atraen a millones de turistas.
El creador del modernismo es un referente internacional. Hay tesis doctorales sobre él, se hacen souvenirs de sus obras y, aun así, quedan obras suyas por conocer. Se saben que están y dónde están, pero no tienen la fama de otras como el Park Güell, la Casa Batlló o las anteriormente mencionadas.
Dónde está
Un caso claro de ello son sus jardines en el Pirineo, su almacén en Mataró o la bodega del Garraf, pero sobre todo su primera obra. Ésta se encuentra en un lugar muy curioso y popular, pero no por la obra de Gaudí.
Si es de sobra conocida la enemistad de Reus y Tarragona, al arquitecto pareció no molestarle en absoluto y no dudó en crear su primera obra en la antigua Tarraco. Pocos lo saben, pero allí, escondida, se encuentra esta pequeña joya.
La primera obra de Gaudí
Cabe matizar que es bastante normal que, hasta hace relativamente poco, no se supiera mucho de ella. Estaba escondida, fuera de la vista del público general. Desde hace unos años, en cambio, esto ha cambiado.
La obra en cuestión es el Santuario de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, originalmente conocido como la iglesia del colegio de Jesús y María. Esta obra, la primera del genio modernista, diseñada y construida incluso antes de obtener su título de arquitecto, es la única que Gaudí construyó en la provincia de Tarragona.
Cuándo se hizo
La obra, que no podría definirse como modernista todavía, fue proyectada en 1877 y completada en 1882. Además, cuenta con el honor de ser el primer santuario en España dedicado a la Virgen María.
Pero más allá de esto, este santuario brilla por alguna de sus características. La primera de ella es el sagrario, también conocido como el manifestador o sagrario. Data de 1879 y está elaborado de madera sobredorada.
Cómo es
Este sagrario, que descansa sobre una columna de mármol, impresiona por sus grandes proporciones. El problema es que el original fue destruido por la Guerra Civil. Al poco de declararse el golpe de Estado, en 1936, el templo fue profanado y desaparecieron la primitiva imagen de la Virgen, el sagrario, la sillería conventual, también de Gaudí, y el manifestador. Es por eso que el actual es una réplica exacta realizada por Ferran de Castellarnau.
Por último, el altar, de un año más tarde que el sagrario (1880), consta de una mesa robusta y un antipendio con tres espacios cuadrados que albergan bustos angélicos, enmarcados por columnas. Ambas piezas son las únicas obras documentadas de Gaudí que se conservan en las comarcas tarraconenses.
Relación familiar
La obra de Gaudí en Tarragona está íntimamente ligada a una historia personal entrañable con su única sobrina, Rosa Egea Gaudí. Tras la prematura muerte de su madre, Gaudí se convirtió en su tutor y la inscribió en el colegio religioso de Jesús y María. A cambio de la educación de su sobrina, Gaudí se ofreció a diseñar la capilla-santuario, que guarda una gran similitud con la del palacio episcopal de Astorga, en León, encargada también a Gaudí por el arzobispo Juan Bautista Grau Vallespinós.
Esta creación gaudiniana se halla en una esta iglesia de estilo neogótico (1879) dentro del colegio Jesús i Maria. Es un espacio de tres naves subdividido por doce columnas de hierro colado, desmesuradamente esbeltas, y ornamentada toda ella con decoración floral geometrizada.
La iglesia dispone también de coro y camarín, donde, en el tambor de la bóveda, se pueden observar los arcos de catenaria gaudinianos rodeando repertorios pictóricos. Lo curioso es que no se le puede atribuir al arquitecto de Reus porque, si bien viendo el diseño es puramente suyo, la obra no fue firmada.
Lo curioso es que esta iglesia y, sobre todo, estas primeras creaciones de Gaudí estuvieron cerradas para el gran público hasta hace siete años. Antes, el templo sólo se abría para actos destacados. Claro que tampoco durante todo el año.
Cuándo ir
El templo se puede ver de lunes a sábado durante el mes de julio y todos los días de la semana en agosto. Una oportunidad única para poder disfrutar de la primera obra del genio modernista.