El Departamento de Interior de la Generalitat busca jardineros para cortar las plantaciones de marihuana que se desmantelan a diario en Cataluña. Aunque por ahora se trata tan sólo de un "anuncio previo" de licitación, fuentes de la conselleria dirigida por Joan Ignasi Elena han confirmado a Crónica Global que existe "la firme voluntad" de establecer un contrato (estimado en 995.803 euros) para contratar una empresa especializada en servicios de jardinería que se encargue de la parte práctica de los operativos contra las mafias de la marihuana.
Así pues, según las mismas fuentes, la tarea de estos jardineros se basará en desplazarse hasta el lugar donde se vaya a desarrollar el dispositivo en cuestión, podar las plantas y guardarlas en bidones. A continuación, deberán trasladar estos recipientes hasta el almacén de nueva creación del distrito Nou Barris, en Barcelona, que actuará como depósito único de la droga. Principalmente de marihuana, pero también de otras drogas.
El almacén de Nou Barris supera la etapa de prueba
Hasta ahora, dicho almacén ha estado operando en el marco de una prueba piloto, acopiando la marihuana procedente de los dispositivos que se han ido sucediendo en la Región Policial Metropolitana Norte (al norte de la provincia de Barcelona). Estos operativos ya han contado con una empresa especializada que, desde septiembre de 2023, se ha hecho cargo de cortar, recoger y trasportar la droga hasta el almacén de Nou Barris.
Ahora, una vez se ha testado este sistema de recogida y transporte, las fuentes de Interior aseguran que sale a la luz un nuevo anuncio de licitación "para unificar e implementar este mecanismo en todas las regiones policiales del cuerpo policial catalán y que sean profesionales, y no los agentes, quienes se encarguen de manipular las plantas". Una decisión que los sindicatos policiales han celebrado con entusiasmo, después de llevar años denunciando que los agentes de los Mossos d'Esquadra se habían convertido -sin formación alguna- en los jardineros del cuerpo.
"Cada región tenía que buscarse la vida"
Y es que hasta la fecha existían pocos e inestables contratos públicos con empresas que se dedicaran a limpiar en condiciones las plantaciones que se desmantelan diariamente en Cataluña. "Cada región policial tenía que buscarse la vida como podía", denuncia Imma Viudes del sindicato SAP-Fepol. "Eso, o eran los propios agentes quienes, ataviados con unos guantes rudimentarios, se veían obligados a cercenar las cientos de plantas de marihuana que puede albergar una plantación indoor", añade.
En este sentido, matiza Viudes, hasta ahora cada región policial presentaba sus propuestas, en función de las necesidades de servicio, a la Dirección General de la Policía (DGP). Eso acarreaba que algunas zonas del territorio no previeran la posibilidad de contratar empresas de jardinería que ayudaran a los agentes a desarmar los jardines de marihuana repartidos por todo el territorio. Obligando a los agentes a ser ellos mismos quienes tuvieran que desempeñar esa actividad.
Tirón de orejas a la Generalitat
Ya a finales de 2022, el sindicato SAP-Fepol, tras las quejas de sus afiliados, logró que el Consorcio Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Cataluña abriese un expediente a la Generalitat para determinar "las condiciones de seguridad e higiene a las que están sometidos los agentes que intervienen en las operaciones de intervención y decomiso en las plantaciones ilegales de cannabis".
Un expediente que contemplaba, a raíz de las inspecciones realizadas, que los agentes tenían que utilizar herramientas que podían llegar a ser peligrosas (como motosierras, desbrozadoras o tijeras de podar) sin tener conocimientos previos; así como manipular sustancias nocivas para la salud sin la indumentaria pertinente.
Una medida urgente
De este modo, insisten desde Interior, con esta inversión, de casi un millón de euros, se pretende que sean profesionales de la jardinería quienes asuman todas estas tareas, liberando a los agentes que se encargarán de hacer las entradas en los locales y custodiar la droga. Proceso que culminará con la definitiva puesta en marcha del almacén de Barcelona que, a su vez, ayudará a las comisarías a recuperar espacios que ahora han quedado inundados por las plantas de marihuana decomisadas.
De hecho, como ya informó esta redacción, las comisarías de la policía catalana están teniendo serios problemas para almacenar toda la marihuana que se incauta. Hasta el punto de que han tenido que sacrificar zonas comunes, como el aparcamiento, para almacenar de forma provisional todas las plantaciones que se decomisan.
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