Agentes de la Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra han detenido a 14 personas por convertir seis mansiones de lujo, ubicadas en la costa del Maresme (Barcelona), en seis factorías de marihuana, donde esta organización criminal cultivaba la droga a gran escala para, luego, venderla en el extranjero. A los detenidos, a quienes les constan antecedentes por narcotráfico en Holanda, se les atribuyen los supuestos delitos de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal y defraudación de fluido eléctrico.
Este entramado se organizaba alrededor de un clan familiar de origen iraní, pero con documentación holandesa. No obstante, la mayoría de los integrantes residían en la zona del Maresme desde hace varios años, donde se habían especializado en la producción industrial de la marihuana.
Estructura familiar, muy profesionalizada
La investigación policial permitió constatar que esta organización había instalado sus plantaciones en viviendas unifamiliares ubicadas en diversas urbanizaciones de lujo del Maresme. Los investigados alquilaban los inmuebles por la vía legal y pagaban grandes cantidades de dinero, lo que les hacía pasar desapercibidos ante los cuerpos policiales, ya que se hacían pasar por empresarios adinerados. Aparte, insisten fuentes del caso, “el hecho de elegir casas aisladas de núcleos urbanos, hacía que tampoco mantuvieran contacto con otros residentes de la zona”.
El grupo criminal estaba liderado por varios hermanos y otros familiares directos que conformaban una estructura jerárquica rígida en la que nunca utilizaban personas ajenas al grupo para mantener su discreción. Sólo en casos puntuales, requerían servicios de terceras personas poco calificadas para tareas de mantenimiento del cultivo, tratamiento de la marihuana, envase y transporte de ésta para su posterior venta. Los investigadores detectaron que los ‘jardineros’ de estas plantaciones carecían de conocimiento global del entramado criminal para el que trabajaban.
Paralelamente, otros investigados proveían a la organización de material y equipos especialidades para la producción; otros componentes controlaban a empresas inmobiliarias para obtener los alquileres de las casas y de los vehículos que utilizaban los miembros del entramado.
14 detenidos, uno de ellos en el aeropuerto de El Prat
La explotación del caso se inició el pasado 13 de marzo con la ejecución de 6 entradas y registros en domicilios del Maresme, donde se intervinieron 110 kg de cogollos de marihuana aptos para la venta y 7.000 plantas de marihuana en distintos estados de floración. Esta fase continuó el 14 de marzo con dos nuevas entradas que sirvieron para recopilar más información sobre la estructura criminal.
Finalmente, el 15 de marzo los detenidos pasaron a disposición del juez instructor de la causa y el 25 de marzo se llevó a cabo la última detención en el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona - El Prat. Cinco de los detenidos ingresaron en prisión tras declarar ante el juez.
Estas entradas permitieron a los investigadores constatar la sofisticada infraestructura que habían instalado los detenidos en el interior de las mansiones: transformadas por completo para producir marihuana a nivel industrial, como si se tratara de una auténtica fábrica.
Consumo equivalente a 438 viviendas
Con todo, 17 técnicos de Edistribución colaboraron con los cuerpos policiales a la hora de comprobar las conexiones a la red eléctrica en los seis domicilios. En todas las inspecciones se detectaron conexiones fraudulentas que comportaron 1,53 GWh de energía defraudada, que equivale al consumo de una población de 438 viviendas. El coste de esta energía asciende a una cantidad de 383.469 euros.
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