La inseguridad es una de las cosas que más preocupa a los catalanes. Las últimas encuestas revelan que la gente se siente más temerosa por las noticias de okupaciones, robos, violaciones y actos delictivos. Pero una vez mirados los números uno puede ver si es una mera sensación o hay una base real en esos miedos.
El último Balance de Criminalidad presentado por el Ministerio del Interior correspondiente al año 2023 muestra claramente que los delitos han crecido en Cataluña, pero tampoco de una manera exagerada. La criminalidad llamada convencional aumenta un 5,7% respecto a 2022, siendo la cuarta comunidad autónoma donde más crece y dos puntos por debajo de la media. Por lo que respecta al cibercrimen, sí que se sitúa muy por debajo de la media española, que sube un 25,5%, mientras en Cataluña este aumento es del 11,1%.
Barcelona y otras provincias
Mirado en detalle, todas las provincias catalanas han visto como los actos delictivos han ido a más. Sólo Girona ha visto descender la criminalidad convencional un 1,3%, mientras en Barcelona es donde más sube, un 6,7%. Eso sí, sumados delitos convencionales y ciberdelincuencia, la provincia donde más aumenta la criminalidad es la de Tarragona, con un 9,1%.
Y es que las cifras ofrecidas por el Ministerio del Interior dejan datos muy curiosos, mientras Barcelona sigue siendo la ciudad donde más hurtos se cometen de toda Cataluña 85.639 registrados o, lo que es lo mismo, 5.171 por cada 100.000 habitantes. Ahora, en términos generales, ninguna ciudad de esta provincia se lleva la palma.
Las ciudades con más criminalidad
Los datos son sorprendentes. Una ciudad tan bonita, turística y conocida por el alto poder adquisitivo de sus habitantes como Palafrugell, se ha situado como la localidad catalana donde más crece la criminalidad convencional, hasta un 29%. Eso sí, en las cifras destaca que no se ha producido ningún homicidio o secuestro, por ejemplo.
Pero en cambio, en términos generales, este municipio de Girona no es donde más crece la criminalidad total en toda Cataluña. Sumados los delitos comunes y la cibercriminalidad es Amposta quien se lleva la palma. La criminalidad total sube un total del 34,1%. Un dato sorprendente para una ciudad de 22.225 habitantes.
El caso de Amposta
Si se aproxima más la lupa, las cifras son discretas, pero a nivel proporcional son de un impacto enorme. En este sentido, los 323 hurtos registrados en Amposta son los que más destacan, pero en proporción no son los que más suben. Las 267 estafas informáticas son los delitos que más crecen en el cómputo general un 107,9% más que en 2022. Mientras en proporción, el crecimiento del 120% de los llamados “resto de delitos contra la libertad sexual”, que han sido 14.
Sólo hay tres tipologías delictivas que han caído en Amposta. Los homicidios dolosos y asesinatos en grado tentativa han caído del todo, al 100%, de los tres que hubo en 2022 han pasado a 0. Las agresiones sexuales con penetración descienden un 62,5%, pasando de las ocho a las tres, mientras que el tráfico de droga detectado desciende un 30,8% con 9 delitos frente a los 13 del pasado año.