Agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USC) de los Mossos d’Esquadra en Salou (Tarragona) observaron en junio de 2023 un turismo sospechoso, circulando por las calles del centro de la ciudad. El nerviosismo de los dos ocupantes, ambos de origen albanés, les delató y los policías procedieron entonces al registro del vehículo. Su sorpresa llegó cuando encontraron 6.000 euros en efectivo, cuya procedencia no supieron justificar.
Tras las primeras comprobaciones, se constató que eran billetes de 500 euros falsos. Capital con el que luego se supo que habían intentado comprar, sin éxito, una buena cantidad de marihuana. Por ello, los agentes detuvieron a los dos ocupantes del turismo y alertaron a la Unidad Central de Falsificación de Moneda, que inició una investigación para esclarecer el origen de dichos billetes.
La imprenta de los narcos
Las primeras averiguaciones condujeron a los agentes a una imprenta ilegal desarticulada en La Nucia (Alicante) en septiembre de 2022. Por aquel entonces, los Mossos d’Esquadra desarticularon una organización, también de origen albanés, que se dedicaba a distribuir billetes de 500 euros falsos a organizaciones criminales dedicadas al tráfico de marihuana. Un hallazgo fortuito en Cervelló (Barcelona), los condujo hasta la factoría criminal ubicada en Alicante.
No obstante, aunque la imprenta fue desmantelada en 2022, se calcula que ya se habían puesto en circulación entre tres y cuatro millones de euros en billetes fraudulentos. Dando la casualidad, que los 6.000 euros incautados en Salou procedían de esa misma rotativa ilegal. “El indicativo de los billetes era exactamente el mismo” asegura el subinspector Sergi Sánchez, jefe de la Unidad Central de Falsificación de Moneda.
Falsificadores y narcos
En un primer momento, fueron los agentes expertos en falsificación de moneda quienes lideraron la investigación en solitario, creyendo que se trataba de un grupo dedicado a imprimir y distribuir billetes falsos. Sin embargo, bien pronto las pesquisas de los Mossos se cruzaron con otra investigación abierta por la Guardia Civil en Tarragona. “Nosotros estábamos investigando a un grupo de albaneses, afincados en Salou, a quienes atribuíamos un supuesto narcoasalto a un traficante alemán en un hotel de Aldaia (Valencia)”, explica el capitán Héctor Muñoz, jefe de la Policía Judicial de la Benemérita en Tarragona.
Dada las coincidencias, ambos cuerpos policiales decidieron crear un equipo conjunto de investigación para destapar el engranaje de esta organización criminal de origen albanés y poder identificar y detener a sus integrantes. Según advierte el subinspector Sánchez “se trata de la primera vez que en Cataluña nos encontramos con una organización criminal que se dedica al cultivo y tráfico de marihuana, pero que, además, paga con dinero falso a otras organizaciones y también comete narcoasaltos”.
Una organización con guardaespaldas
La investigación permitió identificar a los diez miembros que conformaban este entramado criminal –ocho albaneses y dos españoles de entre 22 y 63 años—. No obstante, no fue tarea fácil, ya que los sospechosos empleaban numerosas medidas de seguridad para no ser interceptados por los cuerpos policiales. Aun así, su elevado nivel de vida no les hacía pasar desapercibidos y se detectó, además, que los líderes de la organización gozaban de la protección de guardaespaldas, “seguramente para protegerse de ataques de grupos rivales”, asegura el capitán Muñoz.
Con todo, el pasado 13 de marzo se llevó a cabo el dispositivo de explotación del caso, con la participación de más de 150 agentes de ambos cuerpos policiales. Bajo la batuta del Juzgado de Instrucción 4 de Tarragona se realizaron siete entradas en domicilios de Reus, Mont-roig del Camp, Mora la Nova, El Morell (en la provincia de Tarragona) y un último registro en unos bajos de El Prat de Llobregat (Barcelona).
Drogas, armas y atrezo policial
En el trascurso de estas entradas, los investigadores localizaron tres armas cortas, munición y objetos de vigilancia como dispositivos GPS, balizas o drones. Además, también se pudo recuperar el atrezo con el que cometían los narcoasaltos en plantaciones de otros grupos criminales: placas policiales, armillas con distintos de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado y un rotativo policial.
Asimismo, se desmantelaron varias plantaciones, pudiendo recurar 162 kg de marihuana preparada para su venta. Una droga que podría haber alcanzado un valor de 970.000 euros en el mercado ilícito. Este entramado, además, mantenía buena relación con otros grupos dedicados al narcotráfico en Alemania y el norte de Europa, donde solían enviar la marihuana que producían o robaban en Cataluña.
Marihuana en el subsuelo
Además, se localizó otra plantación en los bajos de un edificio ubicado en El Prat de Llobregat (Barcelona). Uno de los miembros del grupo había excavado un túnel en su vivienda, ubicada en la planta baja, y había construido una estancia que había habilitado para el cultivo de marihuana.
De las diez personas detenidas, siete ya han ingreso en prisión provisional por orden del juez instructor de Tarragona. Se les acusa de los delitos de falsificación de moneda, tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas de fuego, robo de vehículos, falsedad documental, defraudación de fluido eléctrico y pertenencia a grupo criminal.
Noticias relacionadas
- Drogas, armas y monedas falsas: el 'cóctel molotov' destapado en el último operativo antidroga de Tarragona
- Cataluña, el campo de batalla de la mafia marsellesa: 13 detenidos por un intento de asesinato en Girona
- Golpe policial a los ladrones de marihuana en Tarragona: incautan armas de guerra y granadas de mano
- Los Mossos resuelven el secuestro de un hombre el año pasado en Mataró: huyó semidesnudo y con heridas en las muñecas