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Cuándo y qué día se cambia la hora en marzo de 2024: esto es lo que debes saber

La normativa europea se impone y vuelve a producirse un cambio de horario cada vez más impopular: te contamos todos los detalles que debes saber 

22 marzo, 2024 09:17

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Ha llegado ese día del año. El primero. El más esperado para muchos, aquel que anuncia la llegada del buen tiempo o, al menos, que las vacaciones están más cerca. Y además este año más que nunca. El cambio de hora cae en Semana Santa.

Esta medida tan impopular, se dice, tiene un objetivo: hacer un mejor uso de la mayor luz natural disponible en verano y en invierno. Muchos dudan de ello, aunque no tienen más remedio. Desde hace décadas es obligatorio en la Unión Europea (UE) lo fija la directiva europea 2000/84/CE que sigue afectando, sin excepción, a todos los estados miembros de la Unión. En cualquier caso, en España ya era tradición desde mucho antes.

¿Cuándo es el cambio de hora?

El cambio al horario de verano comienza el último domingo de marzo. Este 2024, esto significa que cae en 31 de marzo y este año cae en una fecha muy concreta, la noche del Sábado de Gloria al Domingo de Resurrección.

¿Qué significa eso a los casos prácticas? En marzo toca adelantar el reloj una hora. Eso significa que en la madrugada del domingo “a las dos serán las tres”, que se dice. Por tanto, como dicta el tópico, dormiremos una hora menos. Eso o nos levantaremos más tarde de lo habitual.

Este es el origen del cambio de hora

La idea del cambio de hora para aprovechar las horas de sol se le atribuye a Benjamin Franklin. Tras su visita a París en 1784, el estadounidense llegó a creer que se desperdiciaba mucha luz del sol durante el día. Por lo que, publicó un artículo en el Journal de París en el que explicaba cómo los parisinos podrían ahorrar velas adaptando sus costumbres a las horas de luz.

Esta propuesta no fue tenida en cuenta de manera inmediata, aunque sí que fue el germen para lo que vendría después. Fue el Imperio Alemán el primero en cambiar sus relojes durante la Primera Guerra Mundial con la idea de ahorrar luz natural y, por tanto, combustible.

Así se implantó en España

El primer cambio de hora en España se produjo en 1918, aunque ni entre los años 1920 y 1925 ni entre 1930 y 1936 se produjo ningún cambio de hora. La dictadura franquista retomó en 1940 esta medida para que España tuviera el mismo horario que la Alemania nazi y los países de Europa Central.

El horario de verano resucitó en España y en el resto de Europa en los años 70 por la crisis del petróleo. A pesar de que varias veces se ha dicho de dejar de hacerlo, sigue vigente en la actualidad.

¿El último cambio de hora en España?

Tampoco es que sea una medida muy entendida en el resto de Europa, por lo que en más de una ocasión las instituciones europeas han planteado dejar de hacerlo y fijar un horario. No hay consenso para dejar de aplicar esta medida.

La Comisión Europea presentó en 2018 una propuesta para suprimir el cambio de hora. Sin embargo, todavía no se ha adoptado ninguna decisión definitiva sobre este asunto y no se ha establecido ningún plazo para tomar dicha decisión. Por ahora, según el BOE, España mantendrá el horario de verano con sus correspondientes cambios hasta mínimo 2026, por lo que aún no se sabe cuándo será el último cambio de hora.

Motivo principal: ahorro de energía

Sobre la teoría de que es beneficioso para el ahorro energético, hay estimaciones oficiales del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) que apuntan a que el potencial de ahorro en iluminación puede alcanzar en torno a 300 millones de euros, el equivalente al 5% del total. De esa cantidad, 90 millones corresponden al potencial de los hogares españoles, lo que supone un ahorro de seis euros por hogar y 210 millones restantes se ahorrarían en los edificios del terciario y en la industria.

Sin embargo, fuentes del IDAE apuntan a que realmente no existen en España informes actualizados que permitan asegurar que el cambio de hora lleve asociados ahorros energéticos, ya que el último estudio es de 2015.

En esa línea, estas fuentes recuerdan que el cambio de hora se aprobó en una época distinta a la actual con hábitos de vida que podrían afectar en mayor medida al consumo energético. Además, apunta que ahora habría que tener en cuenta otra realidad que es el hecho de que las jornadas de trabajo han cambiado y el teletrabajo se ha ido extendiendo, lo que hace que las rutinas de los ciudadanos ya no coincidan tanto como antes en el mismo espacio-tiempo.

Sea así o no, la medida de la Unión Europea sigue en vigor y es de obligado cumplimiento. Por tanto, guste más o menos, va a tocar cambiar los relojes que no sean inteligentes este 31 de marzo. Y el 27 de octubre, avanzamos, volverá a tocar.