Los ambulatorios de Barcelona piden traductores
- El Instituto Catalán de la Salud desoye a médicos y usuarios que reclaman desde hace un año más presencia de las mediadoras culturales en los CAP
- Se trata de una figura profesional que ayuda a los sanitarios a ofrecer una mejor atención a los ciudadanos migrantes que no hablan castellano ni catalán
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El Instituto Catalán de la Salud (ICS) ha desoído a médicos y usuarios de varios ambulatorios de Barcelona que piden desde hace un año disponer de más horas con las mediadoras culturales, una figura que ayuda a los sanitarios a ofrecer una mejor atención a los ciudadanos migrantes que no dominan el castellano ni el catalán.
Estas intérpretes facilitan el entendimiento idiomático y cultural entre los pacientes extranjeros y el personal sanitario. En enero del año pasado, el ICS optó por reducir a la mitad las horas laborales de estas profesionales en los centros de atención primaria Raval Sud, Raval Nord y Besòs, situados en los barrios con mayor población pakistaní, hindú, bangladesí y filipina.
Dificultades para comunicarse
Si antes disponían de su servicio tres días a la semana, por ejemplo, ahora se ha reducido a la mitad. Todo ello tiene consecuencias negativas para los pacientes. Sin la figura de la mediadora no podemos comunicarnos bien con los usuarios ni realizar una exploración adecuada”, explican a este medio fuentes médicas de los ambulatorios afectados.
En ocasiones, aseguran, tienen que hablar con señas o pedir a los hijos de los pacientes que hagan de traductores. "La comunicación es esencial para realizar un buen diagnóstico”. Además, critican que la medida no tiene ninguna justificación clínica y que es “puramente económica”.
Médicos y vecinos unen fuerzas
Los profesionales contrarios a esta decisión se reunieron con la Gerencia Territorial del ICS en Barcelona para pedir que la medida fuera revertida y evitar así "más daño a la población". El organismo les pidió un tiempo para poder valorar la situación, pero, un año después, la situación sigue igual.
Ahora, médicos y vecinos de las zonas afectadas han unido fuerzas para recuperar a las mediadoras culturales. "A los profesionales no nos han hecho ni caso. Así que hemos decidido aliarnos con las asociaciones vecinales para presionar al ICS", asegura un facultativo del CAP Besòs. También pretenden contactar con el regidor del distrito de Sant Martí para que conozca la problemática.
La población más vulnerable
"Como siempre, la población más vulnerable es la que se ve afectada por los recortes", lamenta. La mayoría de los pacientes que requieren el servicio de las mediadoras culturales viven en barrios con altos niveles de fragilidad, pobreza y enfermedad. El pograma no solo consiste solo en traducir a los pacientes, sino que también procura facilitar la integración de las personas extranjeras.
Además, resalta que el coste que suponen estas profesionales al Departamento de Salud es muy bajo. "Las mediadoras son el chocolate de loro, son mujeres que cobran muy poco dinero". Es por ello que los facultativos consideran que no se trata de un tema de presupuesto, sino de "sensibilidad y voluntad" de garantizar la atención a colectivos frágiles y excluidos.