La falta de inversiones hidráulicas en Cataluña ha conducido la comunidad a una situación límite. Al estrés hídrico compartido con otras regiones españolas se suma la inacción durante la última década de la Agencia Catalana del Agua (ACA) a la hora de actualizar las infraestructuras de abastecimiento.
Ha hecho falta que las reservas en los embalses de las cuencas internas bajen hasta el 16% para que la empresa pública tome cartas en el asunto. En los próximos meses, la ACA multiplicará las subvenciones a los ayuntamientos para rehabilitar la red pública de cañerías. En concreto, se pasará de 50 a 120 millones de euros.
Ayudas para tapar fugas
Ha sido Martín Gullón, director del área del Ciclo del Agua del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), quien ha trasladado este dato en un encuentro informativo celebrado este jueves. El gestor ha añadido que el ente supramunicipal también incrementará las ayudas a los municipios aprovechando el incremento de las tarifas de consumo puesto en marcha este año.
Se trata de una asignatura pendiente que la autonomía arrastra desde hace décadas. Hay casos icónicos como el de la fuga del barrio Canyet, en Badalona, donde desde hace 18 años se malogran hasta 180.000 litros al día.
Ambas instituciones trabajarán contrarreloj para intentar corregir una deficiencia lacerante del sistema de suministro antes que de que llegue el verano. Aunque el papeleo para llevar a cabo las actuaciones lleva su tiempo. A principios de enero, la ACA aplazó cinco meses el reparto de ayudas debido a la enorme cantidad de solicitudes.
Bajadas selectivas de presión
Lo que está más al alcance del AMB hoy por hoy es la reducción de la presión del agua que empezará a regir en cinco municipios a partir del 1 de febrero. Esta medida se tomará tras la declaración de la primera fase de emergencia por la sequía. Aunque su aplicación será quirúrgica puesto que no afectará necesariamente a todo el perímetro de un municipio sino únicamente a las zonas con una demanda excesiva.
En cualquier caso, Gullón ha aseverado que esta medida no supondrá ningún corte de suministro, ni siquiera en los pisos ubicados a mayor altura.
Interrogantes sobre Barcelona
Si las lluvias de la primavera no llenan los pantanos "tendremos un problema", ha reconocido. El directivo del AMB no ha entrado a valorar qué sucederá en concreto en la Ciudad Condal, que acumula la mayor parte del consumo en la conurbación metropolitana.
"No tiene sentido ahora preocuparse de una ciudad como Barcelona que tiene 168 hectómetros de consumo [lejos de los 200 máximos previstos en la primera fase de emergencia]", ha dicho, antes de añadir que "no sé decir el escenario en unos meses y no es nuestra competencia", en una clara alusión a la ACA.
El Govern prepara a la población
Ya hace meses que se valora la posibilidad de trasladar agua potable en barco hasta el puerto barcelonés para garantizar el suministro el próximo verano. Aunque por el momento ninguna región española, incluida Tarragona, ha mostrado su buena voluntad.
Mientras tanto, el Govern va concienciando a la población. Esta misma semana, las autoridades de la Generalitat se reunieron con los representantes de los gimnasios y centros deportivos para advertirles de las restricciones que entrarán próximamente en vigor. Las piscinas de los hoteles también serán otras víctimas de las políticas de ahorro.
Sin embargo, estas limitaciones no irán acompañadas de un compromiso suficientemente claro con inversiones estratégicas como la regeneración del agua y el impulso de nuevas desaladoras como demanda la oposición.