Tres horas esperando a dejar un paciente enfermo en las urgencias de un hospital público. Esto es lo que ha pasado la mañana del martes ante el Moisès Broggi de Sant Joan Despí (Barcelona), uno de los centros sanitarios más afectados por los virus respiratorios, la gripe y el coronavirus.
Lo denuncian fuentes sindicales que alertan de "largas esperas" de vehículos de transporte sanitario ante la ciudad asistencial, algo que también se repetiría en el Hospital Universitario de Bellvitge (HUB) de L'Hospitalet de Llobregat, referencia para la población del Baix Llobregat.
"El anexo, cerrado"
Los mismos sanitarios han alertado de que el complejo médico sufre de "boxes de urgencias saturados", por lo que están reteniendo ambulancias.
La situación se produce pese a que "no todo el hospital está operativo", alertan las mismas voces. A este respecto, cabe recordar que el Broggi estrenó una ala anexa en 2020, que le permitió ganar 84 camas para enfermos críticos.
La gripe no ha llegado al pico
Desde este centro y otros, los trabajadores alertan de que "no se ha llegado al pico de gripe". De hecho, la enfermedad rebasa los datos del año pasado a estas fechas, pero no el de ejercicios anteriores a la pandemia.
Eso sí, la infección respiratoria se ha juntado a las nuevas variantes del coronavirus, provocando una afluencia más elevada en los servicios de urgencias.
La primaria pide más recursos
En este sentido y como informó este medio, los sindicatos y foros de atención primaria han pedido más recursos para ayudar a descongestionar los hospitales catalanes.
Ello se podría lograr, aducen, con más presupuesto para los ambulatorios catalanes, a donde se podrían dirigir los pacientes en lugar de las urgencias del segundo nivel asistencial.
Mataró ya no cuenta ingresos
En cualquier caso, otros dispositivos han probado métodos de organización de urgencias innovadores, con poco éxito hasta ahora. Es el caso del Hospital de Mataró, cabecera del Consorci Sanitari del Maresme (CSdM), que ha implantado la metodología de trabajo por clústeres de enfermos.
La estrategia, que bebe de la filosofía lean, no solo no ha funcionado, sino que llega aparejada de polémica, pues conlleva dejar de contar a los enfermos que esperan cama de hospitalización en un box, como explicó Crónica Global.