El colapso en las urgencias catalanas se cronifica más allá del invierno
Las largas listas de espera en los ambulatorios, el déficit de personal y el envejecimiento de la población se apuntan como causa de un problema básico del sistema
2 octubre, 2023 23:30Noticias relacionadas
Ya no sólo pasa en invierno. El colapso en los servicios de urgencias de Cataluña se ha cronificado. La imagen de pacientes amontonados en pasillos y largas esperas para lograr una cama en el hospital es el pan de cada día en muchos centros. Los causantes: las listas de espera, el déficit de personal, la falta de inversión en atención primaria y el envejecimiento de la población, entre otros factores.
“El problema se ha desestacionalizado. No sólo ocurre en temporada de gripe y otros virus respiratorios. Las urgencias siempre están colapsadas”, explica Neus Muñoz, médico del servicio y delegada del sindicato Metges de Catalunya en el Consorci Sanitari de Terrassa. Esta facultativa narra que el pasado agosto llegaron a registrar el mismo número de visitas que durante enero.
Más de 100 horas de espera para ingresar en planta
Uno de los centros más afectados por este problema es el Hospital del Mar de Barcelona. Su servicio de urgencias tiene capacidad para atender al mismo tiempo a 96 pacientes. Que se supere esta cifra es frecuente. En enero, la situación se agravó y se llegaron a superar los 190 pacientes que tenían que permanecer en los pasillos a falta de boxes. Una cincuentena de enfermos superó las 24 horas de ingreso en urgencias y algunos llegaron a las 100 horas.
En verano las cifras no variaron mucho: 181 pacientes en julio, 163 en agosto y 164 a finales de septiembre, según explican los trabajadores. Situaciones similares se han vivido este año en hospitales como Vall d’Hebron, Bellvitge y el Arnau de Vilanova en Lleida. “Todos los hospitales están igual, los grandes y los pequeños”, apunta Muñoz.
Listas de espera
Las causas de la saturación son diversas e implican aspectos externos a los servicios de urgencias hospitalarias. Las largas listas de espera para visitarse con un médico en Cataluña son uno de los principales motivos, según los facultativos. “La gente tarda entre dos o tres semanas en poder visitarse con un médico de cabecera. Al final, el paciente no quiere o no puede esperar tanto y acaba en urgencias”, asegura la doctora. Insiste en que, si el tiempo de espera para conseguir cita "fuera razonable", la gente acudiría a un hospital ante cualquier problema de salud.
Comparten el análisis desde el sindicato CSIF. Sus portavoces aseguran que "el colapso de los ambulatorios ha saturado las urgencias hospitalarias en toda España". La organización reclama un refuerzo generalizado de las plantillas para hacer frente a la "grave situación" que atraviesa el conjunto del Sistema Nacional de Salud. También destaca como causas externas el envejecimiento de la población y la cronicidad de las enfermedades.
Colapso también en el transporte sanitario
La situación de colapso que viven los servicios de urgencias en los centros catalanes también ha provocado el aumento de demoras y situaciones de riesgo en el transporte sanitario: ambulancias retenidas más de dos horas a la espera de pasar el paciente a las camillas del hospital o bien pacientes dados de alta que esperan hasta seis horas a ser trasladados a sus hogares en una ambulancia de servicio no urgente.
"No podemos tener a los pacientes durante horas en las camillas de ambulancias, se van a morir esperando", lamenta un trabajador del sector. Los mismos interlocutores recuerdan que si las urgencias no drenan, las ambulancias quedan retenidas en los párkings del centro y, por lo tanto, también sufren demoras en la recogida de pacientes urgentes.
Una atención primaria "infrafinanciada"
Los trabajadores de los ambulatorios catalanes reclaman desde hace tiempo que se otorgue mayor importancia a la atención primaria dentro del sistema de salud público. Consideran que el incremento de las necesidades sanitarias de la población no se ha visto acompañado de un aumento de inversión en este nivel asistencial, que ha sido "el más perjudicado en los últimos años".
Una de las consecuencias de esta infrafinanciación, aseguran, es que ante cualquier problema de salud, sea de alta o baja complejidad, la gente opta por ir a las urgencias hospitalarias y no a los centros de atención primaria (CAP). "Estamos construyendo un sistema sanitario basado en las urgencias", lamentan desde el Fòrum Català d'Atenció Primària (FoCAP).
Al colapso de este servicio se le une que no se puede brindar a los enfermos una atención de calidad, ya que los equipos no asumen seguimientos de la salud de una persona. Con lo que será un pez que se muerde la cola y, ante un achaque, la persona regresará a urgencias.