Un hombre sin hogar duerme en el Paseo de Gracia con Gran Vía de Les Corts Catalans

Un hombre sin hogar duerme en el Paseo de Gracia con Gran Vía de Les Corts Catalans DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS

Vida

Arrels, tras el peor dato de personas sin hogar en la historia de Barcelona: “La gente que acaba en la calle no es capaz de salir”

La fundación ha contabilizado 66 personas sin casa fallecidas en la Ciudad Condal entre enero y octubre de este año; 29 de ellas murieron al raso

21 diciembre, 2023 00:00

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En Barcelona hay 1.384 personas que cada día duermen al raso. Se trata del peor dato de la historia, que ya supera incluso las nefastas cifras de 2008, el año en el que la Fundación Arrels, dedicada a combatir el sinhogarismo en la Ciudad Condal, hizo su primer registro, pese a que ese año estuvo marcado por una profunda crisis económica de alcance mundial.

Las cifras son alarmantes. Ferran Busquets, director de la entidad, las achaca a las dificultades que enfrentan las personas que acaban en situación de calle para encontrar una alternativa. Así lo evidencian los datos que maneja la fundación que dirige desde 2012, que constatan que las personas sintecho de Barcelona se pasan de media cuatro años y cuatro meses al raso por la falta de oportunidades y de recursos. 

Un problema que se enquista 

“No tienen opciones de salir, por eso se van acumulando”, denuncia Busquets, que vaticina que si la Administración pública no toma cartas en el asunto la situación irá, irremediablemente, a peor. “Está claro que siempre que hay una crisis económica se genera pobreza y siempre que se genera pobreza hay más personas en la calle. Las cifras no se mantendrán estables en el tiempo, solo pueden ir a mejor, con más recursos, o a peor, como ahora”, expone.

Una persona en situación de sinhogarismo durmiendo en la calle

Una persona en situación de sinhogarismo durmiendo en la calle ARRELS

Así las cosas, pone sobre la mesa la necesidad de políticas de prevención y de recursos enfocados a un largo término y que contemplen alternativas de alojamiento estable. “Nosotros no tenemos absolutamente ninguna opción de resolver el problema”, reconoce Busquets, que recuerda que Arrels solo tiene capacidad para alojar a unas 210 personas.

“Tenemos recursos limitados y hacemos lo que podemos”. Por eso, pide a la Administración que dote de más recursos tanto a la fundación que él dirige como a otras entidades que también se encargan de asistir a las personas sintecho para ayudarlas “más y mejor”. De lo contrario, advierte, este problema social se enquistará.

Cifras de mínimos

Pese al empeño de los voluntarios por contabilizar a las personas en situación de calle, desde Arrels subrayan que estas cifras son “de mínimos”. El recuento en invierno no les permite llegar a todos aquellos que duermen al raso, pues se refugian en lugares escondidos para resguardarse del frío. 

La gente está mucho menos visible”, expresa el director de la entidad que ha registrado 114 tiendas de campaña en las calles de Barcelona. En esos casos, explica, si se localiza una tienda de campaña se contabiliza una sola persona, aunque es posible que dentro de estas estructuras pernocten más. “El número probablemente es superior”, lamenta.

Recursos puntuales

Además, como medida excepcional, en esta época del año también se habilitan unas 75 plazas en espacios hibernales que maquillan estas cifras, pues estos recursos sólo funcionan puntualmente, coincidiendo con las noches de temperaturas más gélidas.

Una persona en situación de sinhogarismo durmiendo en la calle

Una persona en situación de sinhogarismo durmiendo en la calle ARRELS

Aunque este invierno no constan fallecidos por frío, desde la entidad recuerdan que solo este año, hasta octubre, en Barcelona ya han muerto 66 personas sin hogar, de las que 29 (el 44%) perdieron la vida en la calle. 

El impacto negativo de la Navidad

Con este escenario, la Fundación Arrels ha lanzado Algú amb qui comptar, una campaña de sensibilización con la que pretende animar a la ciudadanía a que se acerque a las personas sin recursos que se encuentran en la calle y se interese por ellas. “Intentamos que la gente se relacione con ellos, que los salude y les muestre cariño”, expresan. 

Más si cabe en estas fechas tan señaladas, que tienen un impacto “muy negativo” para las personas sin techo. “Cualquiera se sentiría así si no tuviese a nadie con quien celebrarlas. Que no nos gusten es muy distinto a no tener con quien compartir la Navidad, y muchos de ellos no tienen familia, bien porque no tienen parientes o porque la relación con la familia se ha roto”.

Por eso, en Nochebuena y Navidad, Arrels invita a un centenar de personas a sus instalaciones, donde preparan un menú especial. “Lo que hacemos es una reunión fraternal, como la que cualquiera haría en su casa, y que tiene una importancia vital para ellos, que pueden acercarse y hablar”.