Las heridas de la víctima y su sobrina, denunciante desde Barcelona
El tiroteo de una vecina de Barcelona destapa una guerra entre clanes en el Raval
- Un clan acosa a dos familias pakistaníes por una deuda
- Antes, había agredido a su hijo e intentado secuestrarlo
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El tiroteo de una vecina de Barcelona en Pakistán ha aflorado una guerra entre clanes familiares en el barrio del Raval. Uno de ellos acosa a dos familias por una deuda: han disparado a una de las tías de la saga y antes agredieron a uno de los hijos y lo intentaron secuestrar.
Así lo explica una de las víctimas. Se trata de la sobrina de la mujer que ha sido tiroteada en el país centroasiático. Relata que se había trasladado a la ciudad de Lalamusa, en la provincia del Punyab, para asistir a la boda de un familiar. Ha recibido 21 disparos de rifle, de los cuales le impactaron cinco. Una de las balas se ha incrustado en un hueso de la pierna, y le provocará problemas de movilidad. "No podrá volver a trabajar", lamentan sus allegados.
Acoso por una deuda
El tiroteo es el escalofriante colofón a años de peleas entre familias pakistaníes en Barcelona. Los denunciantes alertan de que "llevan meses, y décadas, acosándoles por una deuda que no existe".
Ese hostigamiento ha llevado al extremo del tiroteo. La mujer agredida es madre de tres hijos y también sufrió el intento de secuestro del menor de 14 años y una agresión física al mismo chico.
Tiroteo Familia Pakistán Barcelona
Todo ello ha sido denunciado ante Mossos d'Esquadra en escritos que aportan a Crónica Global.
"Cogió la escopeta y le perforó el pie"
Esas querellas no han surtido efecto. La familia alerta de que la agresión en Pakistán "es la última escalada a una cadena de ataques que no cesa". Eso sí, de mucha más entidad. Comenzó cuando uno de los matrimonios viajó a Pakistán para acudir a la boda de un sobrino. Poco se esperaban que allí coincidirían con sus enemigos acérrimos de Barcelona.
Pasó. Al llegar a la ceremonia, se cercioraron de que las nupcias se celebraban junto a la casa del hermano de su némesis catalana. Este también reparó en que sus rivales se encontraban allí, por lo que "agarró un rifle y apuntó a la señora, que reculó para huir, pero el chico le disparó y le perforó el pie".
21 disparos
El incidente fue a más. El hombre siguió apuntando a la víctima y abrió fuego de forma repetida, relatan las víctimas. Veinte veces más. De los 21 disparos, le impactaron cinco mientras la mujer se revolvía y trataba de huir. Finalmente, la atacada pudo escaparse a toda prisa.
La familia agredida ha denunciado el ataque con arma de fuego. El caso se encuentra sub iudice e irá a juicio el próximo 20 de diciembre en el tribunal local. Mientras, la mujer se recupera de sus heridas y la familia del agresor les pide "pasar página y retirar la denuncia". ¿Cómo? "Por medio de una disculpa formal. Que no es suficiente, claro".
En Barcelona, también
El perdón no basta porque los afectados denuncian que "hay mucho más". Antes del tiroteo, el grupo rival, con el que tienen muchos lazos familiares, "les ha estado haciendo la vida imposible durante años y, sobre todo, los últimos meses".
El origen de la disputa es el robo de "un kilo de oro, cinco móviles y 30.000 euros en efectivo" en un piso que subarrendaron a los acosados en Ciutat Vella. Las víctimas insisten en que esa deuda "es inexistente", pues el apartamento sufrió un robo que "terminó con detenciones de los Mossos d'Esquadra". Sus argumentos no los escucha la otra parte, que les siguen acusando del robo y "les han amenazado".
Negocios que bordean la ley
El trasfondo del caso es que la familia del tirador se dedica no sólo a la economía informal, sino a la ilegalidad, según ellos. Les acusan de concomitar con el "tráfico de drogas, la reparación y reacondicionamiento de teléfonos móviles robados y del fraude de ayudas públicas".
Tiroteo Familia Pakistán Barcelona
A esta situación de criminalidad más o menos explícita, los atacantes, que también viven en Barcelona y otras ciudades del entorno, han sumado un ramillete de denuncias en la capital catalana. Aun así, el tiroteo de Pakistán ha abierto un nuevo capítulo. Los agredidos se dirigen a este medio: temen por su vida y piden a los Mossos "intervenir ya antes de que muera alguien".
