Los vecinos de las gemelas de Sabadell recuerdan el crimen: “Los golpes eran tan fuertes que pensé que estaban tirando una pared”

Los vecinos de Dolores V., una de las gemelas de Sabadell acusadas de acabar con su pareja, Pedro, junto con su hermana Pilar V. y el novio de esta, Isaac G., han recordado el crimen del que fueron testigos durante la madrugada del 10 de agosto de 2021.

Una de las vecinas ha recordado que acababa de volver del cine con su familia y se estaba poniendo el pijama cuando empezó a escuchar unos golpes muy fuertes procedentes del rellano y una respiración entrecortada. Se asomó a la mirilla y comenzó a ver “tochos saltando, como arena, creía que eran cascotes”, ha expresado. Ella y su novio se alternaron para seguir la escena a través de la mirilla y avisaron a la policía creyendo que se trataba de un intento de robo o de una okupación. “Pensé que estaban intentando robar y que estaban reventando una pared, como en obras, como si intentaran tirar una puerta”, ha descrito el testigo.

Un vecino grabó dos vídeos

Cuando los golpes cesaron, la pareja vio a tres personas fregando el rellano, sin poder distinguir a través de la mirilla de qué eran las manchas en las paredes. Cuando entreabrieron la puerta se encontraron con una dantesca escena: “El rellano estaba lleno de sangre”, ha recordado él. En ese momento supieron que “los cascotes que volaban por delante de la puerta” eran, en realidad, restos biológicos.

El ensañamiento fue tal que otro vecino que estaba escuchando música con unos cascos “de los que cubren la oreja por completo” también oyó los golpes. “Creía que estaban golpeando la escalera o la barandilla”, ha descrito. El vecino, que tampoco se atrevió a abrir la puerta, grabó con su teléfono móvil dos vídeos a través de la mirilla que constituyen una de las pruebas de cargo en este juicio. En uno aparece Isaac G. pasando por encima de un bulto, que el vecino no pudo identificar como una persona, y en el segundo se ve a una de las gemelas limpiando.

Alegó que un vecino se había caído

En la tercera sesión del juicio también han declarado los agentes de Mossos d’Esquadra que aquella noche acudieron al edificio en el que se produjo el salvaje crimen. “Nos entró una llamada del 112 de una vecina que escuchaba muchos golpes en el rellano de casa. Fuimos cuatro agentes creyendo que sería un robo con fuerza”, ha expresado uno de ellos. Sin embargo, al llegar al tercer piso se encontraron con Isaac G. ensangrentado y fregando una gran cantidad de sangre. “Las paredes, el techo, el suelo… todo estaba lleno de sangre”, ha descrito uno de ellos. “Él estaba tranquilo”, ha recordado el agente, que ha añadido que cuando le preguntaron por la sangre el acusado aseguró que “un vecino se había caído por las escales, se había dado un golpe y que estaba arriba, en el cuarto”. 

Cuando los agentes subieron al cuarto piso, donde se encontraba el domicilio de Dolores, pareja del fallecido y también procesada por el crimen, una de las hermanas dio un portazo al ver a los uniformados. Los mossos tuvieron que aporrear la puerta y repetir varias veces “¡Policía!, ¡Policía!” para que la abriera. Cuando finalmente lo hizo, han recordado en sede judicial, se encontraron el cuerpo de Pedro, ya sin vida, envuelto en mantas en el recibidor de la casa. Las dos gemelas, han coincidido todos ellos, no estaban excesivamente nerviosas --de hecho, una se hizo la dormida-- aunque preguntaban “qué pasaría con ellas”.

Las gemelas "no estaban afligidas"

También han declarado en esta jornada los agentes de la Unidad de Homicidios del Área de Investigación Criminal de Granollers de los Mossos d'Esquadra, que se entrevistaron con las gemelas antes de detenerlas y que activaron a la policía científica para que inspeccionaran el piso. Las hermanas, ha recordado, "no estaban afligidas, tampoco exultantes, estaban normales", ha descrito uno de ellos. 

En calidad de peritos, los tres agentes de la unidad territorial de policía científica de Granollers de Mossos d’Esquadra que realizaron la inspección ocular del escenario del crimen y recogieron muestras, han declarado que el rellano estaba lleno de salpicaduras de sangre “proyectadas a gran velocidad”, pese a que “intentaron limpiarlo”. De hecho, han mostrado al jurado popular la escena grabada el día de autos con una cámara de 360 grados mientras los tres acusados observaban impasibles.