La vitrina dedicada a la selección española femenina en el Museo de la RFEF

La vitrina dedicada a la selección española femenina en el Museo de la RFEF RFEF

Vida

La selección femenina, arrinconada en el museo de la federación española

La instalación apenas dedica una vitrina medio apartada a los éxitos y a la historia de las chicas que han vestido la camiseta de la Roja

1 septiembre, 2023 23:30

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El fútbol femenino no existe. Tampoco el fútbol masculino. Es fútbol, lo practiquen hombres o mujeres. Las reglas son las mismas para todos. Sin embargo, durante décadas ha estado mal visto que este deporte lo jugasen las chicas. Se decía antaño, incluso, que les deformaba el cuerpo, que no era para ellas. Así que ponerle la coletilla de femenino no deja de ser una reivindicación tras años y años de ostracismo. Un ostracismo que, en cierto modo y pese a los avances, sigue sufriendo en el Museo de la selección española, en Las Rozas (Madrid), donde apenas se le dedica una vitrina apartada en un pasillo sin salida.

La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) lleva en el foco desde que la selección femenina ganó el Mundial de Australia-Nueva Zelanda, el 20 de agosto pasado. Pero lejos de estar en boca de todos por la buena gestión y el éxito conseguido, lo está por la actitud de su todavía presidente (aunque suspendido por la FIFA), Luis Rubiales, durante la posterior celebración y entrega de medallas. En concreto, por el beso en los labios que le dio a la futbolista Jenni Hermoso a la vista de todos, y que ha generado un auténtico terremoto nacional y mundial. Él dice que fue consentido, mientras ella, que en un primer momento calificó el momento de “anécdota”, nunca ha dicho que lo fuese y, con posterioridad, se ha pronunciado con dureza contra Rubiales, al que ha llamado manipulador y mentiroso.

Al fondo, la vitrina dedicada a la selección femenina en el Museo de la RFEF

Al fondo, la vitrina dedicada a la selección femenina en el Museo de la RFEF GERARD MATEO CRÓNICA GLOBAL

La triple corona

Sea como sea, la escena ha tapado el éxito de la selección femenina. Nadie habla del Mundial, de la estrella que se les coserá a las camisetas a partir de ahora. Solo prestándole un poco de atención, en apenas ocho años (los que han transcurrido desde que la Roja jugó su primera Copa del Mundo) se ha alcanzado el mayor éxito posible. Por si fuera poco, España también es, ahora mismo, actual campeona del mundo sub-17 (agosto de 2022) y sub-20 (octubre 2022). La triple corona. Nunca antes había pasado con ningún combinado nacional. Y la futbolista Salma Paralluelo ha estado en las tres citas. Talismán. Aun así, el museo, ubicado en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, apenas reserva una vitrina un poco apartada para el femenino.

Rubiales, en más de una ocasión, ha subrayado el compromiso de la RFEF con el fútbol femenino. Un compromiso que no se aprecia en los dos pisos del museo. Es cierto que el espacio se inauguró en 2010, dos años después de que España ganase la segunda Eurocopa de su historia y pocas semanas antes de que la Roja conquistase el Mundial de Sudáfrica con el recordado, gritado y llorado gol de Andrés Iniesta. Y tenía un cometido: “Revivir la historia del equipo nacional de fútbol en sus más de 100 años de historia”. Pero ha quedado desactualizado en poco más de una década. Incluso se le da más protagonismo a la selección de fútbol sala que a la femenina de fútbol once, a la espera de ver dónde se expone la Copa del Mundo del 2023 lograda por las chicas tras la histórica diana de Olga Carmona en la final disputada contra Inglaterra.

Objetos expuestos en el Museo de la selección española

Objetos expuestos en el Museo de la selección española GERARD MATEO CRÓNICA GLOBAL

Un pasillo sin salida

El Museo de la selección española tiene dos partes bien diferenciadas. En la planta inferior se encuentran los orígenes del fútbol, su llegada a España, el nacimiento de la RFEF y el surgimiento de la selección con motivo de los Juegos Olímpicos de Amberes de 1920, cita en la que la Furia Roja se colgó la medalla de plata. El recorrido ofrece todo lujo de detalles del equipo, como cómo eran los viajes, cartas entre jugadores, las crónicas de los partidos… absolutamente todo lo que se puede contar. El primer piso termina con una pequeña exposición de juegos y juguetes antiguos de fútbol, una zona que desemboca en la escalera que guía a la planta superior, a la gloria, un espacio que hace un viaje por los Mundiales y la Eurocopa de 1964 (ganada por España), con objetos originales, camisetas especialmente, pero también las pizarras usadas por Luis Aragonés, el entrenador que llevó a la Roja a ganar su segunda Eurocopa (2008), entre otras joyas de coleccionista.

Superada esta zona se llega a una bifurcación. Si elige el camino de la izquierda, el visitante descubre un pequeño espacio expositivo sobre la relación entre fútbol y cine, centrado en las figuras del azulgrana Laszlo Kubala y el madridista Alfredo Di Stéfano, protagonistas de algunas películas propagandísticas del régimen franquista. A continuación, conocerá los nombres de todos los internacionales de la historia (con sus fotografías), todas las camisetas que ha vestido la selección y, finalmente, llegará al lugar destinado a los grandes éxitos de la Roja: Eurocopa (2008)-Mundial (2010)-Eurocopa (2012), incluido el bombo de Manolo, el seguidor más ilustre del equipo. En cambio, si elige el camino de la derecha, se trata de un pasillo sin salida con unas pocas vitrinas dedicadas, cada una de ellas, al combinado nacional de fútbol sala, a la selección femenina (sin los nombres de todas las jugadoras ni la historia del equipo), a la de fútbol playa y a los Juegos Olímpicos. Todo muy junto, casi apelotonado.

Las figuras de Kubala y Di Stéfano, en el coche original del segundo, en el apartado dedicado en el Museo de la selección española al fútbol y el cine

Las figuras de Kubala y Di Stéfano, en el coche original del segundo, en el apartado dedicado en el Museo de la selección española al fútbol y el cine GERARD MATEO CRÓNICA GLOBAL

Web desactualizada

El museo virtual de la selección tampoco cuida mucho al combinado femenino, pues no recoge a estas alturas los últimos éxitos de la selección: el Mundial sub-20 (2022) ni el Mundial conquistado en 2023 por parte de la absoluta y que ha quedado casi olvidado por el bautizado como enésimo caso Rubiales.

Para terminar, hay que bajar de nuevo las escaleras. Allí, abajo, unas pinturas recrean los goles de las finales cuyos torneos ha conquistado la selección masculina. Eso da paso a una vitrina dedicada a la labor arbitral y, para terminar, otra joya: el trofeo de la Copa del Rey que ganó el Real Madrid en 2011 (tras 18 años) y que se le cayó a Sergio Ramos desde lo alto del autobús del equipo durante la celebración. La copa terminó aplastada, y hoy se expone en este museo en un lugar que está más a la vista que la vitrina dedicada a la selección femenina.