La madre de Rubiales inicia una huelga de hambre hasta que Jenni Hermoso diga la "verdad"
Ángeles Béjar se encierra en una iglesia de Motril ante la "cacería inhumana y sangrienta que están haciendo" a su hijo por el beso que le dio a la jugadora internacional
28 agosto, 2023 11:56Noticias relacionadas
- Soteras (FCF) deja la vicepresidencia de la RFEF tras aplaudir el discurso “creíble” de Rubiales
- El beso de Rubiales ¿es acoso sexual laboral?: los expertos lo tienen muy claro
- La Comisión Disciplinaria de la FIFA suspende provisionalmente a Luis Rubiales
- La RFEF elimina el comunicado en el que tacha a Jenni Hermoso de "abducida"
- Rubiales, cada vez más solo: ONU Mujeres también condena su actitud
- Pimec lamenta el "esperpéntico espectáculo" de Rubiales y denuncia cualquier tipo de abuso contra las mujeres
- Iniesta se suma a las contundentes críticas contra Rubiales
El culebrón Luis Rubiales escribe una nueva página este lunes. La madre del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángeles Béjar, se ha encerrado en una iglesia de Motril (Granada) y ha iniciado una huelga de hambre hasta que la futbolista Jenni Hermoso "diga la verdad". Además, denuncia la "cacería inhumana y sangrienta" que están haciendo a su hijo por el beso en la boca que le dio a esta jugadora durante la celebración del Mundial de fútbol femenino que la Roja conquistó en Australia-Nueva Zelanda recientemente.
Béjar se ha encerrado "de manera indefinida, día y noche" en la iglesia de la Divina Pastora, en el barrio de los Capuchinos, hasta que se haga justicia con su hijo, según ha dicho a Efe. Ella, como Rubiales, considera que "no existe abuso sexual al existir consentimiento [del beso] por ambas partes, como queda demostrado en las imágenes", bien que en ningún momento se aprecia en el vídeo si ella le dice que "vale", que puede darle un "piquito". Asimismo, se pregunta "por qué se están ensañando con él" y qué "hay detrás de esta historia".
"Se va a quedar en una anécdota"
En este sentido, ha pedido a Hermoso que "diga la verdad" y "mantenga la versión que tuvo al principio de los hechos". No obstante, la futbolista ha declarado desde el primer momento que no le gustó el beso, aunque en una entrevista antes del regreso de la seleción a España llegó a bromear con esa escena y comentó que eran cosas del momento de la celebración y de la efusividad por el triunfo. "A mí no me importa, hoy por hoy todo va a estar mal visto desde los ojos de quien lo mire", dijo en COPE, antes de añadir que "no hay más allá y esto se va a quedar en una anécdota".
Después de estas palabras, y ante el revuelo que estaba generando el beso que le dio Rubiales, guardó silencio, mientras el presidente de la RFEF le pidió, por favor, que saliera con él en público para explicar que no había nada denunciable en esa escena, que fue un "piquito" consentido, como él defiende y por lo que se aferró al cargo federativo en la asamblea general extraordinaria del pasado viernes. La misma RFEF puso en boca de Hermoso unas palabras que nunca dijo y en las que afirmaba que el beso fue anecdótico. La FIFA le ha suspendido de forma provisional durante 90 días, mientras el Consejo Superior de Deportes (CSD) busca la manera de inhabilitarlo por su comportamiento.
"Su beso no fue consentido"
Por el contrario, Hermoso dejó su caso en manos del sindicato FUTPRO, que, en su nombre, pidió dos días después "medidas ejemplares" contra Rubiales. Pero el culebrón fue a más ante la negativa del presidente de la RFEF a dimitir, algo que todo el mundo daba por hecho. Entonces, la futbolista compartió un comunicado en español y en inglés en el que llamaba manipulador y mentiroso al dirigente federativo. "En ningún momento se produjo la conversación a la que el sr. Luis Rubiales hizo referencia [la del consentimiento] y que, ni mucho menos, su beso fue consentido", escribió, entre otros comentarios.
Para entonces, la bola ya había crecido hasta un punto de no retorno, con el asunto politizado por ciertos sectores, aunque casi todos los partidos se han pronunciado y condenado la conducta de Rubiales. También las compañeras de selección de Hermoso, y otras 60, comenzaron a reaccionar en las redes sociales tras días de silencio para decir que "se acabó", cargar contra el presidente de la RFEF y renunciar a la Roja mientras se mantengan los actuales dirigentes. Por si fuera poco, el cuerpo técnico del seleccionador femenino, Jorge Vilda, ha dimitido en bloque. Y son muchos los clubes, futbolistas hombres y entrenadores que se han sumado a esta campaña ya bautizada como el MeToo del fútbol español.