La familia de un menor de 13 años denunció el pasado mayo en Alpicat (Lleida) el supuesto caso de acoso escolar que su hijo vendría sufriendo desde hace algo más de dos años en el colegio Jesuïtes Claver-Raïmat de Lleida.
Según el relato de la familia, el colegio "nunca ha activado el protocolo por acoso". Solicitan que se conceda el traslado del menor al colegio Episcopal, donde ya estudió con anterioridad y que no tiene inconveniente en recibirlo de forma inmediata. Sin embargo, la inspección educativa "cerró el expediente", después de reunirse con el centro y "descartar" un caso de bullying. Es decir, prolongan el cambio escolar solicitado.
Un cambio de centro
Este lunes, el padre del menor relataba que intentaron buscar una solución hablando con el centro, pero no fue posible. Por eso, decidieron pedir ayuda al Departamento de Educación de la Generalitat para facilitar el cambio de escuela por la vía de la urgencia. "Llegó a inventar febrícula, malestar y cualquier otra cosa que un niño puede sacar de su imaginación para no asistir al centro, por el miedo que eso le generaba", relata.
Pero la solución no parece tan fácil. Según ha informado Educación a este medio, "la familia está sujeta, como todo el resto, a los plazos establecidos. Su petición está en manos de la Comisión de Garantías de Escolarización, que les asignará una plaza intentando respetar, en la medida de lo posible, sus demandas, pero también teniendo en cuenta que la familia está empadronada en un municipio distinto al del centro que solicitan, por lo que su matriculación todavía no está resuelta".
La escuela "no tiene noticias"
La escuela, por su parte, se ha mostrado bastante sorprendida al ser preguntada por este presunto caso de acoso escolar que, aseguran, no tienen identificado. "No sabemos qué familia es la que denuncia porque con nosotros no se han puesto en contacto", ha manifestado la directora del centro, Lourdes Torrelles. Sí reconoce otros procesos abiertos por este mismo problema con otras familias.
Además, ha insistido Torrelles, "cualquier caso de bullying lo hemos atendido lo mejor que hemos sabido y, en todos los casos de los que somos conscientes, activamos los protocolos".
"Mucho más que un protocolo"
Según la docente, son varios y de diversa intensidad los casos de bullying que han detectado en los últimos años. Reconoce que este problema ha ido en aumento después de la pandemia debido al frenazo que el confinamiento implicó en las relaciones sociales y la situación vivida por el alumnado. Y, por supuesto, "hay otros casos que no son bullying, pero a cualquier persona que esté sufriendo hay que ayudarla".
Remarca que en esta escuela de Lleida se trabaja "desde pequeños con los alumnos y hacemos talleres para que aprendan a relacionarse" de forma positiva.
Sí reconocen que durante demasiados años la comunidad educativa ha mantenido una política de opacidad ante las situaciones de acoso en las aulas pero que, por suerte, esta realidad también ha cambiado. "Ningún caso de acoso se ha solucionado negando que existe", señala la docente. La directora del Claver Raïmat advierte de que es muy importante trabajar con todos los implicados. Incluidos los agresores, ya que "muchas veces también ellos son víctimas".
Fin al sufrimiento
La familia del menor asegura que detrás de los protocolos, de la burocracia y de la búsqueda o desvío de responsabilidades, los "niños siguen sufriendo" y que esta realidad deja "a los padres en total indefensión".
"Tenemos que estar atentos a las necesidades psicológicas de los niños para cuidarles", señalan. Reiteran que, en su caso, consideran que se pasaría página a la angustia del menor con un cambio de centro que estiman necesario y que, según la consejería, está en estudio.
Noticias relacionadas
- Carmen Cabestany: "El 'bullying' es un fallo multiorgánico del sistema"
- Una niña se suicida víctima de 'bullying' y sus compañeros lo celebran: "Por fin está muerta"
- La herencia que recibe Anna Simó: la "desidia" del Govern ante el acoso escolar
- El Pare Manyanet de Sant Andreu reconoce un nuevo caso de agresión sexual de un docente