Los profesores, con miedo en las aulas: uno de cada cuatro ha sido agredido por los alumnos

Los profesores van con miedo a trabajar y no es para menos. Según una encuesta de UGT, uno de cada cuatro --el 22,1%-- ha recibido en algún momento una agresión física en las aulas. Una cifra "preocupante" teniendo en cuenta, además, que no se sienten "acompañados por la Administración". Por otro lado, el 73,9% ha sufrido alguna vez a lo largo de su carrera por su integridad física o emocional. 

Estos son los datos que se desprenden de una encuesta de UGT realizada durante el mes de febrero, tras notar un aumento de las consultas sobre salud laboral, contrapuestas a las declaraciones de la Conselleria de Educación reiterando que sus últimas reformas no afectan a las condiciones laborales del profesorado. En el cuestionario participaron un total de 3.222 personas de diferentes etapas educativas. Esas son, de infantil y primaria, de secundaria, de Formación Profesional (FP) y de Educación Especial. 

Actos vandálicos contra los docentes

Las cifras son preocupantes. El 22,1% --uno de cada cuatro-- afirma haber sufrido en algún momento una agresión física por parte del alumnado o de las familias. El 11,3% algún tipo de acto vandálico "por causas directamente relacionadas con su trabajo", por ejemplo daños en su vehículo, acoso en las redes o pintadas. Pero lo peor es que el 88,3% que han sido víctimas de agresiones "no han sido informados de cómo se debía actuar respecto a su servicio de prevención de riesgos laborales de su territorio". 

Una profesora junto con alumnos de Educación Primaria, a cuyos profesores el Govern obliga a comprometerse por escrito de que enseñarán en catalán / EP

Y es que, hoy por hoy, se desconoce que haya algún tipo de protocolo para actuar en estos casos. De hecho, el 91,8% no tiene constancia de que se haya hecho alguna vez en su centro educativo una evaluación de aquellos aspectos que puedan causar daños físicos, psíquicos o sociales en la salud de los trabajadores. Algo que, para el sindicato, es intolerable: "Este servicio es esencial para informar y orientar a los trabajadores sobre las situaciones y elementos de su puesto de trabajo que pueden poner en riesgo su salud. Es imperativo que este servicio sea mejor promocionado y difundido para que todo el mundo pueda acceder a la información y al asesoramiento necesario para proteger su seguridad", expresan en un comunicado. 

Agresiones verbales

Más allá de las agresiones, el 48,2% ha sufrido situaciones desagradables con algunos de los miembros de la comunidad educativa y se ha sentido desatendido cuando ha pedido acompañamiento a la Administración. Un porcentaje mayor --el 53,2%-- es el que ha sufrido agresiones verbales. "No se puede permitir ningún tipo de violencia en los centros educativos. Los docentes están demasiado expuestos a este tipo de situaciones durante su día a día", expresa UGT. 

Pero la encuesta también certifica lo que ya se ha visto en las distintas huelgas educativas. Y es que la Conselleria de Educación y su consejero, Josep Gonzàlez-Cambray, no están bien vistos por el colectivo al que representan. De hecho, el 76,2% afirma sentirse poco valorados en su tarea. Esto ocurre, especialmente, en la etapa de secundaria, "donde la falta de personal está directamente relacionada con la percepción del profesorado".

Abandonados por Cambray

Es decir, "el poco apoyo y las decisiones tomadas unilateralmente" por parte de Cambray, "la poca valoración social y las demandas de las familias que reclaman responsabilidades a los docentes que no les corresponden" pueden influir en el aumento de este sentimiento de insatisfacción de los docentes.  

El 'conseller' de Educación de la Generalitat, Josep Gonzàlez-Cambray, en el Parlament catalán / PARLAMENTO DE CATALUÑA

Un sentimiento que se traduce, en el 74,6% de las veces, en síntomas de ansiedad. "Las situaciones de estrés emocional en el puesto de trabajo, si no se tratan ni se toman medidas de prevención, pueden afectar a la salud física y mental y, en el peor de los casos, ser motivo de baja laboral", alerta el mismo sindicato. 

Sea como sea, todos estos números demuestran que la docencia es una profesión en la que la vocación ya no lo es todo.