Varias familias acusan a los Maristas de Rubí de dejación con los alumnos con necesidades especiales
Aseguran estar viviendo "un calvario" mientras la escuela sostiene que cubre las necesidades de estos estudiantes y desmiente a los padres
10 octubre, 2022 00:00Varias familias de alumnos de la Escuela Maristas de Rubí se han unido para denunciar la dejación de este centro con los estudiantes con diversidad funcional necesitados de ciertas atenciones. Según los padres, el colegio carece de un plan específico para ellos, a pesar de las recomendaciones de los Equipos de Asesoramiento y Orientación Psicopedagógica (EAP), y de la cuota de 98,26 euros anuales que paga cada estudiante en concepto de servicio psicopedagógico. Por su parte, el centro se defiende y niega las acusaciones.
Así lo ha explicado a Crónica Global C., la madre de un niño de 13 años diagnosticado con un Trastorno del Espectro Autista (TEA) desde que tenía 6. Según su relato, el menor, P., fue muy bien acogido en educación primaria, tanto por los compañeros como por los docentes: "Siempre se nos dijo que éramos una familia, y creció rodeado de cariño y sintiéndose uno más". Sin embargo, lamenta, todo cambió al pasar a la ESO. “Ahí empezó nuestro calvario”, ha relatado.
“Invisible en el aula”
La madre de P. cuenta que ha tomado la decisión de hacer público el problema tras varios intentos frustrados en los que pedía implicación de la escuela para trabajar en equipo con la familia y el EAP y así dar solución a los problemas que su hijo está viviendo desde hace un año. Pero, según su versión, el niño es “invisible en el aula”, donde pasa “horas muertas jugando con cables o viendo Youtube, mientras los compañeros hacen clase”.
Todo ello, asegura, pese a las recomendaciones del EAP, que le aconseja cursar las asignaturas troncales. “Estoy súper agradecida al EAP porque se han implicado mucho con nuestro problema, pero no les hacen caso. De hecho, recomendaron que mi hijo cursara las troncales y lo han metido en Física y química”. Además, "le han conseguido dos días a la semana en el Aula de Suport Integral (AIS) de Terrassa, y horas de velador".
Según ella, el centro ignora a su hijo hasta el punto de que este se ha escapado hasta en dos ocasiones en horario lectivo, una de las veces de la escuela, y otra, durante una salida no autorizada a una biblioteca. Además, cuenta que el menor ha sufrido dos incidentes con lesiones en los que la escuela no se ha pronunciado. “En una ocasión le partieron el labio en el patio sin que nadie se enterase de nada y en otra, una veladora le practicó una contención durante una rabieta subiéndose encima de él delante de todos sus compañeros, provocándole contusiones en ambas rodillas”.
Maristas niega las acusaciones
El centro, por su parte, ha atendido a este medio para dar respuesta a las acusaciones que le dirigen y desmentirlas. La dirección ha asegurado que pese a las dificultades que puede tener el colegio en este tipo de casos, se está haciendo todo lo posible por garantizar los derechos educativos de estos niños. Maristas de Rubí expone que “la escuela vela por las necesidades de todos los niños que le son confiados, con especial cuidado por los que tienen más dificultades”. Para ellos, asegura la institución, “se dispone de programas especiales de atención y refuerzo”.
Además, ha respondido la institución, niegan tener ningún tipo de constancia ni de las escapadas ni de las lesiones que C. ha explicado a Crónica Global. En este tipo de casos, asegura la escuela, promueven “la plena colaboración con las familias y la gestión conjunta de las diferentes situaciones que se derivan de niños afectados por TEA”. Igualmente, pone los casos de niños con necesidades especiales en conocimiento de los Servicios territoriales de la Generalitat y del EAP correspondiente, detalla.
La familia del menor recibe el apoyo de otros padres
Son varias las familias que han decidido apoyar a C. afirmando a este medio conocer o haber vivido en primera persona los incidentes que esta madre cuenta y asegurando que la institución está al corriente de todos ellos. “Vi al niño solo en la calle en horario escolar, y el colegio lo sabe porque tuvieron que bajar dos maestras a buscarlo”, ha explicado uno de los familiares.
Finalmente, se han sumado tres familias con hijos con diversidad, uno de ellos ya no está escolarizado en los Maristas. Según sus testimonios, vivieron en el centro episodios de dejación muy similares a los que cuenta C. En uno de los casos, "el niño pasaba horas en la escalera solo, y sin que nadie le hiciese caso", además de vivir un "episodio de bullying continuado del que la escuela “era conocedora”. Según estos padres, que finalmente decidieron cambiar al niño de escuela, solo se ofreció al alumno "entrar por una puerta diferente al resto de niños". Según los denunciantes, los recursos conseguidos como la veladora o el AIS son mérito de C. y su familia, que han movido los hilos para que estos alumnos cuenten con recursos.