La corrupción en la Policía Local de Llinars, “un secreto a voces”
Vecinos del municipio aseguran que conocían la presunta implicación de los agentes en una trama de tráfico de estupefacientes, y fuentes cercanas al caso esperan que se produzcan más detenciones
27 octubre, 2021 00:00“Lo de la local era un secreto a voces”, confiesa un grupo de jóvenes que se ha arremolinado en las inmediaciones de la comisaría de la Policía Local de Llinars del Vallès para ver la salida de los cuatro agentes detenidos por su presunta colaboración con un grupo criminal dedicado al tráfico de marihuana.
Mossos d’Esquadra, que ha asumido la investigación de este caso, acerca el furgón policial hasta el portón del edificio para evitar que la prensa fotografíe a quienes, hasta esta misma mañana, trabajaban en la comisaría de esta localidad del Vallès Oriental.
Titán, muy popular en el pueblo
No obstante, el escarnio público hacia quienes tendrían que haber velado por la legalidad y la seguridad del municipio es inevitable. Algunos curiosos se han acercado hasta la comisaría al enterarse de la noticia y murmuran, en pequeños corrillos, sobre la operación que todos, tarde o temprano, esperaban. Parece ser que a los únicos a los que ha pillado por sorpresa la irrupción de los mossos es a los propios detenidos.
“Es vecino del pueblo de toda la vida”, dicen en relación a Titán, el cabo de la Policía Local detenido este martes. Él y su hermano son muy populares en esta localidad, donde los conocen por los sobrenombres que ellos mismos se pusieron.
Uno de los detenidos, víctima de un tiroteo
Los vecinos recuerdan la implicación del cabo en un tiroteo, hace ahora dos años, en el que resultó herido mientras hablaba con un confidente. Un encapuchado abrió fuego contra ambos en plena calle. A Titán le descerrajó ocho tiros y, aunque resultó herido, su chaleco antibalas le salvó la vida. Su interlocutor corrió peor suerte y murió a causa de un disparo. El motivo de este incidente, que nunca fue esclarecido, fue interpretado en la localidad como un ajuste de cuentas.
“Todo el mundo lo comentaba, esto viene de muy atrás. Pero las investigaciones llevan su tiempo”, recuerda un vecino de un pueblo cercano en relación a este episodio. La mayoría de la población de Llinars, de poco más de 10.000 habitantes, sabía “porque se comentaba” que el responsable de los agentes de la Policía Local estaba, supuestamente, implicado en una trama de tráfico de marihuana. “Lo que desconocíamos era la magnitud”, continúa este hombre. “No sabíamos que había tantos implicados”.
Caen los peones
Mientras la policía autonómica registra la comisaría, algunos conductores aminoran la marcha a su paso por el epicentro de esta investigación para increpar a los detenidos. “¡Qué vergüenza! ¡Policía corrupta!”, grita una mujer visiblemente enfadada. “Ya era hora”, celebra otro vecino mientras se frota las manos, después de tocar el claxon en señal de victoria.
Sin embargo, algunos lamentan su detención. “Eran enrollados, muy permisivos, nunca nos ponían multas por fumar”. Que el cabo presuntamente flirteaba con individuos dedicados a negocios ilegales lo tenían asumido, pero dicen, “han caído los de abajo”, las caras visibles. “Esto es una pirámide, quién está detrás no lo sabemos, pero tendrían que pillar a los de arriba”.
Se esperan más detenciones
Los cuatro detenidos durante la madrugada de este martes por los Mossos han pasado la noche en los calabozos de la Comisaría Central de la policía autonómica ubicada en Granollers, a la espera de pasar a disposición judicial. Lo han hecho en condición de arrestados como presuntos autores de un delito contra la salud pública.
“El juez lo tiene todo bien atado”, afirman fuentes cercanas a la investigación, que confirman que el instructor maneja información suficiente como para solicitar el arresto de otros miembros del grupo criminal. “En total se esperan 10 o 12 detenciones”. De producirse así, el escándalo vivido este martes en la comisaría de Llinars sería solo la punta del iceberg.